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Autos truchos

Presa por matar a su pareja, ahora fue condenada por estafa

Es María Rómbola, quien en 2003 mató a su concubino. Tiene prisión domiciliaria por una grave enfermedad.


María del Carmen Rómbola, la mujer de 55 años que fue condenada por matar y descuartizar a su pareja en 2003, obtuvo una nueva condena. Esta vez, la Justicia la encontró responsable de una serie de estafas que consistían en vender vehículos importados que tenían pedidos de captura. Por estos hechos, la Justicia la condenó primero a 8 años de prisión, lo que sumado a su condena por homicidio sumaba 20 años.

Esta semana, se realizó una audiencia de apelación a la sentencia por estafa. La defensa de la mujer y la Fiscalía acordaron reducir la pena impuesta en seis años y mantener el arresto domiciliario del que gozaba la acusada por una enfermedad grave que la mantiene en tratamiento. El convenio de partes fue admitido por la Cámara Penal aunque con una disidencia de uno de los vocales respecto a la modalidad de cumplimiento de la condena.

Es decir que la condena total es de 18 años. Lo curioso es que varias de las víctimas la identificaron cuando su foto comenzó a circular por los medios cuando le otorgaron el beneficio de la detención domiciliaria por su enfermedad.

Abuso y muerte

María del Carmen Rómbola fue protagonista de una macabra historia que tuvo un final trágico en agosto de 2003. Su vivienda fue escenario de un hecho de sangre donde su pareja recibió al menos tres disparos que lo llevaron a la muerte. Su cuerpo fue hallado descuartizado y enterrado en un terreno cercano. El hecho desencadenó una causa judicial. Y el Juzgado de Sentencia 3ª condenó a Rómbola a 12 años de prisión por matar de varios balazos a su pareja, descuartizarla y enterrarla en un centro comunitario de Funes, cercano a su casa, con la complicidad de un amigo en agosto de 2003.

Su caso fue conocido no sólo en la ciudad, sino que fue la inspiración para uno de los capítulos de la serie “Mujeres Asesinas”.

En diciembre de 2012 la mujer habló con El Ciudadano y dio su versión de los hechos.

Sostuvo que la libertad condicional le devolvió la vida – beneficio al que accedió por una enfermedad que atraviesa – y afirmó que su relación con Adolfo Godoy fue tormentosa y sesgada por los malos tratos. Rómbola estuvo 11 años con su pareja, y los primeros tiempos fueron buenos, aunque luego la convivencia se fue complicando.

Según refirió en aquel momento, el hombre se volvió agresivo, obsesivo desconfiado, violento. En 1998 él dejo de trabajar y la mujer mantuvo el hogar. También recordó que radicó varias denuncias policiales en contra de su pareja, incluso por amenazas de muerte y episodios con disparos de arma de fuego que no tuvieron respuesta. También lo dejó muchas veces, pero él la buscaba en todas partes, refirió.

La defensa de Rómbola planteó la legítima defensa y sostuvo que la muerte de Godoy se produjo en medio de una discusión y durante un forcejeo con un arma. Pero la Justicia no avaló la versión defensista y la condenó a 12 años de prisión, lo que fue respaldado no sólo por la Cámara Penal, sino también por la Corte Suprema de Justicia.

Pero la historia no termina allí, una serie de estafas que se produjeron entre el año 2010 y 2011 puso a Rómbola nuevamente en el ojo de la tormenta.

La estafa

Según el cúmulo de denuncias presentadas, la modalidad de la estafa consistía en publicar en el diario avisos ofreciendo la venta de vehículos de importante valor a un costo menor. Estos clasificados eran el anzuelo para que incrédulos compradores se contactaran vía telefónica. Allí, eran atendidos por un hombre que combinaba un encuentro en un lugar público, en un garage, o en la casa del comprador. Hasta el lugar se acercaba una mujer con el vehículo en venta –entre los que se destacan las 4×4–. Ella aseguraba ser la titular del vehículo o la esposa del titular, mostraba la documentación y cerraba la operación. En algunos casos, los compradores entregaban la totalidad del monto y en otros una seña. Cuando intentaban concretar la transferencia o comunicarse con el titular registral, se daban cuenta de que la documentación estaba adulterada, que el dominio no era el correcto, y que los automóviles contaban con pedido de secuestro de la provincia de Buenos Aires por robo.

Fama

La fotografía de Rómbola publicada en medios periodísticos fue trascendente en el caso. Es que algunas de las víctimas la reconocieron a través de esa imagen. Por esos tiempos, la mujer había logrado salidas laborales y trabajaba en Fisherton. Rómbola no sólo fue reconocida en rueda de personas o mosaicos fotográficos, sino que además quedó registrada en varias cámaras de seguridad de algunos de los lugares donde se realizaron las transacciones. Además, las pericias caligráficas realizadas sobre las firmas registradas en los boletos de compra venta, dieron resultado positivo.

A su favor, la mujer de 55 años, que era gestora, afirmó que en la Alcaidía de mujeres donde se encontraba detenida conoció a una compañera de nombre Mariana que luego recuperó la libertad, aunque la siguió visitando.

En una oportunidad le propuso ofrecerse como garante para que pudiera trabajar en el negocio de su familia y así Rómbola obtuvo el beneficio de las salidas laborales.

La acusada sostuvo que Mariana le dijo que su hermano compraba autos chocados y los vendía, y un día la obligaron a firmar una serie de papeles y boletos de compra venta, bajo la amenaza de quitarle la garantía ofrecida para sus salidas, por lo que accedió, afirmó.

Por su parte, el juez de Sentencia 4ª Julio Kesuani no dio crédito a su descargo, las filmaciones y los reconocimientos de la mujer por parte de las víctimas fueron tajantes y condenó a Rómbola a 8 años de prisión por diez hechos de estafa y siete de encubrimiento y falsificación de documento. La pena impuesta por la estafas fue unificada a la condena anterior por homicidio, y la suma dio 20 años de prisión. La mujer fue la única condenada en la causa.

Apelación

El martes se llevó a cabo una audiencia de apelación presidida por los camaristas Alfredo Ivaldi Artacho, Carina Lurati y Guillermo Yaudet. En la misma, la fiscal de Cámaras Cristina Rubiolo y la defensora de Cámara Marcela De Luca acordaron reducir la pena impuesta de 8 a 6 años de prisión y unificarla con la condena anterior, por lo que Rómbola deberá cumplir 18 años de cárcel. A su vez, fue declarada reincidente. Estos puntos fueron aceptados por los camaristas, que confirmaron parcialmente la sentencia aunque la división se generó en cuanto a la modalidad de arresto domiciliario propuesta por las partes. La vocal Lurati sostuvo que no se acreditó una excepción al cumplimiento efectivo de la condena y refirió que la modalidad de ejecución de la pena no es materia de acuerdo entre partes, sino que se encuentra establecido por ley aunque sus pares resolvieron apoyar la modalidad de prisión domiciliaria.

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