Ciudad

Aula violenta

Buscan pacificar escuela

A metros del colegio de Villa Gobernador Gálvez donde ambos cursan, un alumno de 14 años acuchilló a un compañero. Educación envió un equipo socioeducativo a la institución para desactivar el conflicto.


¿Cómo pacificar? Un adolescente de sólo 14 años resultó herido de una puñalada por un compañero de colegio, a poca distancia de la escuela Nº 364 “Soldado Aguirre”, de Villa Gobernador Gálvez, a la que ambos asisten. El motivo del ataque, suponen fuentes policiales, se remite a “problemas de larga data” entre los jóvenes. El herido debió ser trasladado en ambulancia al hospital Gamen, donde se le realizaron curaciones, y quedó fuera de peligro. Y su agresor, pese a que se reserva su identidad por ser menor, quedó expuesto ante toda la comunidad educativa. Así las cosas, el problema no sólo no terminó sino que recién comienza: el Ministerio de Educación decidió el mismo día intervenir en la escuela y enviar al equipo socioeducativo, que desde hace un año se aboca a trabajar este tipo de casos de violencia. Para ello, ya fueron convocadas las dos familias de los adolescentes, y la idea es que ambos estudiantes sigan cursando en el establecimiento: se tratará de desactivar de raíz la situación entre los dos protagonistas, y a la par trabajar no sólo con los alumnos sino con toda la comunidad educativa en la resolución de conflictos por la vía pacífica.

Según fuentes policiales, anteayer al mediodía el adolescente de 14 años fue herido por un compañero con un arma blanca en inmediaciones de avenida Soldado Aguirre y Buenos Aires, en pleno centro geográfico de la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez.

En diálogo con El Ciudadano, Marta Díaz, delegada regional del Ministerio, adelantó que la familia de la víctima desea no cambiar al alumno de escuela, lo que habitualmente se hace en estos casos. En cambio, continuará el trabajo del equipo interdisciplinario que reúne a trabajadores sociales, psicólogos y cientistas de la educación para encontrar una solución pacífica. “Son 1.300 escuelas en la Región 6 y el protocolo de acción con los equipos socioeducativos no se activa todas las semanas. Son pocos los casos, pero es mucho el trabajo porque se les da continuidad en el tiempo a cada uno”, explicó la funcionaria.

El año 2014 marcó el comienzo de un protocolo de acción destinado a pacificar conflictos violentos en las escuelas de Santa Fe. Ante una denuncia por agresiones o abusos en cualquiera de las más de mil comunidades educativas de la Región 6 –que incluye a Rosario y a Villa Gobernador Gálvez– se activa este mecanismo. “No sólo por problemas entre alumnos, sino con padres y docentes también. Se envía un grupo de profesionales que analizan el caso y diseñan las estrategias para intervenir”, explicó Díaz. En la mayoría de los casos, se citan a las partes en conflicto y se abre una suerte de mediación, que según el Ministerio, está funcionando.

Docentes piden más al Estado

El apuñalamiento del martes no derivó en una nueva víctima fatal en la región. A mitad del mes pasado, un grupo de docentes nucleados en Amsafé intentaron hacer visible los problemas interpersonales –incluidos los de venta de estupefacientes– de alumnos de la ciudad. Crearon una comisión que, bajo el lema “Basta de matar a nuestros alumnos”, pretende recopilar datos sobre víctimas fatales a modo de estadística, pero también como forma de memoria. Participan integrantes de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia.

Los maestros denunciaron que la ausencia del Estado o su insuficiente acción es una de las principales razones para lo que entienden, es “un incremento en la cantidad de menores cuyo conflicto con el barrio estalla en la escuela”. En el mapa de situación delineado desde 2013 hasta el momento, se destaca que la gran mayoría de las víctimas fatales eran varones, tenían entre 6 y 18 años y vivían en los barrios más postergados.

“Otro punto que se repite es la relación directa entre la deserción escolar y la venta de droga. Muchos chicos dejan de ir a la escuela para comenzar a trabajar en el narcomenudeo, ingresando a un mundo sórdido y altamente peligroso con alto riesgo de muerte”, advirtieron desde el gremio docente.

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