Temen por la continuidad del Servicio Multidisciplinario El Ángel –que funciona en un reducido espacio dentro del hospital de Niños Zona Norte–, y en donde son atendidos más de 60 niños con Trastorno General de Desarrollo (TGD) y otras afecciones psicomotrices. El posible cierre del lugar sería a causa de la precarización laboral en la que se encuentran los trabajadores del centro de salud, como también la inminente jubilación y posterior retiro a fin de año de su directora, Berenice Luque, quien es uno de los bastiones de labor que se lleva adelante.
La preocupación sobre la situación del área la hizo pública la concejala Lorena Giménez, del bloque Partido Progreso Social (PPS), quien visitó el lugar en reiteradas oportunidades, ocasiones en la que recogió el temor de los padres de los pequeños pacientes por el futuro incierto del centro.
De acuerdo a lo que relató la edila, Luque es la única persona que pertenece a planta permanente del Ministerio de Salud, mientras que otros profesionales como musicoterapeutas o especialistas en recuperación motriz, facturan contraprestaciones como si realizaran trabajos administrativos. “Hay, además, fonoaudiólogos y asistentes que trabajan totalmente ad honorem, solamente por el compromiso con el trabajo que lleva adelante Berenice con los chicos”, remarcó Giménez.
En miras de las irregularidades denunciadas desde el bloque del PPS, la concejala explicó que a través de la comisión de Salud del Palacio Vasallo se intentó llegar al gobierno provincial para ser recibidos por el titular de la cartera de Salud, Miguel González, aunque según dijo, “aún no hemos tenidos novedades”.
“Si bien su momento nos indicaron que el servicio y las contrataciones dependían de la provincia, lo cierto es que la mayoría de los niños que se atienden son vecinos de la ciudad y acuden al centro porque no tienen obra social. La comisión del Concejo aún tiene pendiente una reunión con el secretario de Salud municipal, Leandro Caruana, y también pediremos una audiencia con director del hospital de Niños para tratar de llevarles tranquilidad a los padres”, enfatizó Giménez.
La precariedad en la que se encuentra el Servicio Multidisciplinario hace que se acrecienten algunos tratamientos que deben recibir los chicos que allí asisten.
“Desde el hospital se plantea que los niños efectúen la atención con cada profesional por separado, abandonando el abordaje multidisciplinario, hecho que los padres afirman que implica un grave retroceso en el aprendizaje y progreso de sus hijos, además de otros inconvenientes de movilidad, traslado, y, por supuesto, económicos”, explicó la concejala.
Uno de los casos a destacar es el de Thiago, quien muestra signos de TGD –aunque todavía no fue diagnosticado como tal–, ingresó al centro sin poder hablar pero con el paso del tiempo y el trabajo de los profesionales, actualmente se comunica con los demás y asiste a una escuela común mediante el programa de integración. Carla Ferreyra y Jorge Bustamente son los padres del niño, quienes aseguraron que desde que su hijo asiste al centro multidisciplinario “realizó grandes progresos en su comunicación y adaptación”.
“El gobierno provincial debe actuar con compromiso y seriedad para permitir la continuidad de este lugar, mediante la creación de los cargos que sean necesarios para garantizar su funcionamiento y cubrir la cantidad de personal y de espacio que 60 niños y otros 80 que esperan por ingresar, reciban tratamientos adecuados.
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