Ciudad

Un mural Bicentenario

Comenzó a plasmarse en el ingreso norte por Camino de los Granaderos en el marco del programa Rosario Hábitat, que lleva adelante el Servicio Público de la Vivienda de la Municipalidad.

Por: Agustín Aranda

Un mural de la bandera argentina comenzó a erguirse en el ingreso norte por calle Camino de los Granaderos como parte del programa Rosario Hábitat, que lleva adelante el Servicio Público de la Vivienda de la Municipalidad de Rosario. Su intención, de acuerdo a su creador, Dante Taparelli, es brindar un símbolo laico de identidad para las 52 familias beneficiarias de las nuevas viviendas y el resto del barrio, más generar de esta nueva entrada a la ciudad un símbolo de unidad contra la fragmentación. Como correlato de los festejos del Bicentenario de la Argentina, el mural se ubicará en el mismo lugar donde, de acuerdo a distintas versiones históricas, en 1813 las tropas comandadas por el general José de San Martín descansaron previo a su arribo a San Lorenzo, donde se libró el único combate del ejército libertador en tierras argentinas.

Al ingresar a Rosario por la avenida Camino de los Granaderos a pocas cuadras de la Circunvalación, algo está cambiando. No sólo se trata de las viviendas en construcción del programa Rosario Habitat sino el alma del barrio, como lo definió Dante Taparelli, artista local que ideó la obra. Sobre el edifico de la tradicional fábrica Cerámica Alberdi, lugar conocido como camino antiguo a San Lorenzo, ya que formaba parte del camino real o de postas que comunicaban al Virreinato del Río de la Plata, los vecinos del barrio Rucci ya pueden observar cómo el contorno de una bandera argentina comienza a tomar forma.

El mural Bandera de los Granaderos consiste en una bandera azul– color que adquiere una bandera después de 200 años, según Taparelli– y blanco construida a base de trozos de mosaico partidos que recorrerá los 330 metros de la pared de la edificación con una altura de 3 metros. Como es habitual encontrar en sendos rincones de la ciudad, la obra cubrirá pintadas con aerosol de particulares y algunas partidarias, habituales a las instancias electorales. Por estos días se aguarda el arribo de los cerámicos azules y blancos provenientes de la fábrica Cerámicas Alberdi de Salta para realizar una serie de convocatorias a distintos sectores de la sociedad rosarina y comenzar a rellenar las tres franjas constitutivas del símbolo patrio. Delante del mural, la encargada y dibujante Sandra Lenzi, explicó: “Nosotros completaremos las franjas de arriba y dejaremos las inferiores para las convocatorias”. En tanto, el cemento utilizado fue donado por la empresa Weber.

Nuevo hogar, nueva identidad

“El mural forma parte del nuevo barrio surgido de la relocalización del Proyecto La Cerámica, que contará, además del mural, con equipamientos comunitarios y diversos espacios verdes y recreativos”, sintetizó Susana Nader, titular de la Dirección General del Servicio Público de la Vivienda. Al respecto, Dante Taparelli, reconocido artista plástico de la ciudad que ideó el mural explicó: “La idea es dar a ese nuevo barrio alguna señal de identidad para las personas que se las sacó de donde vivían y se las reubicó en este nuevo barrio”. De acuerdo a Taparelli, la intención de esta obra es incorporar estética por encima de lo doméstico y generar el alma al barrio. “Hay que pensar el proyecto dentro de una sociedad fragmentada, que intenta ir desde el fragmento hacia la unidad”, puntualizó.

Nueva puerta a Rosario

La obra, de la que también participan la Secretaría de Cultura y Educación, a través de la Dirección de Diseño e Imagen Urbana; la Secretaría de Planeamiento; el Centro Municipal Distrito Norte «Villa Hortensia» y distintas instituciones de la zona, pretende trascender los límites del barrio y dar una nueva significación a una de las entradas a la ciudad de Rosario mediante intervenciones urbanas monumentales y de alto contenido simbólico. Según Taparelli, al pensar el proyecto se decidió plasmar una bandera, en tanto símbolo laico, para separarla de otras entradas de la ciudad. “En vez de ingresar mediante una cruz u otra señal religiosa decidimos reapropiarnos del símbolo patrio que es de todos. Creemos que el ingreso a la ciudad debe ser no por una calle sino por un símbolo pero de todos”, dijo.

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