La Justicia de México investiga al actor estadounidense Sean Penn y a la actriz mexicana Kate del Castillo, quienes entrevistaron para la revista estadounidense Rolling Stone al recapturado capo narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán en octubre pasado, cuando estaba prófugo tras haber escapado de la cárcel.
“La investigación está abierta, como dijo la procuradora general Arely Gómez y las indagaciones serán para deslindar responsabilidades”, indicó un funcionario de la Procuraduría General de la República (PGR) que pidió reserva de su nombre.
Gómez dijo el viernes pasado que contribuyeron a recapturar a Guzmán –que había fugado en julio pasado de una prisión de máxima seguridad en el centro de México– los contactos que mantuvo con actores y productores, con el objeto de que se filmara una película sobre su vida.
En tanto, el jefe de Gabinete de Estados Unidos, Denis McDonough, sostuvo ayer que el encuentro del narcotraficante con los actores “plantea muchas dudas”.
“Ya veremos qué ocurre con eso; no voy a adelantarme a los acontecimientos”, agregó el funcionario en declaraciones a la televisora CNN.
Penn y Del Castillo conversaron durante siete horas con Guzmán con el propósito de publicar una nota en la Rolling Stone, que difundió ayer un video con fragmentos de la entrevista.
Penn, de 55 años, afirmó que él solo estaba interesado en la nota y no en una película, y que Guzmán, que tenía planes de invertir en los negocios petrolero y cinematográfico, quería que se rodara un filme sobre su vida con la participación de Del Castillo.
Según el actor norteamericano, el abogado de Guzmán localizó a Del Castillo a través de la Asociación Nacional de Actores y le envió un ramo de flores, pero ella no lo recibió. Del Castillo, de 43 años, es una de las actrices de telenovelas más célebres de México.
Rolling Stone informó que, para realizar la entrevista, un hijo de Guzmán recogió a Penn y Del Castillo en “un hotel de una ciudad mexicana” y los llevó a una pista clandestina, donde abordaron un avión que voló durante dos horas, hasta un lugar donde los recogió un automóvil.
Fueron trasladados luego a un sitio montañoso entre Durango y Sinaloa, conocido como El Triángulo Dorado, donde solía ocultarse El Chapo. El actor detalló que el vehículo que los transportaba pasó sin problemas un control militar porque soldados reconocieron al hijo del jefe del cártel de Sinaloa.
Mientras tanto, el gobierno de Enrique Peña Nieto afirmó que reforzó las medidas de seguridad en la prisión El Altiplano, a unos 90 kilómetros al oeste de la Ciudad de México y a donde fue alojado Guzmán tras ser recapturado el viernes pasado.
La culpa es de los otros
En los videos difundidos por la revista Rolling Stone, Joaquín “El Chapo” Guzmán reconoció que “es una realidad que las drogas destruyen”, aseguró que no es una persona violenta sino que “lo único” que hace es defenderse, y vaticinó que el tráfico de estupefacientes “no desaparecerá” y “nunca terminará”.
Además, El Chapo afirmó que entró en el narcotráfico cuando tenía 15 años, tras haber tenido una infancia “muy pobre” en un municipio del estado Sinaloa donde “no hay oportunidades de trabajo”.
“La única forma de tener dinero para sobrevivir es sembrar marihuana, y a esa edad comencé a cultivarla y venderla”, relató. Y agregó que él no consume drogas, porque “destruyen”.
Consultado sobre si se siente “responsable de los altos niveles de adicción a las drogas en el mundo”, respondió: “No. Eso es falso, porque el día que yo no exista, no va a bajar de ninguna forma”.
No obstante, resaltó que no se considera una persona violenta, argumentando: “Lo único que hago es defenderme, nada más”.
El Chapo opinó que el tráfico de drogas “ya es parte de la cultura que se originó con los ancestros, y no solamente en México: esto es mundial”. Además, vaticinó que “no desaparecerá, porque conforme pasa el tiempo somos más gente y esto nunca terminará”.
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