Edición Impresa

Un simpático candidato

Por: Luis Novaresio, especial para El Ciudadano.

Miguel del Sel apuntala su campaña electoral en varias presunciones y en una sola certeza. Por el lado de las intuiciones cree que Carlos Reutemann, más tarde o más temprano, va a jugar para él. Siente que va a capitalizar los votos de la interna de los peronistas no kirchneristas, especialmente los que fueron para Omar Perotti, y cree haber capturado a los radicales seducidos y abandonados por Hermes Binner. Su mayor verdad es que es el candidato a gobernador de Santa Fe más querido por la gente y el único capaz de ingresar, con la misma facilidad,  a una asociación empresarial o a una villa de emergencia cosechando en ambos casos abrazos y besos de sus interlocutores. “Los otros no pueden con las dos cosas”, les dice a sus íntimos.

Esta semana desde el búnker de PRO se difundieron tres encuestas distintas en las que se muestra ganador al cómico santafesino. Jaime Durán Barba, el gurú ecuatoriano de Mauricio Macri, les aseguró que si la elección fuera hoy triunfarían por 3 puntos. Un estudio privado de 2.000 casos efectivos de toda Santa Fe firmado por una consultora porteña marca un empate técnico con 31% para el PRO, 30 % para el Frente Progresista de Antonio Bonfatti y 24% para Agustín Rossi. Sin embargo, la vedette que puso alegría y envalentonó al ex Midachi fue una presunta filtración de los equipos técnicos del Partido Socialista que, con firma de mujer, otorga 31 puntos a Del Sel y 29,7 al actual ministro de Gobierno local. El más obsesionado por los números es el candidato a vice, Osvaldo Salomón, que suele romper su tradicional mesura cuando relata las estadísticas. “Te aseguro que los números son impresionantes”, le dijo a un intendente del norte que conoce desde hace décadas. “Es cierto que no tanto como el cariño que le brindan a Miguel. Nunca vi como ahora a la gente con este ánimo: en los pueblos salen de sus casas para abrazarse y sacarse fotos con él”, confió Salomón a su colega de gestión.

¿Quién es el candidato Del Sel?

Tratar de definir ideológicamente a este hombre que tres domingos antes de la elección a gobernador va a cumplir 54 años no es sencillo. No usa definiciones tajantes. Se cuida a la hora de alzar o arriar banderas contundentes. Sus vinculaciones parecen ubicarlo del centro a la derecha. Charla como amigo con Daniel Scioli (“me dio consejos y me alentó a que me largue”, suele confesar), con el intendente de Tigre Sergio Massa, consulta seguido a Eduardo Duhalde y, por supuesto, su afecto por Mauricio Macri va de compartir un picado de fútbol a desear que el jefe de Gobierno porteño alguna vez sea presidente. Espera fotografiarse con él en una recorrida prevista por Ceres, Reconquista y Tostado.

Con Cristina jamás habló y tampoco con ninguno de los integrantes de su gobierno. Sus asesores dicen tener ya cerrados varios encuentros internacionales para los próximos días: uno con José María Aznar, el líder del Partido Popular que quiso tergiversar la historia del atentado de Atocha en Madrid, y otro con el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani. “Ya sé que los periodistas me van a querer correr con que soy partidario de la mano dura de la Policía”, confesó Del Sel en una tertulia de amigos. “Yo sólo quiero aprender cómo imponer  mano justa y orden”, resume el candidato. También espera poder visitar  a los responsables del Banco Interamericano de Desarrollo para testear un eventual endeudamiento que motorice obra pública en su gestión, en caso de ganar. “Y además voy al living de Susana (Giménez) la última semana”, le dijo el propio Miguel a un cronista que lo miró sorprendido.

No obstante esto, su indudable simpatía, buen trato y sus gestos derriban las clasificaciones tradicionales de derecha-izquierda. Sabe lo que es la pobreza porque la vivió en primera persona y por eso se comunica con los que están excluidos con fluidez y sinceridad, cosa que no supieron ver los torpes y vergonzosos gestores del Inadi nacional, hoy decapitados por potentes indicios de corrupción, que lo denunciaron cuando, en campaña, Del Sel habló de los “negritos” de su provincia. En los barrios más humildes pregunta por cloacas, vacunas y asistencia a la escuela. Toma mate en una villa y se muestra con sinceridad sensible a las exclusiones.

Su equipo de trabajo luce muy joven: viste el clásico uniforme PRO de pantalón y saco azul sin corbata y, por supuesto, camisa celeste. Hoy trabaja a full para suplir la evidente falta de experiencia del candidato y su poco, o nulo, discurso frente a los temas concretos de gestión. Están dirigidos por Luciano Laspina que, en caso de ser gobierno, aparece como un indudable coordinador de gabinete. Este joven, graduado en Ciencias Económicas de la UNR, es máster en la Universidad del Cema del ex ministro de Economía Roque Fernández, fue adscripto al estudio de Miguel Ángel Broda, asesor del Banco Central y del Banco Ciudad y hoy es cabeza de la Fundación Pensar, el think tank del PRO vernáculo.

¿Más nombres para el gabinete? Ninguno. ¿Definiciones sobre otros temas? “Si ganamos tenemos 5 meses antes de asumir para cerrar propuestas y nombres”, relata a los suyos Salomón en sus recorridas por la provincia, donde cuenta que en esta semana que comienza presentarán un libro PRO de ideas de gobierno. ¿Tópicos urticantes? “Sobre el aborto creo que hay que discutir. No se puede dar una respuesta general”, define el candidato. “No creo en la despenalización de la tenencia de droga para uso personal. Es un tema muy duro (sic)”, remata el Midachi. ¿A quién va a votar en octubre? Aquí no hay dudas. Miguel del Sel votará la fórmula Duhalde-Das Neves. Y se atreve a más. En una segunda vuelta, apoyaría, desde lo personal, a cualquiera que no fuera Cristina. “Incluso a Carrió o a Binner, ¿por qué no?”, le dijo a su más íntimo asesor.

Ambulancia para heridos en la interna

Miguel del Sel cree que muchos radicales no van a votar a Antonio Bonfatti. No sólo cuenta con el aval explícito de dirigentes como Jorge Boasso, quien por estos días destila bronca irredimible contra el socialismo, sino que se apoya en gestos como uno del intendente de Avellaneda, Orfilio Marcón, el que hace unas horas presentó la fórmula PRO con los honores de los elegidos. “Y hay muchos más que no se animan a tanto pero te llaman y te dicen que están con nosotros”, cuenta Del Sel en mesa de amigos aludiendo elípticamente, entre otros, al propio presidente de la UCR, Hugo Marcucci

Con los electores de Omar Perotti el PRO siente algo similar. “No alcanza con una foto o una diputación para transferir votos”, le dijo Osvaldo Salomón a un presidente de comuna del departamento Castellanos que asistió a la presentación de Del Sel en su pueblo. Otro desencantado de las huestes peronistas que es visto con afecto por el hombre de Macri en Santa Fe es Jorge Obeid. “El Turco está con nosotros. No puede hacer muchas olas porque su hija va como candidata a diputada provincial del PJ. Pero está con nosotros”, comenta un armador del equipo de Del Sel.

La gran incógnita, para variar, es Carlos Alberto Reutemann. Nadie descarta que haya contactos telefónicos con él. Algunos aventuran que el intermediario para el acercamiento sería nada menos que un ex presidente de la Nación con mucha prensa por estos días, quien le ha pedido nombres al ex piloto para sumarlos a la propuesta PRO en Santa Fe. Y no para el mes de julio. Sino para más adelante.

Comentarios

10