Un carpintero paraguayo de 42 años fue asesinado ayer por la mañana en medio de un intento de robo en barrio Alvear, según la principal hipótesis de la pesquisa. El hombre fue a buscar a un vecino para hacer un trabajo, cuando fueron abordados por un grupo de muchachos que les exigió dinero. En medio del asalto se produjo un forcejeo donde la víctima recibió un tiro en la cara, que lo mató al instante. Su acompañante sufrió algunos golpes por los que tuvo que ser hospitalizado.
Oscar González tenía 42 años. Había nacido en Enramada, un pueblo ubicado a 350 kilómetros de Asunción. Era carpintero y llevaba más de 15 años viviendo en el sur de la Argentina. A Rosario llegó a fines del año pasado, para pasar las fiestas con su hermana.
Le gustó la ciudad, se sintió cómodo en barrio Alvear y decidió quedarse. Consiguió una casa en Cagancha al 3800, una calle de tierra paralela a las vías del tren, y se instaló.
Hacía trabajos en madera para obras en construcción y, según su familia, ayer se levantó temprano para ir a resolver unas changas que había conseguido con un vecino.
Según fuentes de la investigación, salió de su casa entre las 7 y las 7.30. Cruzó la calle y aplaudió frente a la vivienda de Lario M., también paraguayo, de 51 años, con quien tenía que terminar un laburo. Su compañero salió a atenderlo, atravesó el patio delantero y, cuando llegó a la vereda, vio cómo un grupo de hombres se bajaba de un auto de color oscuro y se les abalanzaba a toda velocidad, según dijo ante los investigadores.
Hasta anoche los pesquisas no tenían en claro cuántos muchachos fueron los que apretaron a los paraguayos, pero sí que llegaron con la exigencia de que les entregaran “la plata”. Armados, los ladrones obligaron al dúo de obreros a que ingresaran a la casa de Lario, pero mientras cruzaban el patio de ingreso se produjo un forcejeo.
En medio de la pelea el dueño de casa recibió un culatazo y un corte en la cabeza, por lo que tuvo que ser hospitalizado en el Heca. Oscar se llevó la peor parte: una bala se le incrustó a la altura del pómulo y murió mientras sus asesinos escapaban.
De acuerdo con lo que informaron voceros del Ministerio Público de la Acusación, la principal hipótesis que manejan es que la muerte del carpintero paraguayo estuvo enmarcada en un robo; de todas maneras resaltaron que no se descartaba la existencia de otros motivos. La escena del crimen fue peritada por investigadores del gabinete científico de Policía de Investigaciones. El fiscal de Homicidios Dolosos Miguel Moreno, quien tiene a su cargo el esclarecimiento del hecho, cuenta con un testigo presencial del homicidio y varios datos, que no fueron precisados, para establecer la identidad de los asesinos, según dijeron fuentes del caso.
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