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Con la cabeza en otro lado: Newell’s jugó mal y perdió ante Boca 2-1

La Lepra tuvo un desempeño para el olvido y con poco, el Xeneize se quedó con una victoria que pega fuerte en el Parque. A diez días del choque ante Corinthians por la Sudamericana, el equipo de Heinze pareció desenfocado. Otra vez le anularon un gol a Recalde para la polémica

Foto: Juan Jose García

Perder no siempre duele igual. A veces se juega bien y no se liga o hay baja eficacia. Otras hay arbitrajes siniestros que perjudican. Y están los partidos donde se juega mal y la derrota es producto de ese rendimiento opaco. Eso fue lo que sucedió en la Bombonera. Newell’s tuvo un partido pobre, sin juego y sin alma, y Boca, que salió a jugar con un solo delantero, con muy poco se quedó con un triunfo 2-1 que genera preocupación en el Parque a sólo diez días del cruce con Corinthians por la Sudamericana. Y por si fuera poco, otra vez hubo un fallo arbitral que le quitó a la Lepra un gol lícito, y la situación ya roza lo delictivo.

Boca propuso una alineación para cortar los circuitos de juego de Newell’s. Almirón no se sonrojó con salir en la Bombonera con un solo delantero, y esa idea le dio resultado, ya que la Lepra jugó con incomodidad. Muy marcado Juan Sforza, apenas hubo unos minutos donde Cristian Ferreira encontró el balón entrelíneas, pero fue demasiado poco para aspirar a anotar en el arco de García.

Newell’s tiene un ADN que impone Heinze, y esa idea de jugar siempre, que el rival conoce e intenta aprovechar, a veces debería tener atajos para no correr riesgos. Eso no sucedió en el inicio del partido en la Bombonera, y el elenco rojinegro se complicó solo. Ayudaron los malos controles de pelota de Pérez Tica, Portillo y Mosquera, llenos de imprecisiones.

La Lepra tentó a Boca a animarse un poco. Y Valentín Barco, el más ofensivo de la cancha por intención, metió un desborde sin oposición y sacó un centro cerrado y potente que encontró adelantado a Hoyos, que en su afán de sacar la pelota no hizo más que meterla dentro del arco. Echenique le dio el gol al juvenil de Boca, aunque sin el aporte del arquero leproso hubiera sido imposible que le pelota terminara en la red.

A Newell’s le cuesta horrores recuperarse cuando le anotan primero. Mucho más si juega fuera del Coloso. Por eso la perspectiva del partido no era la mejor. Aunque el equipo de Almirón tampoco es garantía de nada y por eso el resultado estaba lejos de ser sentencia definitiva.

A veces los partidos tienen momentos de quiebre. Y este no fue la excepción. En el cierre del primer tiempo se equivocó Fabbra en la salida y la pelota llegó hasta los pies de Ferreira, pero su remate encontró una gran atajada de García. Newell’s desperdició su oportunidad de empatar, Boca lo madrugó y puso un 2-0 casi inalcanzable. El Xeneize sacó del medio en el complemento y a los 16 segundos Medina aprovechó un centro –otro más- de Barco y anotó.

Newell’s necesitaba de una señal rápida si quería mantenerse en juego. Y la tuvo a los 15 minutos, tras una pelota parada que cabeceó Velentini hacia adentro y encontró a Recalde de frente al arco, para que el paraguayo mandara la pelota a la red. Otra vez el festejo se frustró por un fallo arbitral. Echenique vio un agarrón de camiseta de Ortiz y anuló el gol, cuarto grito que le impiden al atacante paraguayo. Esas jugadas imperceptibles que para Newell’s son goles anulados, una vez más. Para que las sospechas de una mano negra tengan más argumentos.

A Newell’s no le sobraron ganas en todo el partido, y el gol anulado le sacó el poco ánimo que le quedaba. Y el gol de Recalde en el descuento fue un premio consuelo para el paraguayo.

La Lepra empezó a pensar en Corinthians antes de tiempo y fue a la Bombonera con la cabeza en otra parte. Y fue derrota preocupante, que abre interrogantes. A pocos días del cruce de octavos por la Copa, Heinze deberá trabajar en lo futbolístico y reordenar ideas. Porque la Sudamericana es lo único que queda.

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