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Racismo

Obama pidió que separen a policías

El presidente reclamó que las fuerzas de seguridad “no cierren filas”.


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer que los policías que se excedieron en la represión de las protestas en Baltimore deben ser llevados ante la Justicia, por lo que pidió a los departamentos de policía del país que, en lugar de “cerrar filas” en torno de esos agentes, les hagan rendir cuentas.

Obama consideró que si a esos cuerpos policiales “les interesa extirpar a las personas que no están haciendo lo correcto” es necesario “que rindan cuentas los que hacen algo mal, en lugar de la estrategia de cerrar filas que con demasiada frecuencia vemos que termina alimentando una mayor frustración”.

“Si esos departamentos quieren crear un entorno más seguro para sus oficiales, tienen que construir más confianza” con las comunidades con las que interactúan diariamente, agregó el mandatario en un programa radial, según EFE.

Obama había hablado anteayer desde la Casa Blanca de la violencia y los disturbios que sacudieron el lunes la ciudad de Baltimore (estado de Maryland), a raíz de la muerte de un joven negro que estaba bajo custodia policial.

En esa entrevista, el presidente estadounidense volvió a condenar con firmeza esos disturbios, que se saldaron con un total de 20 agentes heridos, y elogió la labor y la “moderación” de la policía de Baltimore ante las protestas.

Anteanoche, Baltimore volvió a vivir enfrentamientos violentos entre la policía y manifestantes, tras el inicio del toque de queda decretado por la Municipalidad, que se saldaron con la detención de 10 personas.

Dos mil miembros de la Guardia Nacional y otros mil policías patrullaron desde anteayer las calles de Baltimore y esta madrugada las desalojaron utilizando gas lacrimógeno y balas de goma.

Al igual que hizo anteayer desde la Casa Blanca, Obama volvió a insistir ayer en que más allá de las protestas en Baltimore o de las vividas hace apenas unos meses en Ferguson y Nueva York, por las muertes de dos hombres negros desarmados a manos de policías, hay que examinar las causas subyacentes del problema.

Obama dejó entrever que, en el corto plazo, no prevé visitar la ciudad, situada a una hora de Washington. “Una vez que las cosas se hayan calmado, creo que será el momento de volver a Baltimore”, apuntó.

Llamado de Hillary

La precandidata presidencial demócrata Hillary Clinton llamó ayer a Estados Unidos a enfrentar las “duras verdades” sobre el problema de “raza y justicia”, en medio de los incidentes entre la comunidad afroestadounidense y la policía en Baltimore (este) tras la muerte de un joven negro.

“Tenemos que hacernos cargos de algunas duras verdades sobre raza y justicia en Estados Unidos”, dijo Clinton en un discurso en la Universidad de Columbia, donde propuso reformas al sistema judicial penal y penitenciario.

Murió otro joven en Detroit

Anteayer un agente de la ciudad de Detroit mató a Terrance Kellom, de 20 años, en su casa y delante de su familia. La Coalición contra la Brutalidad Policial de esa ciudad convocó a una marcha para protestar por el hecho que elevó la tensión tras los recientes “crímenes raciales” de las fuerzas de seguridad contra afroamericanos. El jefe de la policía de Detroit, James Craig, confirmó que Kellom murió ayer luego de ser baleado por un oficial de la fuerza y aseguró que el joven portaba un martillo. “Mi hijo murió con los puños cerrados. No tenía un martillo. Ellos asesinaron a mi hijo en mi cara”, aseguró Kevin Kellom, su padre.

Maestros desmienten

Los disturbios que aún anoche sacudían o Baltimore comenzaron por la provocación injustificada de la policía de esa ciudad del estado de Maryland y no por los ataques de jóvenes y estudiantes como sostuvieron las autoridades, según denunciaron maestros y testigos en un artículo publicado ayer por la revista estadounidense Mother Jones. El relato oficial que impulsó la policía de Baltimore, aceptaron las autoridades políticas –hasta el propio presidente Barack Obama– y reprodujeron los medios de todo el país, sostiene que la policía había detectado el lunes temprano un supuesto mensaje en las redes sociales para saquear.

El modelo de Giuliani

Como en Ferguson y Nueva York, las protestas, la bronca y la violencia que desató esta semana en la ciudad de Baltimore la muerte de un joven negro a manos de la policía no son un hecho aislado ni azaroso. Años de represión e impunidad policial y de connivencia política explican una nueva crónica de un estallido anunciado en Estados Unidos. Las cicatrices más recientes en esta ciudad del noreste norteamericano, en la que más del 63 por ciento de sus habitantes son negros, datan de finales de los años noventa. Baltimore importó el modelo de tolerancia cero del ex intendente de Nueva York Rudolph Giuliani, una política que ganó muchos adeptos.

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