Ciudad

Las alternadoras deberán tener un contrato de trabajo

Es una de las pautas que incluyó el Concejo Municipal y busca evitar la trata de personas.

Por: Agustín Aranda

El Concejo Municipal modificó una ordenanza que semilegalizaba la actividad sexual dentro de los cabarets y whisquerías de la ciudad. Se trata de remover la libreta especial para alternadoras y alternadores, personas que instan al consumo de bebidas y servicios dentro del lugar pero nunca pueden ofrecer sexo. En 90 días, estos negocios del rubro nocturno deberán declarar los contratos con estos trabajadores como condición de habilitación e inspección. El paquete de modificaciones en la que se encuentra la quita de la libreta sanitaria está orientado a combatir la trata de personas y la explotación sexual. Desde la de Asociación de Mujeres Meretrices de la República Argentina (Ammar) se mostraron satisfechas con el cambio aunque aseguraron que ahora van por el reconocimiento del trabajo sexual en todos sus ámbitos.

En los cabarets y whiskerías conviven dos figuras de trabajadores, las/los bailarines y alternadoras/es, que antes de las actuaciones del Concejo Municipal no se conceptualizaba en las ordenanzas. En diciembre del año pasado, los ediles Mariana Alonso, Norma López, Clara García, Daniela León, Edgardo Falcón, Viviana Foresi, Pablo Colono, Orlando Debiasi, Gonzalo del Cerro, Alfredo Curi y Miguel Zamarini enviaron un paquete de modificaciones sobre las ordenanzas de espectáculos públicos (7.218) y otorgamiento de libretas sanitarias (4.132). Entre las más importantes se destacan el cambio del artículo 9 de la ordenanza de espectáculos públicos, donde se reglamentó que la actividad de la alternadora consiste solamente en instar a los consumos de bebidas y distintos servicios dentro del lugar (bailes) pero nunca ofrecer servicios sexuales. Para esta figura, la ordenanza de libretas sanitarias exigía una actualización semanal a partir de un examen clínico cutáneo mucoso de secreción vaginal, y otro mensual en lo relativo a reacciones serológicas para determinación de portadores de enfermedades venéreas como VDRL y otras.

En diálogo con El Ciudadano, la concejala por Frente Progresista Mariana Alonso, a cargo de la elaboración de distintas modificaciones a los cuadros reglamentarios de las whisquerías y cabarets, explicó: “La libreta sanitaria para las alternadoras y alternadores era especial y restringida. El documento estipulaba que se realizaran análisis diversos para impedir la transmisión de enfermedades sexuales. Sin embargo, la ley nacional de profilaxis estipula que está prohibido prestar el servicio sexual en lugares de diversión nocturna. Entonces, la ordenanza que se modificó semilegalizaba las prácticas sexuales de las alternadoras”. La contradicción entre normativa nacional y local motivó la modificación, que estuvo acompañado con otras medidas que apuntan al sector nocturno y fue aprobada antes de finalizar el año legislativo 2010 en el Concejo Municipal. “La vieja ordenanza deviene contradictoria e ilegal frente a una situación también relacionada con la trata de mujeres y explotación sexual. Es una forma de prevención”, aseguró Alonso.  De acuerdo con la edila, el paquete de modificaciones en la que se encuentra la quita de la libreta sanitaria está orientado a combatir la trata de personas y la explotación sexual. De esta manera, Rosario se unirá a distintas ciudades de la provincia de La Pampa, y otras urbes como Mar del Plata, que han modificado el requerimiento de sus legislaciones.

“La revisión normativa surge a partir de la problemática de trata de personas y explotación sexual que se va agravando en Argentina. Cada vez más aumentan los casos de chicas que son captadas por redes de trata”, reflexionó la concejala. Según apuntó la concejala, no existe un registro de alternadoras en la ciudad aunque sí se aprobó una modificación en el régimen de fiscalización de los locales nocturnos que llevan adelante la actividad de whisquería y cabarets. “Los dueños tienen que presentar la totalidad de los contratos con estas mujeres u hombres que trabajan como alternadoras como un requisito de habilitación e inspección. Esto facilita que se releve si hay mujeres mayores de 18 años documentadas trabajando también considerando el factor ocupacional”, señaló Alonso, quien se mostró satisfecha con las medidas aplicadas durante el último mes del año pasado. “Fue un avance que a fines de diciembre el Área de la Mujer haya puesto en marcha una capacitación para los inspectores municipales para agiornarse a las normativas, que incluyen cambios con respecto a la trata de mujeres”, informó la edil y agregó: “La Dirección de Inspecciones está enviando documentos informativos a los dueños de los cabarets y whisquerías de la ciudad para que adhieran a las normativas en un tiempo no mayor a 90 días”.

Consultada por la modificación, Claudia Lucero, titular de Asociación de Mujeres Meretrices de la República Argentina (Ammar), se mostró satisfecha con la medida. “Estuvimos de acuerdo con la nueva ordenanza. Tuvimos varias reuniones con Alonso pero seguimos pensando que debemos luchar por la derogación de la ley y el reconocimiento del trabajo sexual”, apuntó Lucero, quien indicó que no es sencillo calcular la cantidad de alternadoras en la ciudad debido a que existen muchos “privados”, por lo que se hace difícil la estadística.

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