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Búsqueda frenética

Sin rastro de los prófugos pese a espectacular operativo

Helicópteros, barcos y camionetas rastrearon la localidad de Helvecia, donde todos parecían ver a los dos fugados.


Otro espectacular operativo para buscar a los prófugos Christian Lanatta y Víctor Schillaci invadió las calles de un pueblo santafesino. Esta vez fue el turno de Helvecia, una localidad de unos 10 mil habitantes ubicada sobre la ruta 1, a 12 kilómetros de Cayastá, donde el sábado fue detenido Martín Lanatta, el único capturado hasta el momento del trío de condenados por el triple crimen de la efedrina que se evadieron de un penal bonaerense. Los uniformados llegaron a Helvecia ayer al mediodía a partir de un llamado al 911 de una joven que denunciaba que desconocidos le habían tocado la puerta de la cabaña que alquilaba, amenazándola para entrar. Sin embargo, el despliegue de efectivos, helicópteros y hasta un barco de Prefectura patrullando el río Paraná, volvió a arrojar resultados negativos. Incluso se escuchó un tiroteo en un aserradero frente a las cabañas, pero eran balas de las fuerzas que tuvieron como blanco una lancha abandonada. Ayer a las 18.30 se realizó otro allanamiento en un barrio a dos kilómetros de las cabañas, que también terminó en fracaso. Al final de día, no habían encontrado rastro alguno de los prófugos ni tampoco confirmaron si pasaron o no por ese lugar.

Ayer al mediodía, la pequeña localidad santafesina de Helvecia se conmocionó con la llegada de varias decenas de efectivos de la Policía de Santa Fe, la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), la Policía Federal, Gendarmería y el Grupo Alacrán de esta última fuerza. El pueblo está a 12 kilómetros de Cayastá, localidad donde se montó un comité de crisis para la búsqueda de los prófugos.

Según fuentes en el lugar, una joven llamó al 911 y denunció que dos desconocidos golpearon a la puerta de la habitación en la que se hospedaba en el complejo Hotel Cabañas Helvecia. “Le dijeron que abra la puerta porque querían pasar y la amenazaron”.

En diálogo con El Ciudadano, Ricardo Morán, dueño de Hotel Cabañas Helvecia, contó que ayer a la mañana la joven se comunicó con él para alquilar una pieza. La chica había ido a Helvecia por un día para hacer un reemplazo de radiología en el hospital del pueblo, ubicado a dos cuadras del complejo. Como Ricardo estaba viajando a San José del Rincón a comer un asado con sus hijas, le dejó la llave y le dijo que se instale en la habitación número cuatro.

La muchacha llegó y se dispuso a descansar. Una hora después, el celular de Ricardo volvió a sonar: “Cuando atiendo la chica me dice que llame a la Policía, que la querían matar”. Según el relato de la muchacha, dos hombres golpearon varias veces y le gritaron que les abra, amenazándola. Ella no abrió y llamó al 911.

Ricardo también se comunicó con la Policía, así como con su primo que vive al lado del complejo. “Cuando lo llamé no se escuchaba mucho porque habían llegado los helicópteros. Él me contó que hacía un rato había visto a través del tapial a dos personas golpeando la puerta de habitación de la chica. Le pedían que por favor les abra. Después se fue para el frente del complejo y, cuando volvió, ya no estaban. Eran dos hombres medio petizos, uno con remera negra y otro con una camiseta de Boca”, dijo Ricardo.

Media hora más tarde llegó el despliegue de fuerzas provinciales y federales que revisaron las cabañas y no encontraron a nadie. Después, cruzaron la calle y allanaron un aserradero con el dato de un vecino que dijo haber visto a dos hombres allí. Primero, entró el Grupo Alacrán y se escucharon dos disparos. Sin embargo, tampoco había rastros de los prófugos. Las balas fueron dirigidas a una lancha abandonada tapada con una chapa y fueron “preventivas”, aseguraron las fuentes.

Al mismo tiempo, dos helicópteros sobrevolaban la zona, uno de la Policía Federal, celeste y blanco, sobre el río Paraná, y el otro de color blanco del Grupo Alacrán, donde dos francotiradores apuntaban al pueblo. A los camiones y camionetas de distintas fuerzas se sumó un barco de Prefectura, que custodiaba la costa del río. Cualquier embarcación que pasaba era detenida y revisada. Mientras, los efectivos revisaban casa por casa. Los vecinos de Helvecia, conmocionados por el movimiento inusual en la tarde dominguera, abrían las puertas e invitaban a requisar hasta el fondo de sus patios. En la ruta 1, a lo largo de los 12 kilómetros que separan a Helvecia de Cayastá, los gendarmes detenían a todos los autos para revisar baúles y pedir documentación. Para las 17.30, cinco horas después del desembarco en el pueblo, el operativo había arrojado otro resultado negativo. Ningún rastro de Lanatta y Schillaci y, menos aún, la confirmación de que efectivamente pasaron por allí.

A las 18.30 se volvió a encender el alerta. A dos kilómetros de Helvecia, en el barrio Santa Teresita, se desarrolló otro allanamiento. Varios camiones de Gendarmería, chatas de la Policía Federal y un helicóptero en vuelo llegaron al lugar y durante una hora reinó el hermetismo. Algunos lugareños decían que habían encontrado a Christian pero, otra vez, la operación terminó en fracaso. “Pareciera que están jugando a la batalla naval y le erran siempre”, dijo una fuente en la zona.

Ricardo, que vive en Helvecia hace siete años y es de la capital provincial, tiene el complejo de cabañas desde el 2006. Con la crecida del río, la temporada de verano no venía cumpliendo con las expectativas esperadas, aunque el despliegue de este fin de semana hizo llegar al pueblo a los medios de todo el país. “Por ahí crece el turismo. Durante algún tiempito vendrá gente para chusmear”, bromeó.

Mientras, las fuerzas federales y provinciales siguen apostadas por tierra, agua y aire entre los pueblos del norte santafesino a la espera de nuevas pistas de los prófugos más buscados del país.

Colaboración: Juan José García

Reunión, aclaraciones y mando unificado

Por David Narciso

En la mañana de ayer, horas después del desaguisado que dejó mal parado al gobierno nacional cuando, basado en información que calificó de “falsa y puesta a propósito” celebró tres detenciones a pesar de que en realidad sólo Martín Lanatta estaba en el calabozo de la comisaría de Cayastá, los ministros de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, se reunieron en el aeropuerto de Sauce Viejo para aliviar asperezas y consensuar un comando conjunto que ordene la búsqueda y garantice que no se repita lo del sábado a la tarde.

Según pudo saber El Ciudadano, después de las primeras ida y vuelta, la reunión se encaminó. Acordaron que hubiera un único centro de operaciones y un mando unificado, el cual se integró con un representante de la ministra nacional y otro designado por Pullaro. Si bien esos nombres no trascendieron, se trata de uniformados de confianza de cada uno de los ministros: un oficial de la Policía provincial y otro de una de las fuerzas nacionales.

La ministra Bullrich, que el sábado a la noche durmió en la capital provincial, se quedó hasta las primeras horas de la tarde a la espera del resultado de los operativos realizados en Helvecia ante las versiones que indicaban que Schillaci y Christian Lanatta habían sido vistos en la localidad. Tras confirmarse que no habían sido ubicados, la ministra levantó vuelo alrededor de las 14 para retornar a Buenos Aires.

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