Después de tres derrotas consecutivas y de poner en peligro una clasificación a la Copa Libertadores que parecía abrochada, el plantel de Newell’s decidió barajar y dar de nuevo. Por eso, ayer hubo una fuerte autocrítica respecto a lo acontecido en Floresta ante All Boys y una reafirmación del compromiso asumido tempo atrás para reencarrilar la situación y conseguir el pasaje al máximo torneo continental.
Afortunadamente para Newell’s, los resultados del fin de semana lo mantuvieron en zona de clasificación pese a haber perdido sin objeciones con All Boys. La derrota de Banfield en Mendoza y el empate de Racing en Avellaneda frente a Quilmes mantuvieron a la Lepra en el último lugar de las cinco plazas disponibles para la próxima Libertadores. El fixture del Rojinegro en las últimas cuatro jornadas no parece sencillo, pero el de Racing pinta mucho más complicado. De hecho, la Academia y Banfield, dos rivales directos de Newell’s, se enfrentan el próximo fin de semana en el sur bonaerense (ver aparte). No obstante, en Newell’s se prometieron no especular con los demás resultados y asumieron nuevamente el compromiso de afrontar los últimos cuatro encuentros como “finales”.
Así, el encuentro ante Boca toma una mayor relevancia para el futuro rojinegro y puede incidir directamente en las aspiraciones por clasificar a la próxima Copa Libertadores. Un objetivo que se mantiene en pie, pero que se complicó a raíz de los últimos resultados. Igual, Newell’s todavía está a tiempo de corregir errores.
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