Andrea Domingo es la titular de “Juanito del Paraná”, un taller de arte para niños y niñas que se dicta desde hace más de 15 años en la zona norte de la ciudad de Rosario. Hace tiempo viene tocando puertas para lograr convertir este taller particular en una Escuela de Artes Plásticas de acceso libre y gratuito para las infancias. El pasado diciembre el diputado Carlos Del Frade tomó el proyecto y lo presentó en la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe. El día 9 de febrero del corriente año la comisión de Educación aprobó que se convoque a una mesa de trabajo para su tratamiento.
“El arte es fundamental en todas las épocas y más ahora con la pandemia que vivimos, la situación social que cada vez está peor. El arte es sanador y brinda un montón de herramientas”, expresó Andrea Domingo, auxiliar de Taller en Bellas Artes de la UNR, docente de Nivel Inicial y del taller “Juanito del Paraná”.
La propuesta actual del taller la lleva adelante junto a Sandra Bottazzi, también auxiliar de Taller en Bellas Artes y profesora de Educación Física, de manera particular en una casona ubicada en la zona norte de nuestra ciudad. “Desde siempre tuvimos la idea de un taller de artes plásticas libre y gratuito para que puedan acceder todos los chicos. No nos gusta mucho la idea de funcionar particular, pero no tuvimos otra que hacerlo así”, contó Domingo.
Con la presentación del proyecto de creación de la Escuela de Artes Plásticas “Juanito del Paraná” en la Cámara de Diputados de la provincia esta situación podría transformarse. El objetivo del mismo radica en fundar una escuela de ingreso libre y gratuito para niños entre 4 a 13 años con la metodología de Talleres Básicos Integrales, que comprenden las disciplinas artísticas de Dibujo, Pintura, Escultura, Grabado, Arquitectura y Cerámica. De 20 alumnos y alumnas que el taller tiene hoy, pasarían a poder albergar al menos 100, de concretarse la propuesta.
“El arte es el medio de expresión por excelencia de un chico. Todo lo que vive y siente un niño lo hace en general a través del dibujo, el canto, el teatro. Es fundamental porque hay cosas que tal vez no se pueden decir con palabras”, sostuvo la docente en relación a la importancia de la existencia de iniciativas como estas.
Domingo afirmó que “el arte es lo que nosotras podemos brindar como una red de contención, otros tal vez pueden brindarla a través del deporte por ejemplo”. El eje de la propuesta radica, según la tallerista, en lograr un espacio donde niños y niñas se sientan en libertad de expresar, sentir, proponer, intercambiar.
“Tampoco pretendemos que nosotros somos la fuente del saber, la cuestión es tener un intercambio permanente. Ellos me enseñan muchísimo a mi. En fin, crear un espacio de bienestar porque el mundo es bastante hostil, lograr que conozcan lo que son capaces de hacer”, dijo.
El proyecto está inspirado en el reconocimiento de la obra pictórica, gráfica, escultórica del artista plástico Antonio Berni, y de su personaje Juanito Laguna, “como referente de todas las infancias que habitan nuestro suelo, sin distinción de clases”. La Escuela tiene como horizonte promover un espacio educativo, cultural y social dedicado pura y exclusivamente a la educación plástica para niños y niñas en un ambiente de inclusión e igualdad de oportunidades, de solidaridad y de compromiso con el otro. “Lo que nos interesa es dar lugar a un espacio lúdico, revalorizar la identidad cultural, barrial, lograr conocer para querer”, agregó Domingo.
Para ello, las docentes tienen la idea de seguir los fundamentos de la pedagogía activa de las hermanas Olga y Leticia Cossetini, el respeto al niño y su capacidad creadora. “Yo doy un taller de arte para niños en la casa de las hermanas Cossettini hace un año más o menos. Ellas se basaban en la pedagogía activa, experimentación del chico con la naturaleza, el contacto con el barrio”, expuso, y agregó: “Nos interesa que los chicos conozcan lo que sucede en el barrio, las problemáticas y la gente. Sería una escuela abierta de experimentación directa, no como la pedagogía verticalista docente-alumno y quedarnos dentro del aula nada más. Vivenciar la naturaleza. Nosotros los llevamos mucho a la plaza, vemos las especies de los árboles, los pájaros”.
“La finalidad es lograr que los chicos y chicas también sean seres críticos, empáticos con todo lo que les toca”, manifestó en el mismo sentido.
El contacto con el diputado Carlos Del Frade para lograr impulsar el proyecto es un eslabón más en el esfuerzo de ambas docentes por lograr dar forma a esta propuesta cultural. Domingo explicó: “Golpeamos varias puertas en nuestro camino desde hace unos cuantos años y no habíamos tenido eco. Entonces se nos dio la posibilidad de contactar a alguien que pudiera tomar el proyecto y acompañarlo. Le escribimos a Carlos Del Frade, que me contestó rápido. Me dijo que le contara un poco en qué consistía y se lo mandara por mail. Dijo que iba a tratar de darle entrada en la Cámara como para que nosotros tengamos un antecedente y pudiera ser evaluado. En diciembre entró y en este momento está en comisión. Después el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación nos contestó que iba a ser discutido y que se convocaría a una mesa de trabajo”.
“Hemos sentido que nos han escuchado, uno se siente un poco más esperanzado. Podríamos haber tirado la toalla tranquilamente y haber hecho otra cosa pero yo apuesto a esto. Al menos queremos dejar la semilla”, concluyó.
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