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Ira uniformada

El inaudito día de furia de un policía

Fue procesado por secuestrar y golpear a su yerno en una comisaría. Atacó a joven al enterarse de que salía con su hija.


El juez Juan Andrés Donnola, a cargo de la causa.

Fue procesado por secuestrar y golpear a su yerno en una comisaría. Un policía de 42 años fue procesado por amenazar, golpear y retener en una comisaría al novio de su hija. Según los dichos de la víctima, el uniformado lo encontró en la calle, lo obligó a subir a su auto, lo ingresó en la seccional donde trabajaba y, junto con un grupo de colegas, lo molió a palos; luego, antes de liberarlo, le dijo que lo iba a matar si hacía una denuncia en su contra. En medio de un mar de pruebas y testimonios, el juez de Instrucción Juan Andrés Donnola entendió que las sospechas sobre el policía tenían fundamento, decidió encausar al uniformado y exigió que, si logra salir airoso del proceso penal en su contra, no sea reincorporado a su trabajo sin antes ser sometido a pericias médicas, debido al “lapidario” informe psiquiátrico que recibió durante la investigación, que demandó casi siete años.

De acuerdo a la denuncia que hizo Jonatan S. y sus padres, el 27 de agosto de 2009 el agente Ariel Reinaldo S. tuvo su día de furia, desbordado de ira porque el muchacho estaba de novio con su hija Bárbara. A eso de las 14 de aquel día lo fue a buscar a la casa de Estela, su mamá, que vive en un asentamiento precario de La Paz y Felipe Moré. Ni bien llegó, tiró la puerta abajo a patadas y, armado con una escopeta, le exigió a la mujer que le dijera dónde estaba su hijo, según el describe el fallo. La señora le aseguró que no conocía el paradero del muchacho y el policía le avisó que donde lo enganchara le agujereaba un pulmón.

Siempre según los dichos de los denunciantes, luego de abandonar la casilla de Estela, el agente se subió a su auto particular y se fue a recorrer el barrio para intentar encontrar a Jonatan. Lo halló con su hija, media hora después, a 5 cuadras del lugar, en Riobamba y Liniers. Bajó del coche con el arma en la mano, obligó al muchacho a subirse al vehículo y lo trasladó hasta la comisaría 14ª, donde cumplía funciones.

Dentro de la seccional, el joven fue obligado a desnudarse, para luego recibir una golpiza por parte de su captor y otros dos uniformados, los que fueron identificados, según reconstruye el fallo judicial. Le pegaron patadas en el cuello, el pecho y la espalda. También lo azotaron con un jabón envuelto en una remera. Cerca de las 15.30 el calvario de Jonatan llegó a su fin. El padre de su novia lo amenazó con iniciarle una causa por robo calificado si volvía a ver a su hija, lo volvió a subir a su auto y lo abandonó en Pellegrini y Liniers, diciéndole que si le contaba a su padre lo que le había hecho los iba a matar a ambos.

Las pericias

Tras la denuncia realizada por el muchacho y su familia, el Juzgado de Instrucción 10ª inició una investigación sobre lo ocurrido y el Ejecutivo separó de su cargo al policía. En base a los datos obtenidos fue que el magistrado Donnola decidió procesar esta semana el agente Ariel Reinaldo S. El juez del viejo sistema penal entendió que los estudios médicos que le hicieron a Jonatan coincidían con sus dichos.

A su vez, se mostró alarmado por los resultados de los estudios psiquiátricos que le realizaron al policía. De acuerdo con este peritaje, el uniformado es una persona extremadamente ansiosa, con escasa capacidad de autocrítica. Presenta dificultades para controlar sus impulsos, tendencia explosiva, debido a su bajo nivel de tolerancia a las situaciones que considera adversas y no muestra remordimientos por la conducta que tuvo aquel día.

Para el procesamiento Donnola también se basó en las pericias realizadas al celular de la víctima que, en base a los registros de antena, lo ubicaron en el lugar y los momentos que el joven marcó en su denuncia. Por último recomendó que el acusado sea sometido a tratamiento psicoterapéutico a la brevedad y que, si logra salir airoso del juicio en su contra, no sea reintegrado a sus tareas como policía sin antes ser evaluado por la división Medicina Legal, Área Salud Mental.

Por todo ello es que el agente fue procesado por sustracción agravada de persona cometida por parte de un agente perteneciente a una fuerza de seguridad, amenazas coactivas con arma y lesiones leves.

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