El Hincha

Una decisión muy tribunera, por José Odisio

Javier Torrente decidió “guardar” al equipo hasta la finalización del torneo, una medida inesperada, que no garantiza poder sacar a flote a un equipo golpeado física y futbolísticamente.

Javier Torrente decidió “guardar” al equipo hasta la finalización del torneo, una medida inesperada, que no garantiza poder sacar a flote a un equipo golpeado física y futbolísticamente, pero al menos provoca simpatía en los hinchas, algo que el entrenador no debe haber pasado por alto a la hora de tomar la determinación.

No hay dudas que Torrente busca con esta decisión revertir un momento del equipo muy desfavorable, pero a primera vista esta concentración prolongada lo primero que genera es un “efecto tribunero”, que va a contrapunto con el lógico disgusto del plantel.

El técnico tiene que haber advertido que una medida de este tipo deja “expuesto” a los futbolistas. Si aparecen los resultados favorables podrá interpretarse que estaban “desconcentrados”, dentro y fuera de la cancha, algo que dejaría mal parado a un grupo que en estos dos años demostró mucho profesionalismo y estuvo ajeno a “distracciones” extrafutbolísticas.

También podría afirmarse que el entrenador no titubea a la hora de tomar una determinación. Y un técnico de “mano dura” nunca está mal visto. Claro que Torrente no necesitaba de esta medida para mostrar firmeza. ¿O acaso la semana pasada no dejó afuera del equipo a varios nombres importantes para incluir juveniles?

Lo cierto es que el entrenador no le encuentra la vuelta al problema y decidió jugar una carta fuerte y a la vez riesgosa. Por ahora se ganó el beneplácito de los hinchas y la antipatía de los jugadores. Y como siempre sucede los resultados serán los que darán el veredicto. Si el equipo se recompone, Torrente saldrá fortalecido. Si todo sigue igual, el técnico quedará muy mal parado.

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