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Sociedad

Mujeres en acción por la libertad

Voltairine De Clayre y Mary McCarthy dejaron su huella propia en las grandes luchas sociales de los Estados Unidos de los siglos XIX y XX. Como una paradoja del destino, al día siguiente de la muerte de la primera, la segunda llegaba al mundo.

Voltairine De Clayre y Mary McCarthy son dos de la mujeres más importantes en las historia de las luchas sociales desplegadas en el territorio de los Estados Unidos durante finales del siglo XIX y partir de la década del 40 en el siglo XX. Además, por uno de esos azares del universo, Mary McCarthy nació el 21 de junio de 1912, un día después de la muerte de Voltairine De Cleyre.

Varias décadas las separan, cada una de ellas escribió y luchó contra los prejuicios del patriarcalismo, el autoritarismo estatal y las guerras. Los contextos en los que desarrollaron sus labores intelectuales y políticas son diferentes. De Cleyre es contemporánea de la luchadora social anarquista Emma Goldman, su accionar en el seno del Movimiento Obrero es en la bisagra entre el siglo XIX y el XX. Etapa de persecuciones y encarcelamientos a los luchadores proletarios de tendencia revolucionaria de IWW (International Workes of the World) que impulsaban grandes huelgas contra la explotación de los Ford, Carnegie, Rockefeller, Morgan y otros

Mary McCarthy enfrentó la infame persecución del senador Joseph McCarthy a los acusados de actividades anti-americanas, es la época de ejecución del matrimonio Rosemberg. Es contemporánea de Arthur Miller. Denunció públicamente los crímenes y maniobras de Richard Nixon y realizó campañas contra la guerra de Vietnam.

Lo que las vincula y hermana a estas mujeres es su pasión por la justicia social, su lucidez y coraje para expresarse con contundencia. Están en la senda de Simone de Beauvoir, de Virginia Bolten, de Juana Rouco Buela, de Alfonsina Storni.

Voltairine De Cleyre

Como se publica en la página virtual Hipatia, un espacio para la igualdad: “Voltairine De Cleyre fue una  escritora anarquista y feminista estadounidense, considerada precursora del feminismo individualista. Una referencia en temas tan actuales como la objeción fiscal a los gastos militares, los modelos de feminidad y la lucha contra la esclavitud sexual. Sus obras e incluso su nombre han estado muy cerca del olvido más absoluto, teniendo que pasar más de 50 años para que sus escritos fueran rescatados, coincidiendo precisamente con los movimientos feministas”.

Avatares de una vida

Voltairine de Cleyre nació el 17 de noviembre de 1866, apenas finalizada la Guerra de Secesión entre el Norte abolicionista y los esclavistas sureños, en el pueblo de Leslie, cercano a Michigan. Su madre se llamaba Harriet y su padre Héctor, un inmigrante francés que ganaba el sustento para el sostén familiar trabajando como sastre.

Como afirma una de sus biógrafas: “El padre de Voltairine, que en su juventud, cuando aun vivía en el norte de Francia, había leído y admirado profundamente las obras de Voltaire, decidió llamar a su primera hija como el eminente filósofo francés. Le enseñó a leer y escribir tanto en francés como en inglés y advirtió que su hija poseía una gran inteligencia y un talento inusual para diversos aprendizajes”.

“En 1878, cuando Voltairine tenía 12 años, a su padre se le presentó una oportunidad inesperada: si estaban dispuestos a trasladarse a Port Huron, un pueblo maderero y de astilleros a unas 120 millas de distancia hacia el este, podría ganar muchísimo más dinero, al ser allí sus servicios de sastrería más apreciados. La cuestión es que su esposa no le acompañaría, por encontrar la atmósfera bucólica de un pueblo granjero más de su agrado que una bulliciosa localidad portuaria. Y así fue como Harriet permaneció en Leslie con Adelaida, su hija menor y Héctor se instaló en Port Huron con Voltairine, acordando con Harriet que esto sería lo mejor para la familia, dadas las circunstancias. Con lo que Héctor ganaba en Port Huron podía mantener dos casas y podía controlar el inquieto temperamento de Voltairine y su marcada tendencia a la obstinación”. Desde nuestra perspectiva, la joven era un espíritu decidido e independiente  que enfrentaba el autoritarismo paterno.

