Edición Impresa

Semana clásica

Tienen banca

Ambos concejales rememoran anécdotas relacionadas a sus historias como reconocidos hinchas de los clubes locales.


El clásico, desde la óptica de dos reconocidos dirigentes políticos de la ciudad. Por ordenanza de la pasión. Miguel Zamarini y Carlos Comi, representantes del Concejo Municipal de Rosario, palpitan la recta final del partido del domingo entre Newell’s y Central.

“Un clásico se asemeja a una elección. Podés tener todo planificado, pero puede darse una historia completamente distinta”, grafica Zamarini, ferviente hincha de Newell’s.

“Es el partido más lindo. Ganes o pierdas. Todos tenemos la responsabilidad social y cultural para que el clásico vaya por las vías de la racionalidad y no se viva como una cuestión de vida o muerte”, considera Comi, fanático de Central.

En la propuesta de El Hincha, ambos ediles no solamente analizan el escenario futbolístico al que llegan Newell’s y Central al clásico, sino que también rememoran imperdibles anécdotas relacionadas a las historias con los equipos de sus amores. “Es un partido aparte. Y aunque los antecedentes queden de lado cuando se ponga en marcha el partido, Newell’s tendrá una presión muy grande para no perder. Pero mi equipo juega de local y seguramente equilibrará esa presión con el aliento de nuestra gente”, chicanea Zamarini.

“Central viene haciendo un gran torneo y Newell’s tuvo un buen arranque de ciclo con Bernardi. ¿Quién tiene más presión por ganar? Por los tres últimos resultados, Newell’s. Pero Central también necesita una victoria para seguir prendido en la lucha por el campeonato”, señala Comi.

—¿Cuáles son los clásicos que más recuerdan?

—(MZ) La goleada por 4-1 con dos goles del Gordo Real. Hacía un calor insoportable esa tarde en el Coloso. Y recuerdo que Real no era un jugador extraordinario, pero tenía actitud para jugar los clásicos.

—(CC) Uno en cancha de Newell’s que ganamos con gol del Chiquilín García de tiro libre. Y otro inolvidable fue la noche en la que Kempes les hizo un gol con 42 años. Me acuerdo que fui con tres amigos de Newell’s a la cancha. Fuimos en el auto de uno de ellos. Y cuando llegué a la cuadra en dónde lo habíamos dejado estacionado, me dí cuenta de que me habían dejado a gamba.

—¿Qué transmiten Bernardi y Coudet en sus nuevas funciones como técnicos?

—(MZ) Lucas sabe lo que quiere y es un tipo muy influyente en Newell’s. Y si bien en su debut como técnico Racing jugó muy mal, entendió lo que el equipo tenía que hacer y los jugadores cumplieron con creces.

—(CC) Me encanta que haya sido elegido Chacho. Me impresiona que el equipo haga lo que él pide. Los jugadores creen en el mensaje que transmite Coudet. Están convencidos de la idea.

—¿Cuáles fueron los equipos que más los impactaron y pueden recitar de memoria?

—(MZ) Aquel Newell’s del 71 que formaba con Fenoi; De Rienzo, el paraguayo Jara, Solórzano y Cañita Ledesma; Manolo Silva, Juan Carlos Montes, Mario Nicasio Zanabria; el brasileño Marcos Pereira Martins, el Mono Obberti y el también brasileño Heraldo Bezerra. En el año 69, vino el Gitano Juárez como técnico. Y a pesar de haber venido de Central, le cambió la mentalidad a Newell’s.

—(CC) El Central del 74, que no salió campeón pero que eliminó a Newell’s de la Copa Libertadores: Biasutto; Jorge José González, Pascuttini, Daniel Killer, Mario Killer o Burgos; Aimar, Solari, Zavagno; Bóveda, Cabral y Kempes. Un equipazo.

—¿El fanatismo por sus equipos provienen de herencia familiar?

—(MZ) No, de chico vivía en Villa Gobernador Gálvez y no era tan fácil venirse a Rosario. Hasta que cuando yo tenía 7 años, un tío de Juan Carlos Carotti, que por entonces jugaba en Newell’s, me llevó a la cancha. La tribuna que da espaldas al museo provincial era de madera. Ahora sigo yendo al mismo sector. La diferencia es que se ha convertido en una tribuna de cemento y puedo verlo desde la segunda bandeja.

—(CC) Sí, mis viejos eran fanáticos de Central. La primera vez que fui a la cancha tenía 7 u 8 años. El domingo era un ritual ir a la cancha. Mi viejo no iba tanto porque tenía problemas cardíacos. Pero con mi vieja íbamos siempre. Salíamos de mi casa de 27 de Febrero y Sarmiento en el autito, al que dejábamos estacionado siempre en el mismo lugar. Eran épocas en las que existía el folclore de la broma y la cargada al clásico rival. Nos divertíamos. Ahora padecemos un alto nivel de agresión.

El podio de máximos ídolos

A la hora de elaborar un podio de ídolos de Newell’s y Central, a través de sus palabras se percibe un dejo de nostalgia en Miguel Zamarini y Carlos Comi. Los recuerdos fluyen como borbotones de pasión.

“Cucurucho Santamaría era un wing con una velocidad extraordinaria, que podía jugar tanto por izquierda como por derecha. Me entristeció mucho su fallecimiento con apenas 60 años”, lamentó Zamarini.

“También Martino fue determinante en los exitosos ciclos de los 80 y 90”, añadió el presidente del Concejo Municipal, sobre las bondades futbolísticas del Tata. “Y Lucas Bernardi tomó una determinación que lo hizo realmente grande, cuando decidió volver en uno de los peores momentos del club”, concluye el edil.

Según Comi, “el más grande jugador que vi en mi vida fue Mario Alberto Kempes.

Después, el Negro Palma. Un enganche extraordinario, que terminó jugando de cinco a los 40 años y que podría haber jugado dos años más en ese nivel”.

“Y también Juan Antonio Pizzi antes de irse a jugar al fútbol mexicano”, agregó Comi.

“Un delantero que me hacía emocionar. Una vez hizo un gol de cabeza desde fuera del área. Tenía una potencia arrolladora. De la actualidad, cuando salió Di María nos dimos cuenta de que estábamos en presencia de un jugador distinto”, sentenció.

Comentarios