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Todos indignados

Hollande defendió a Charlie

Ante la ola de protestas en varios países musulmanes contra la tapa de la revista con Mahoma caricaturizado, otra vez, el presidente francés recalcó que su país “tiene principios y valores, y en especial el de la libertad de expresión”.


El presidente François Hollande subrayó ayer el compromiso de Francia con la libertad de expresión, tras las violentas protestas en varios países musulmanes, particularmente en África, contra la nueva caricatura del profeta Mahoma publicada en la revista Charlie Hebdo. “Francia tiene principios y valores y entre esos valores se encuentra sobre todo la libertad de expresión”, dijo Hollande, de visita en la ciudad de Tulle, una semana después de los atentados yihadistas en París que dejaron 17 víctimas fatales.

En Níger se registraron ayer nuevas manifestaciones, incluso en Niamey, y la quema de tres iglesias.

La violencia se extendía a varios barrios de Niamey al punto que el gobierno de Francia exhortó a los franceses residentes en la capital nigerina a que no salgan de sus viviendas. El viernes pasado las protestas dejaron en Níger al menos cuatro muertos y decenas de heridos.

Ayer aparecieron inscripciones en la pared del centro cultural francés de Gaza, prometiendo “el infierno” a los periodistas de Charlie Hebdo.

Anteayer miles de personas se manifestaron en el mundo musulmán tras la tradicional oración del viernes en países como Senegal, Argelia, Afganistán y Níger.

En Pakistán, los enfrentamientos frente al consulado de Karachi acabaron con un fotógrafo de la AFP gravemente herido.

Preguntado por los periodistas sobre las banderas francesas quemadas en las manifestaciones de varios países, en particular en África, Hollande respondió: “No hemos terminado con este tipo de comportamientos, habrá que castigarlos porque lo que ocurre en Francia es intolerable, pero también en el extranjero”.

Francia apoyó a esos países en “la lucha contra el terrorismo”, esgrimió el presidente francés.

“Pienso en particular en esos países que a veces no pueden comprender lo que es la libertad de expresión, porque se les ha privado de ella. Quiero expresarles mi solidaridad, pero al mismo tiempo Francia tiene principios y valores, y especialmente la libertad de expresión”.

Un slogan y su contracara

“Je suis Charlie” (Yo soy Charlie), el eslogan creado en Twitter por Joachim Roncin, de 39 años, director artístico de un semanario de moda, que se multiplicó por el mundo horas después del ataque, tiene su contracara en “Je ne suis pas Charlie” (Yo no soy Charlie), reivindicado por numerosos franceses, principalmente por la mayoría de los casi seis millones de musulmanes que viven en Francia. Pero además, hay nuevas consignas en los países de mayorías de fe en el Islam que se hicieron visibles en las protestas de los últimos días como “Je suis Muslim” (Yo soy musulmán) y “Stop Charlie”.

“¿Qué se esconde detrás de Charlie? ¿Quién es Charlie? Somos todos pero ¿a quién representa? El eslogan lo creó un publicista y decenas de personas fueron corriendo a patentar la marca. Están tapando nuestros verdaderos problemas y nos piden unidad nacional”, dijo Valerie, una politóloga parisina de 28 años, según recogió un cronista de la agencia Télam en la capital francesa.

“Soy Charlie, pero también soy las víctimas de Boko Haram en Nigeria y Camerún, los 43 estudiantes mexicanos, la Palestina y todos los conflictos silenciados”, pudo verse en una foto compartida en las redes sociales de un cartel en la manifestación en París el pasado domingo 11 de enero para repudiar el atentado.

“Dicen que toda Francia salió a la calle, pero no había ni el diez por ciento de la población. La emoción no nos deja ver el fondo y las reacciones políticas son precipitadas”, apuntó la joven politóloga.

Las voces discordantes buscan hacerse oír; numerosos son los que afirman que el debate en torno de los atentados se centra en el reclamo de mayores medidas de seguridad y no en abordar con responsabilidad el racismo o el contenido provocador del semanario satírico, que en los últimos años centró sus chistes en el mundo árabe.

“Condeno el atentado y los ataques que tres idiotas cometieron en nombre del Islam.
Pero yo no soy Charlie, porque soy musulmán y tolero a las otras religiones, y no podría defender nunca a una revista que me trató de estúpida por creer en un Dios”, respondió Nawal, un estudiante de Historia de 23 años.

Editorialistas y líderes de opinión también expresaron su incomodidad por tener que adherir a una frase. “Cuando hay más de 50 ataques contra mezquitas o musulmanes en una semana, hay que potenciar la educación. Los medios son responsables de la estigmatización que vivimos los musulmanes en Francia”, remarcó Asif Arif, abogado y periodista, en una columna en el The Huffintong Post.

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