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Un lazo a la identidad nacional

“Un lugar para Francisco” fue declarado de interés nacional sobre su labor por la construcción de una sociedad sin discriminación a los pueblos originarios, verdaderos protagonistas de la historia argentina.

“Esta obra es el eslabón que falta para construir y para sentir nuestra identidad, el patriotismo de ser argentinos y dar el espacio que se merece a los verdaderos protagonistas de esta historia”, sostuvo la escritora Patricia Bottale, creadora de Un lugar para Francisco, el libro que surgió de un taller literario y que hoy es una obra musical declarada de interés nacional.

En diálogo con El Ciudadano, la escritora manifestó que esta obra emociona y deja la reflexión del (poco) sentido de pertenencia que los argentinos tienen hacia su propia patria. “Siempre me atrajo el tema sobre la comparación con otros países, no somos patriotas, nos unen los colores en un evento deportivo pero no nos interesa vestirnos con ropas típicas, bailar y fomentar nuestra música y nuestras costumbres, si bien hay cosas que respecto a la dirigencia política nos chocan mucho, no nos sentimos 100 por ciento identificados con nuestro país, por ende no lo sentimos como propio”, señaló.

“Este sentimiento se debe a que el 80 por ciento de todos nosotros provenimos de los barcos, tenemos raíces españolas o italianas y a ese círculo de nuestra identidad le falta un pedacito, que es la del país autóctono. Nosotros, con una inclinación intelectual venida de Europa fuimos los que echamos a los aborígenes desde su propio país”, sostuvo la escritora.

Sobre el texto, Bottale explicó que surgió desde el taller literario que ofrece: “La obra en sí, nació de un cuento realizado en el taller literario que ofrecí. Siempre hago la tarea con ellos para que vean que es algo posible de realizar y desde allí surgen varias ideas que terminan alimentando una. Entonces, una vez que teníamos un cuento especial, trabajamos sobre la poesía y una historia de amor y de allí apareció Un lugar para Francisco. Desde ese punto trabajamos con documentación histórica y hoy es, nada menos, que la historia de un joven de nombre español, Francisco, que busca sus orígenes y vive con los aborígenes. De allí surgen sus hijos y, en realidad, este libro muestra que la obra es el eslabón que nos falta a todos para sentirnos argentinos”.

La escritora y responsable de esta puesta en escena que cuenta con 80 artistas en las tablas planteó que el espectáculo pide “terminar con la necesidad de subsidios”. “Basta con la lástima que se les tiene a los aborígenes, basta de mendicidad. De una vez por todas hay que darles el espacio que se merecen en esta sociedad y que ellos aporten su cultura y todo su ser en la construcción del país. Son una parte fundamental de esta patria y no podemos seguir mirando hacia otro lado”, sostuvo.

La puesta en escena

El espectáculo musical basado en el libro de Bottale se estrenó en el año 2007 y desde entonces ha integrado la programación de sendas celebraciones patrias, inclusive la del pasado 25 de mayo en la gala del Bicentenario.

Sobre la obra, Bottale destacó a Juanjo Cura, tenor que además de haber dirigido la orquesta originariamente, relata cada parte del espectáculo con la fuerza que caracteriza su voz. “Juanjo deja su alma en cada presentación y eso hace que el mensaje del texto llegue de una manera mucho más intensa al público, que muchas veces ha salido llorando y reflexionando al final del encuentro”, comentó Bottale.

En tanto, Cura había manifestado a este medio que Un lugar para Francisco “no es una comedia musical, es un texto de gran profundidad que refleja una nueva mirada sobre el tema de la problemática indígena, tanto en nuestro país como en el resto de América”, y aclaró: “No nos referimos a volver a ser indios, sino que tengamos en cuenta cómo fueron y son maltratados, y cómo se les trató de imponer la cultura europea a nuestros antecesores”.

En cuanto a la puesta musical, Juanjo Cura apuntó que “la composición musical de la obra cuenta con una serie de instrumentos occidentales, los cuales, suponemos, utilizaban los nativos antes del descubrimiento”. Asimismo indicó que a lo largo de la puesta en escena, las bagualas que suenan muestran distintas intensidades, de acuerdo con el relato. En tanto, insistió en aclarar que el espectáculo plantea “una mirada distinta, sin el fin de imponer una solución, ni nada”.

Compromiso de puño y letra

“Escribir este cuento fue un honor, pero ver que ha provocado tanto en la sociedad, que logró una mención de interés nacional y que en cada presentación la gente reflexione sobre lo expuesto y que se emocione hasta las lágrimas, es algo sumamente gratificante y eso genera una responsabilidad mucho mayor”, señaló la escritora. Asimismo, Bottale aseguró que el final de la obra presenta un “mensaje conciliador” que busca la ausencia de discriminación “planeada desde hace décadas”. “De hecho, en la última presentación, nos esperaban aborígenes de una delegación de la ciudad de Santa Fe. Estaban muy emocionados y se dieron cita a la presentación que tendremos en Firmat”, dijo.

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