Desde el gobierno provincial salieron a pedirle a la población que extreme las medidas de precaución luego de conocerse que una beba de 16 meses, de la localidad de Villa Gobernador Gálvez, murió producto de la picadura de un alacrán.
El titular del área de Epidemiología del Ministerio de Salud, Julio Befani, insistió en que deben aumentar los controles para prevenir la picadura de este arácnido, que en caso de afectar a menores de 5 años puede producir la muerte, como ocurrió con una beba que falleció el fin de semana.
La nena, cuya familia vive en Villa Gobernador Gálvez, fue internada el último sábado en el hospital Provincial de Rosario después de haber sido picada por un alacrán. En el centro asistencial se le suministró el suero antialacránico, pero falleció horas más tarde.
“La mayoría evoluciona bien cuando es asistido, pero existe un riesgo importante en los menores de 5 años, ya que en algunos casos hacen reacciones que no son comunes”, indicó Befani, quien advirtió que “hay que tener en cuenta que de noviembre a marzo es cuando los alacranes aparecen y tienen mayor presencia, por eso hay que profundizar los cuidados”.
Entre las recomendaciones más comunes, Befani destacó que “es necesario que los chicos no anden descalzos, que se sacudan los calzados y los controlen por dentro antes de usarlos”, también pidió que “se cubran las rejillas, ya que los alacranes habitan de manera subterránea en cloacas y cañerías”, y que se evite “la acumulación de escombros, ya que proliferan en los lugares húmedos”.
Por su parte, el titular de Zoonosis y Vectores, Javier Colombo, explicó que “el Tityus Trivittatus es la especie que con más frecuencia se encuentra en la región y la más peligrosa”.
“Presenta una cola con aguijón y púa, pinzas alargadas y el dorso con tres rayas longitudinales oscuras que en los ejemplares más jóvenes son claras. La longitud total de un ejemplar adulto es de entre 4 y 6,5 centímetros, tiene cuatro pares de patas y un par de pinzas”, añadió el funcionario.
“El alacrán es un animal de hábitos nocturnos y agresivos –continuó Colombo–. Permanece oculto en el día en el suelo o en la corteza de los árboles, entre escombros, tejas o ladrillos, y se adapta bien a lugares urbanos”.
En sintonía con lo explicado por Befani, Colombo expresó que al alacrán se lo puede encontrar también “dentro de las casas en grietas y paredes, pisos, zócalos, huecos de revestimientos de maderas, en desagües que conectan con cloacas, habitaciones y depósitos sin aireación, y hasta detrás de cuadros, bajo los muebles o entre las ropas y zapatos”.
Ante una picadura de alacrán se recomienda concurrir con rapidez al hospital más cercano para ser atendido y evaluado a la brevedad.
Dado que esta picadura produce un intenso dolor, se puede colocar hielo en el sitio afectado para aliviar las molestias, mientras se transporta a la persona al servicio de salud.
Si durante la consulta el paciente manifiesta síntomas de gravedad, se le proveerá un suero antiescorpiónico para, de esta forma, neutralizar la toxina.
Además, como medidas de prevención, Colombo destacó la necesidad de “mantener el hogar y los alrededores libres de escombros, ladrillos, leña o madera; tapar las grietas y orificios de los revoques de las paredes, sobre todo si son de ladrillos huecos; sellar las cámaras de las cloacas; y colocar malla metálica en las rejillas”.
Asimismo, “se deben utilizar insecticidas que sean inocuos para los humanos, animales y plantas; usar calzado y guantes de cuero al realizar tareas rurales o de jardinería; mantener desmalezado el jardín y tener precaución al introducir las manos en los huecos de los árboles, paredes y hoyos en el suelo”, recordó.
Finalmente, Colombo señaló que si alguien encuentra “un alacrán en su casa, debe revisar la cama antes de acostarse, no dejar ropa en el suelo y si lo hizo, sacudirla antes de utilizarla, además de revisar los zapatos, sobre todo los de los niños antes de colocárselos”.
Comentarios