El autoritario Héctor decidió internar a Voltairine en un convento, de donde ella decidió escaparse. Años después la luchadora ácrata diría: “He visto a los intelectos más brillantes, intelectos que podrían haberse convertido en relucientes estrellas de las galaxias del ingenio, sometidas bajo el peso de las cadenas, constantemente ninguneadas y menospreciadas, dejadas perder…”.

Pensamiento y acción

Una enciclopedia anarquista reseña: “A partir de 1880 Voltairine  De Cleyre se verá fuertemente influenciada por Thomas Paine y sobre todo por Mary Wollstonecraft, compañera de vida de William Goodwin, autora de un Manifiesto sobre los Derechos de la Mujer y madre de Mary Goodwin Shelley, la autora de la célebre novela Frankenstein. Leyó con entusiasmo y voracidad a Henry David Thoreau el autor de Desobediencia civil.

Influida también por las ideas de Big Bill Haywood, Clarence Darrow, y más tarde por Eugene Debs. Tras los sucesos de Haymarket Square en 1886, que dieron origen a la conmemoración del 1º de Mayo por la Masacre de Chicago, se define claramente hacia el anarquismo, colaborando con Benjamin R. Tucker en el periódico Liberty.

Voltairine De Cleyre murió en la ciudad de Chicago, Illinois, el 6 de junio de 1912. Su imperecedero legado es una ineludible referencia para las luchas por la emancipación integral de todos los seres humanos.

Mary McCarthy

Mary McCarthy fue una sobresaliente novelista y ensayista nacida el 21 de junio de 1912 en Seattle y  cuya vida se apagó el 25 de octubre de 1989 en la ciudad de Nueva York.

Dice uno de sus biógrafos: “Se destacó en los círculos de izquierda en Nueva York de los años 30, siendo a la vez muy crítica con el estalinismo. Colaboró en la revista Partisan Review y también en publicaciones como The Nation, The New Republic, Harper’s Magazine, y The New York Review of Books. Llamó la atención por la agudeza de sus críticas y por su sólida formación intelectual. Entre las décadas del cuarenta y el cincuenta criticó al reaccionario macartismo y a sus secuelas, pero también a los izquierdistas más obtusos. Su crítica a la cultura y al poder se percibió en sus campañas contra la guerra de Vietnam y contra los escándalos del presidente Richard Nixon en los años 70. Se unió en 1933 con Harald Johnsrud, y a continuación con el crítico literario Edmund Wilson. Al final de su vida, vivió en París largo tiempo, con su cuarta pareja”.

La primera novela publicada por Mary McCarthy, “The Company She Keeps”, causó cierto escándalo por su franqueza. La doble moral de la sociedad norteamericana no soportaba a una escritora independiente que sostenía pensamientos como los siguientes: “Me temo que no soy lo suficientemente inhibida por las cosas que otras mujeres se inhiben acerca de mí. Sienten que le has dado a revelar secretos comerciales”.

“En política, al parecer, el retiro es honorable si fue dictado por consideraciones militares y vergonzoso incluso si se sugirió por razones éticas”.

McCarthy logró una gran reputación  y respeto por su ironía y su capacidad crítica. En 1963 publicó una novela que recibió una mejor acogida, “The Group”, en la que relata los debates con otras intelectuales y luchadoras feministas como Hanna Arendt. El libro figuró entre los libros más vendidos según la encuesta del New York Times.

Un comentarista señala sobre McCarthy: “Su obra, en conjunto, destaca por una mezcla rica, precisa, de ficción y autobiografía. Es, a juicio de muchos, una de las más grandes escritoras e intelectuales estadounidenses del siglo XX”.

Mary McCarthy fue miembro del  National Institute of Arts and Letters y fue reconocida con galardones como el National Medal for Literature y Edward MacDowell Medal en 1984.

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