Los concejales del interbloque del Frente Para la Victoria, Lorena Giménez Belegni, Marina Magnani, Norma López y Eduardo Toniolli, junto con la diputada nacional del FPV Lucila Di Ponti, participaron ayer de una reunión con los empleados de Sol Líneas Aéreas en el aeropuerto Islas Malvinas.
“La preocupante situación que están atravesando desde hace días los trabajadores de la aerolínea Sol tras la quiebra decretada por la empresa rosarina no nos es ajena. Pero además, esto afecta a la conectividad de Rosario, ya que durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Aerolíneas Argentina había hecho un acuerdo con la firma local para realizar vuelos de cabotaje que ahora, claramente, se perderían. Esto es otra de las demostraciones del modelo de gobierno de Mauricio Macri”, expresó Norma López.
Además, la edila del FPV sostuvo que “con la quiebra de Sol hablamos de pérdidas de fuentes de trabajo, de familias que están a la deriva. Debemos destacar que esto no es más que otra pérdida de soberanía, como fue la venta de los satélites Arsat, que perjudicará directamente a Rosario y a la región por su falta de conectividad con el resto del país. Resistamos entre todos estas medidas que no hacen más que vender la patria, la misma patria que ganamos durante los últimos 12 años”.
Los 220 empleados de Sol, cuyos puestos laborales peligraban desde el 15 de enero pasado cuando la firma presentó quiebra y canceló todos sus vuelos programados, aceptaron el último miércoles la propuesta de la patronal de mantener a los trabajadores cesanteados “con licencias con goce de sueldo, en tanto se resuelva la venta de la empresa”. Así se informó oficialmente, con lo que se descomprimió el estado de tensión generado a partir de la decisión de la empresa de capitales rosarinos de dejar de operar por haberse caído un acuerdo con Aerolíneas Argentinas, mediante el cual recibía un aporte de alrededor de 1 millón de pesos mensuales para mantenerse operativa.
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