“Al fin”, dijo Roberto Di Santo, referente de los comerciantes de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno. Parado sobre un escenario emplazado en la ochava de Cafferata y Santa Fe, dijo lo que todos querían escuchar: al fin terminaron las obras. La nueva Terminal se inauguró ayer por última vez, tras sucesivas habilitaciones parciales. Después de cuatro años de intensos trabajos y con 40 millones de pesos invertidos, la intendenta Mónica Fein cortó la cinta inaugural y recorrió las nuevas instalaciones junto a funcionarios nacionales, provinciales y locales, vecinos, viajeros de paso y comerciantes del lugar.
“Era como se ve. Está básicamente igual. Siempre fue este modelo: arquitectura francesa”. Juan Moscato, dueño de la empresa Micro –que une Santa Fe con Rosario–, muestra a su hijo algunas columnas de la Terminal Mariano Moreno. Con su relato confirma lo que se dijo más de una vez en el acto de inauguración: las obras son de remodelación, preservación y recuperación arquitectónica. Juan y Diego Moscato acaban de salir de la actividad formal. Están contentos. Pasan todos los días en el lugar y celebran: la nueva Terminal está muy bien, el cambio era necesario. Pero no sólo pueden decir eso. Juan Moscato estuvo hace 64 años en ese mismo lugar, el día en que la Terminal dejó de ser ferroviaria para ser de ómnibus. “Antes era una estación de trenes, las boleterías estaban donde ahora están todos los locales. Había andenes de los dos lados y ya tenía todos los servicios, había una escalera y abajo la confitería”, cuenta Moscato padre, mientras recorre y señala, haciendo una suerte de tour histórico. “Desde ese momento, la Terminal sufrió como cuatro cambios edilicios más. Siempre va mejorando. La actividad se incrementa cada vez más”.
En mayo de 2010, el ex intendente Miguel Lifschitz puso en marcha las obras de remodelación de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno. En ese momento se calcularon 18 meses de obra y 22,6 millones de pesos de inversión. Sin embargo, resultaron ser unos cuantos más: cuatro años, otras tantas inauguraciones –pedazo por pedazo– y 40 millones que derivaron en el “al fin” que Di Santo pronunció cual grito victorioso o suspiro relajado.
Ayer fue la frutilla del postre. La Terminal estaba reluciente. La actividad normal de un espacio que no descansa, las colas en el Banco Municipal, las pantallas de televisión que sólo hablaban del Mundial, se mezclaron, por aproximadamente una hora, con el recorrido realizado por la intendenta y funcionarios de todos los niveles del Estado. Hubo hasta música en vivo: dos guitarras en el hall de entrada y un violín y acordeón a la altura de la plataforma 12 colaboraron a que incluso cambien los sonidos cotidianos del lugar.
El recorrido terminó con un acto relajado, corto y conciso. Primero habló Roberto Di Santo. Luego, fue el turno del ministro de Gobierno de la provincia, Rubén Galassi, presente en lugar del gobernador Antonio Bonfatti, quien está en Nueva Zelanda “Se hizo una obra de valor para miles de rosarinos, santafesinos y argentinos”, sintetizó.
El secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, lo siguió en el discurso y destacó la importancia del transporte terrestre de larga distancia. “Es una actividad económica fundamental a la que seguimos apostando”.
La última en tener voz fue la intendenta Fein. “Es un sueño realizado con confianza y transparencia, un ejemplo de coordinación público-privado, no sólo por relaciones económicas sino también humanas”, concluyó.
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