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Reflexiones

Tabaré arranca con la pastera de lastre

Tabaré Vázquez prometió hace pocos días una nueva y menos conflictiva etapa en la relación entre Uruguay y la Argentina, muy distinta al conflicto crónico que mantuvo con el país en su anterior gestión.


Tabaré Vázquez prometió hace pocos días una nueva y menos conflictiva etapa en la relación entre Uruguay y la Argentina, muy distinta al conflicto crónico que mantuvo con el país en su anterior gestión. Sin embargo, unas de las primeras decisiones que deberá tomar puede hacer renacer la página más compleja en la relación entre ambos estados. El presidente electo en Uruguay deberá resolver si avala o no el aumento en la producción de la pastera UPM, la ex Botnia, resolución que en teoría debe consultarse previamente con la Argentina. Y, se sabe, la respuesta que se le dará desde Buenos Aires sería negativa.

La posibilidad de negociar un incremento en la producción de UPM fue negociada directamente por José Pepe Mujica el 17 de septiembre pasado, en un viaje oficial que el presidente uruguayo realizó a Finlandia para encontrarse con los directivos de la central de la pastera. En el encuentro, se discutió además un proyecto aún más ambicioso: que la compañía instale una nueva fábrica de celulosa de la empresa en Uruguay.

El gobierno del país vecino aclaraba el mes pasado que las nuevas instalaciones estarían radicadas al norte del país, más cerca de la frontera con Brasil. Sin embargo, lo que se habría desprendido de las negociaciones en Finlandia es que para que el proyecto tome forma, antes el gobierno uruguayo debería aceptar la ampliación de las instalaciones que la pastera tiene en la ex Botnia, cerca de la localidad de Fray Bentos, frente al balneario de Ñandubaysal en Gualeguaychú.

El gobierno uruguayo habría avalado la petición, pero debido a que las negociaciones se daban temporalmente cerca de las elecciones que culminaron el domingo con la victoria de Tabaré Vázquez, el actual jefe de Estado dejó la resolución del tema, más bien el anuncio, para cuando el próximo presidente ya haya asumido.

El pedido formal de parte de UPM había sido oficializado el 13 de junio pasado, a través de un comunicado emitido por la empresa desde Helsinki. La empresa felicitaba ese día al gobierno uruguayo por la autorización para llevar la producción de la pastera a las 1.300.000 toneladas al año (el límite es un millón), precisamente el monto al que originalmente Botnia quería llegar y que derivó en el conflicto abierto con la Argentina, a partir de la inversión de unos 1.800 millones de dólares, la más importante en la historia del Uruguay.

Desde Buenos Aires se aseguraba que si la noticia se confirmaba, el país nuevamente recurriría a la Corte Internacional de la Haya, donde se había resuelto el conflicto anterior por la pastera Botnia; en un fallo favorable a Uruguay. El Tribunal determinó en abril de 2010, por 11 votos a 3, que Uruguay “no incumplió las obligaciones” al no haber avisado a la Argentina; pero determinó que el país vecino no debería desmantelar la pastera ni trasladarla. Hacia adelante, para aumentar la producción de la pastera, Uruguay debería consultar antes a la Argentina. Tabaré Vázquez deberá ahora tomar una decisión que, de ser positiva y avale el incremento en la producción de la pastera hoy llamada UPM, podría provocar que el conflicto entre los dos países retorne. En este caso, directamente sería derivado al Tribunal de La Haya.

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