Edición Impresa

Se frenó el Paraná

Los puertos del Gran Rosario están inactivos por un paro de obreros amarradores de buques, que reclaman un sueldo básico de 7.250 pesos.


puertodentro

La actividad en los puertos del cordón industrial del Gran Rosario está paralizada desde el lunes a raíz de una demanda de trabajadores amarradores de buques, que reclaman a las patronales del sector que adhieran al convenio Copa 2013, un sueldo básico de 7.250 pesos, más los adicionales correspondientes que las multinacionales agroexportadoras ya reconocieron. Dirigentes sindicales de la CGT San Lorenzo y representantes de las empresas negociaron ayer en la sede Rosario del Ministerio de Trabajo de la Nación una salida al conflicto. Sin llegar a una solución de fondo, las partes pasaron a un cuarto intermedio y hoy a las 9 retomarán el diálogo.

Al menos 50 barcos inmovilizados en los puertos y radas del Gran Rosario (San Lorenzo, San Martín y Timbúes) y en la ciudad de La Plata, y 50 más en mar abierto es el resultado de este conflicto iniciado por un grupo de trabajadores autoconvocados del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu), que no responden a la conducción de ese gremio. La medida de fuerza paraliza desde el lunes último los puertos y la logística en las terminales de la región, poniendo en riesgo la fluidez en la liquidación de divisas del sector agroexportador en el apogeo de la cosecha de soja.

El conflicto comenzó el lunes cuando un grupo de amarradores del Somu inició una huelga por tiempo indeterminado, en principio, para ser incorporados al denominado Convenio Oleaginoso Portuario Agroexportador (Copa), del cual su gremio a nivel nacional se ha autoexcluido y, por lo tanto, no es firmante.

Ese sector de marineros desconoció la conciliación obligatoria dictada y ayer fracasaron las negociaciones desarrolladas en Rosario por el Ministerio de Trabajo de la Nación, debido a que adicionalmente el grupo de autoconvocados añadió demandas a las originales.

La paralización del servicio de lanchas impide la zarpada de los buques, la llegada de los estacionados en las radas y de los que se encuentran en mar abierto, y ocasiona el creciente entorpecimiento de la logística, con las pérdidas asociadas, además de la consiguiente saturación de la capacidad de almacenamiento en las instalaciones de acopio ligadas con los puertos de exportación.

En este escenario, es creciente la preocupación en el sector de la agroexportación como consecuencia de que las demoras, al extenderse en el tiempo, pueden provocar retrasos en la liquidación de divisas vinculadas con las ventas al exterior.

Edgardo Quiroga, dirigente de la CGT San Lorenzo, indicó que “la medida de los trabajadores amarradores paralizó las tareas de ingreso y egreso de buques en todas las terminales portuarias del cordón industrial”.

El sindicalista agregó: “Desde hace tres años venimos como CGT imponiendo un salario básico para todos los trabajadores del sector, que este año se firmó en marzo y que son 7.250 pesos más adicionales de acuerdo a cada convenio. Las empresas han reconocido este salario mínimo excepto las que hacen el trabajo de amarre de buques”.

En declaraciones formuladas a LT3, Quiroga contó: “En los últimos quince días esto se ha venido charlando sin llegar a una solución efectiva y por lo tanto en una asamblea de trabajadores amarradores se resolvió un paro por tiempo indeterminado”.

“Trabajamos en uno de los sectores más ricos del país, por lo tanto no pueden pagarse los mimos niveles salariales que en lugares donde la situación económica-financiera no es tan notable y abundante como la que tenemos nosotros”, consideró el gremialista, y detalló: “Son 14 las empresas que no quisieron firmar este acuerdo. Las multinacionales ya lo han hecho y restan empresas que con sus lanchas prestan el servicio de amarre y desamarre, entre otras, LVG, Plus Ultra, Gente de Río y Río Servicios”.

Comentarios