La orden de detención librada ayer por el juez federal porteño Norberto Oyarbide contra dos ex jueces de instrucción de Posadas, destituidos por su actuación en el caso del espionaje telefónico, se cumplió parcialmente ya que uno de ellos aún no pudo ser detenido.
José Luis Rey, destituido a comienzos de semana por habilitar desde su juzgado las escuchas telefónicas ilegales, quedó ayer en calidad de “prófugo” luego de que un allanamiento en su domicilio para detenerlo diera resultado negativo.
“No se comunicó con este juzgado y su situación legal es la de un prófugo”, dijeron fuentes judiciales con acceso a la causa.
La familia hizo trascender que Rey viajó a Buenos Aires con la intención de presentarse ante el juzgado de Oyarbide, algo que no había ocurrido hasta anoche, cuando cesó toda actividad en los tribunales federales del barrio porteño de Retiro.
En cambio, su colega también destituido por el jury de enjuiciamiento, Horacio Gallardo, fue detenido y se encuentra internado en una clínica de la capital misionera.
La familia de Rey dijo que el viaje del ex magistrado se realizó sin conocimiento de su propio abogado patrocinante, Eduardo Paredes. Se trata del destituido juez que ordenó a la Side hacer escuchas contra el integrante de la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la Amia Sergio Burstein; el empresario Carlos Ávila y el propio cuñado del jefe de Gobierno Porteño, Mauricio Macri, por causas fraguadas.
En tanto, familiares de Gallardo informaron que éste está internado desde el jueves a la tarde en un sanatorio privado de Posadas por problemas de salud.
Ambos ahora ex jueces fueron destituidos por un jurado de enjuiciamiento “por incumplimiento en sus deberes” y por violación de intimidad de ciudadanos comunes al autorizar escuchas irregulares de sus líneas telefónicas”.
Por esta causa están detenidos y también procesados el removido jefe de la Policía Metropolitana, Jorge Fino Palacios, y el espía Ciro James, iquen se desempeñó como asesor del Ministerio de Educación porteño.
En igual situación se encuentra una secretaria del juzgado de Rey y cinco policías misioneros, imputados todos de integrar una asociación ilícita con confirmación de la Cámara Federal porteña.
Macri puede ser “procesado”.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, reconoció que “hay posibilidades” de que el juez Oyarbide lo procese en la causa por las escuchas i1legales tras reiterar que le “llama la atención” la forma en la que el magistrado conduce la investigación.
Macri volvió a cuestionar las pruebas que Oyarbide dice tener para haber decidido su citación a declaración indagatoria, prevista inicialmente para el 28 de este mes, pero luego postergada para el 5 de mayo.
“Oyarbide decidió citarme en base a indicios que no sé cuáles son. No conozco y no tengo relación ni hablé nunca” con el espía Ciro James, dijo Macri, en referencia a uno de los detenidos en la causa por las escuchas ilegales, junto al ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge Fino Palacios.
En declaraciones a la prensa, el líder del PRO dijo que por más que el juez pretenda involucrarlo en la causa “nada cambiará” y añadió: “Seguiremos adelante con nuestra tarea ocupándonos de los problemas de la ciudad y no vamos a parar”.
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