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Tribunales

Secuestros virtuales: acusados en libertad

Son dos integrantes de la comunidad gitana imputados de 21 hechos.


Dos jóvenes de la comunidad gitana fueron imputados por 21 hechos de extorsión, algunos de ellos en grado de tentativa, y de asociación ilícita en una audiencia que se realizó ayer, ante el juez de Garantías, Juan Carlos Curto. El magistrado resolvió que ambos queden en libertad ya que la pena que les correspondería en el caso de llegar a una condena es de ejecución condicional. Los sospechosos habrían logrado un botín estimado en más de dos millones de pesos.

Los dos acusados se presentaron en forma espontánea en Tribunales, por lo que llegaron en libertad a la audiencia y se fueron de la misma manera. Se trata de Adrián “Pinino” M. y Gustavo “Valija” M., que son hermanos e hijos del famoso Masacote (imputado en la misma causa de secuestros virtuales), quienes contaron en la audiencia que se dedican a la compra y venta de autos. Otros tres hijos de Masacote ya habían sido imputados

La parte acusatoria estuvo a cargo del fiscal Nicolás Foppiani, y los defensores fueron Hernán Tasada y Mariano Scaglia.

Foppiani sostuvo que ambos forman parte de una banda organizada, que está aceitada, con el fin de cometer delitos, específicamente secuestros virtuales. Aclaró que la mayoría de los 20 integrantes son miembros so de la comunidad gitana, donde se produce un constante cambio de roles: a veces uno hace logística, se hace pasar por secuestrado, o busca el botín.

Agregó que en la pesquisa recolectaron pruebas durante un año, donde hubo un entrecruzamiento de datos entre 136 hechos denunciados y más de 700 llamados al 911 denunciando el secuestro virtual.

El primer delito que les imputó la Fiscalía es la asociación ilícita. Aseguraron que los acusados apuntan a mujeres de edad avanzada, lo hacen por la noche, simulan tener un familiar de la victima secuestrado y exigen un rescate donde piden dinero y joyas.

La modalidad siempre es la misma; piden que pongan el botín adentro de la bolsa, en un container o cerca de un árbol y lo retiran en un vehículo.

Para hacer los llamados utilizan chips de celulares prepagos, que van intercambiando.

En la audiencia se ventiló que un informe del 911 sostuvo que se producían 27 denuncias semanales y que a partir de los allanamientos que se hicieron en el mes de junio, en los que se detuvo a gran parte de la banda, mermaron las denuncias. Además, a modo de ejemplo, detallaron que desde un mismo chip llegaban a hacer 236 llamadas en dos horas.

Un caso que terminó mal

Uno de los 21 secuestros virtuales que le atribuyen a la banda ocurrió en diciembre de 2014 y terminó mal. Leonor, de 75 años, recibió un llamado la madrugada del 10 de diciembre donde le anunciaban que tenían secuestrado a su hijo. Esa noche, el hijo salió rumbo a la casa de su novia y como se aproximaba una tormenta decidió quedarse a dormir en lo de su pareja. Por su parte, Leonor se encontraba con su hija, ambas despiertas, cuando sonó el teléfono cerca de las 3; y escuchó a su interlocutor amenazar con cortarle los dedos a su hijo y sacarle los ojos si no pagaba un rescate de 50 mil pesos. Leonor le explicó que no contaba con esa suma y terminó entregando 10 mil pesos, y a los supuestos secuestradores. Pero su hijo sospechaba de un vecino, al que terminó increpando primero y baleando después en una discusión que tuvo lugar un mes después del falso secuestro y marchó preso acusado de tentativa de homicidio.

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