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Enseñanza de lengua materna en crisis

Investigadoras de Cuyo analizaron deficiencias en la transmisión del lenguaje. Falta de comunicación familiar y con educadores son la principal falencia.

Investigadoras de la Universidad Nacional de Cuyo formaron un grupo para desarrollar conocimientos sobre la adquisición del lenguaje en niños a una edad temprana. Los resultados de sus indagaciones son aplicados en capacitaciones para docentes, en las que proponen conceptualizar la adquisición del lenguaje desde un enfoque cognitivo y reflexionar acerca de esta problemática específica en la primera infancia, para desarrollar habilidades que permitan elaborar secuencias didácticas y contribuyan a lograr una adquisición temprana del lenguaje.

“Los educadores deben asumir todas las dificultades socioambientales que aparecen en la actualidad, como la situación de vulnerabilidad de los niños por la falta de contención familiar; las escasas oportunidades de comunicación verbal interfamiliar; la falta de tiempo dedicada al juego creativo y el desarrollo de la fantasía y la imaginación, entre otras. En este contexto, el docente es, en muchos casos, el agente fundamental para acompañar y garantizar un desarrollo lingüístico adecuado. Sin embargo, a veces no está preparado personal y profesionalmente para afrontar este desafío”, explica la magíster María Elena Isuani, integrante del grupo de investigadoras.

“Lo que intentamos, a través del curso, es ayudar a los docentes a reorientar sus conocimientos hacia un desarrollo adecuado y efectivo del lenguaje, creando el espacio y el tiempo para que cada niño pueda expresarse desde sus posibilidades individuales y logre el desarrollo de sus capacidades de comunicación intersubjetiva a través del juego y el aprendizaje sistemático de formatos textuales como la narración y el diálogo, esenciales para la socialización y la construcción de la intersubjetividad en esta etapa de la vida”, agrega Isuani.

La investigación se basa en un enfoque del lenguaje que, desde una perspectiva cognitiva, conjuga aportes de diversas disciplinas y teorías, como la Psicolingüística Evolutiva, la Lingüística, la Pragmática y la Didáctica.

Según expone la investigadora, la adquisición de la lengua materna es una de las competencias más importantes que debe estimular y desarrollar la escuela por ser una de las habilidades de mayor incidencia en las posibilidades futuras de desarrollo personal y de movilidad social del individuo. Y explica que “todos los niños en circunstancias normales desarrollan el lenguaje en la primera infancia sin un aprendizaje sistemático. La importancia está en el abordaje de esta temática por parte de los adultos que tienen intervención en el cuidado y educación de niños en la primera infancia”.

A las problemáticas mencionadas que inciden en el proceso de aprendizaje de los niños, pueden sumarse trastornos específicos del lenguaje que deben ser detectados en forma temprana para su abordaje terapéutico. De ahí la importancia de realizar en esta etapa tareas de diagnóstico y prevención que favorezcan un desarrollo adecuado.

“Desde hace más de diez años, en nuestro país se reconoce en la población escolar un déficit en cuanto a los logros generales en competencia lingüística y comunicativa. Puede argumentarse que ciertos factores extraescolares de tipo socioeconómico inciden en los resultados. Sin embargo, estudios empíricos evidenciaron que no existe una diferencia significativa en lo cualitativo entre sujetos provenientes de distintos sectores sociales e, incluso, geográficos”, detalla la profesional.

En los últimos veinte años, las ciencias del lenguaje pusieron especial atención en las investigaciones sobre la adquisición y desarrollo de la lengua materna desde un enfoque psicolingüístico y sociocognitivo, dado que ya no se la entiende como una mera actividad basada en destrezas imitativas, sino como un proceso complejo de índole cognitivo y de carácter interactivo, inferencial y estratégico.

La adquisición del lenguaje implica una actividad cognitiva muy compleja, ejecutada por un sujeto concebido como un procesador activo que, de manera constante, antes, durante y después del proceso, aplica conocimientos, habilidades y una serie de estrategias cognitivas y discursivas para construir significado. En este sentido, Isuani comenta: “Mucho antes de que aparezcan las primeras expresiones lingüísticas efectivas, los niños procesan los estímulos lingüísticos de su entorno y se comunican con un protolenguaje, que se convertirá pronto en lenguaje verbal en cuyo desarrollo transforma a los niños en hablantes competentes de la lengua”.

“El desafío de las instituciones responsables a cargo de niños en etapa de adquisición del lenguaje consiste en estimularlos y acompañarlos, aplicando estrategias didácticas tendientes a favorecer la adquisición y desarrollo de la lengua materna. Por eso, el docente de nivel inicial y primer ciclo debe ser un profesional formado en las ciencias del lenguaje y atento para identificar y describir con minuciosidad las dificultades lingüísticas de los niños, establecer sus causas y planificar los recorridos pedagógico-didácticos orientados a superarlas”, concluye la investigadora.

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