Ciudad

Relevamiento

Trabajan para cuando haya más agua en la red

Tareas de Assa dejaron a la ciudad y alrededores sin suministro en horas de la madrugada. Analizaron el estado del río subterráneo que va desde Arroyito hasta Italia y Ocampo.


Con la mira en la puesta en funcionamiento del Acueducto Gran Rosario, Aguas Santafesinas (Assa) realizó en la madrugada de ayer trabajos de relevamiento sobre el río subterráneo, un conducto que transporta agua desde la planta potabilizadora de Arroyito, en el norte de la ciudad, hacia la estación de Italia y Ocampo, desde donde el suministro se re-bombea hacia toda la ciudad y localidades vecinas. Las tareas obligaron a un corte del suministro desde la medianoche que se fue reponiendo progresivamente hasta su totalidad en las primeras horas de la mañana, por lo que el impacto sobre la población, según informaron desde la empresa, fue prácticamente nulo.

La labor fue emprendida por dos buzos que se sumergieron para analizar las condiciones de infraestructura de este conducto de 6.700 metros de extensión y 2,60 metros de diámetro que transporta un inmenso caudal de agua desde la planta de Arroyito, ubicada en French y Echeverría, hasta la estación “C” de Assa, emplazada en Italia y Ocampo.

“Se trató de la verificación de algunos aspectos puntuales de este conducto, por lo que tuvimos que dejar por un par de horas sin suministro de agua a todo Rosario, Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, Funes y Villa Gobernador Gálvez”, comentó desde la gerencia de la empresa Marcelo Scoppetta, quien afirmó que apenas pasadas las 2 de la mañana se inició el bombeo nuevamente y posibilitó la normalización del servicio hacia las 6.

De acuerdo a lo señalado a este diario, el corte de suministro “no tuvo un impacto tan fuerte sobre los usuarios”, ya que hasta el mediodía de ayer fueron muy pocos los llamados de consultas ingresados al call center de la empresa.

Preparativos a futuro

En este sentido, comentaron que los trabajos realizados forman parte de la primera etapa del proyecto del Acueducto Gran Rosario (recuadro), por lo que no se observará un beneficio inmediato en la prestación del servicio.

“El impacto se verá recién cuando esté habilitado (el Acueducto). Todavía no se elaboró una evaluación porque estamos esperando el informe de la gente que trabajó, pero en función de eso analizaremos si son necesario otros trabajos sobre ese conducto”, aclaró Scoppetta.

El río subterráneo, puesto en servicio a principios de la década de 1960, transporta alrededor de 12 millones de litros de agua potable por hora, el equivalente a 1.500 camiones cisternas, y abastece actualmente a las zonas centro, sur y oeste de la ciudad.

El acueducto comenzará a funcionar en 2016

Las tareas de relevamiento de infraestructura realizadas ayer por la madrugada resultan clave para la habilitación del Acueducto Gran Rosario, que de acuerdo a las estimaciones oficiales se terminaría de construir a mediados del año que viene, cuando se empezarán a correr las primeras pruebas, y se pondría en funcionamiento alrededor de seis meses más tarde.

Ello permitirá que desde la planta potabilizadora de Arroyito haya más agua disponible para ser transportada para su distribución desde Italia y Ocampo, lo que obliga a realizar adecuaciones en la capacidad en río subterráneo.

La megaobra que se está ejecutando en Granadero Baigorria, punto de arranque del Acueducto Gran Rosario, permitirá sumar un 25 por ciento más de agua a la red permitiendo descongestionar la planta potabilizadora de Arroyito, que pasará a ocuparse exclusivamente del suministro a las zonas oeste y sur, beneficiando así a alrededor de 400 mil personas del conglomerado urbano con las localidades linderas.

“Esta obra tendrá un impacto directo sobre los vecinos del norte y oeste de Rosario, ya que permitirá liberar parte del agua que se produce en Arroyito hacia esos lugares”, adelantó el vocero de Aguas Santafesinas (Assa) Marcelo Scoppetta.

En Assa incorporaron detectores de fugas de agua que no se ven

Aguas Santafesinas incorporó recientemente una tecnología para la detección de fugas no visibles en las redes de agua potable, como es el caso de averías que no se manifiestan con una pérdida en vereda o en calzada y que, por lo tanto, resultan muy difíciles de localizar para proceder a su reparación. Estos “prelocalizadores” se ubican en distintos puntos de las cañerías y permiten conocer de manera inmediata cualquier variación en la red, reduciendo no sólo el número de pérdidas sino también el tiempo en el que cada una permanece sin detectar.

Los aparatos se colocan sobre válvulas, llaves o medidores por medio de elementos magnéticos y permiten almacenar datos de la red. Éstos son registrados a intervalos de un valor por segundo que posteriormente se traduce en una gráfica en la que figuran todos los valores recibidos en distintos horarios sobre un mismo punto. Además, el envío de datos se realiza a través de un SMS por equipo, por lo que no es necesario disponer de personal in situ.

Comentarios