Policiales

Escalada de violencia

Caso de la beba Francesca: familiares denuncian amenazas fuera del hospital

Asoman hipótesis del conflicto entre adolescentes en Tablada que dejó internada por un disparo a una niña de 1 año. Familiares denunciaron que sufrieron aprietes por parte de allegados a los sospechosos de disparar, quienes esperan rueda de reconocimiento. Apuntan contra la llamada banda de Seguí


Gentileza Maxi Raimondi

Mientras los familiares de Francesca Piñero, la beba de un año baleada el jueves por noche en barrio Tablada, esperan novedades sobre el estado de salud, el conflicto que tiene a ese barrio de zona sur sumó un nuevo capítulo de violencia, esta vez en el hospital de Niños Víctor J. Vilela. Allí el sábado por la tarde dos personas vinculadas con los sospechosos de disparar en pasaje Iberia al 100 bis protagonizaron incidentes con allegados a la menor. Los cruces incluyeron amenazas de muerte y denuncias de ambos grupos, todo en el marco de disputas que tienen como animadores a jóvenes de entre 13 y 20 años, en la que se mezclan venganzas y el control del territorio para el narcomenudeo, señalan detectives.

Frente a medios televisivos, familiares de la beba denunciaron que una pareja vinculada con los tres sospechosos detenidos en 24 de Septiembre y Guerrico luego del ataque se hizo presente en el hospital Vilela y los amenazó de muerte. Puntualmente, señalaron que el blanco fue Fabricio, un adolescente de 13 años que –según los investigadores– era el destinatario de la balacera. “Te la tenemos jurada y te vamos a matar, Momo”, dijo la pareja, según los denunciantes.

Fuentes policiales identificaron a la pareja como Alan S. y Milagros N. quienes, a su vez, acusaron a familiares de la beba de haberlos agredido y robado.

Nombres conocidos

Un familiar de la beba, que fue operada por segunda vez y sigue en estado reservado, acusó Priscila A., una adolescente de 16 años detenida junto a Santiago P. y Elian B., de ser quien efectuó los disparos. En tanto, los jóvenes pasarán este martes por una rueda de reconocimiento, según resolvió la jueza Paula Álvarez en la audiencia imputativa. Por su parte, Priscila quedó a disposición del Juzgado de Menores donde brindó declaración, confiaron fuentes judiciales. Según fuentes policiales, los tres están sindicados de integrar la llamada banda de Seguí, con asiento en La Planchada, como los vecinos le dicen al sector de ese bulevar y Chacabuco, y en Esmeralda al 3700.

“La piba que le tira a mi sobrina está embarazada y ya tiene un homicidio, es la hija de la famosa Chana (Marta B.) que vende drogas en Tablada”, acusó un tío de Francesca frente al móvil en vivo de Canal 3. Ese homicidio previo, aseguró un detective, fue el de Lautaro “Corianito” Ruiz, de 14 años, un episodio catalogado de trágico ocurrido en diciembre de 2017 en 24 de Septiembre y Guerrico ya que el tiro que mató al chico –aseguran– fue accionado accidentalmente mientras un arma era manipulada. Entonces, por su edad, Priscila no era punible.

Más cerca en el tiempo, fuentes vinculadas con la pesquisa mencionan la tentativa de homicidio de Brian S. el pasado 4 de septiembre en Benito Júarez y Medici como un posible móvil del conflicto entre algunos familiares de la beba baleada y la banda de Seguí. Brian S. es hermano del antes mencionado Alan y de Lucas S., pareja de Priscila, actualmente detenido en el Instituto de Recuperación del Adolescente Rosario (Irar). Según los investigadores, tiene 17 años y está sospechado de episodios de violencia en la zona de Tablada y el Fonavi de Grandoli y Gutiérrez.

La misma jornada en que balearon la fachada de Pasaje Iberia al 100 bis hubo también otras balaceras en distintos sectores del barrio. El plomo nueve milímetros que dejó internada a la beba fue el corolario de un escalada de violencia. “La criatura no tiene la culpa de los problemas que tienen los grandes”, expresó un familiar.

Un vocero de la investigación dijo que el negocio del narcomenudeo asoma como punta de lanza del conflicto: “Todo el problema está atravesado por la problemática de drogas”. Y agregó: “Estos pibes se criaron en ambientes signados por la pobreza, el consumo problemático, las muertes violentas de adolescentes y la alta circulación de armas”.

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