Ciudad

No sólo a estudiar: a la facultad se puede también ir a comer

Por Alexis Louhau.- La Universidad Nacional de Rosario tiene tres comedores donde mil estudiantes acuden por desayuno, almuerzo o cena.


unrdentro

Por Alexis Louhau

Los comedores universitarios aparecen hoy en día como la forma más rápida, económica y con dieta equilibrada para cubrir la cuota alimentaria de los alumnos de carreras de las facultades dependientes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El tiempo es uno de los bienes más preciados para los cientos de estudiantes que por una agenda apretada o desgano acaban consumiendo un platillo poco elaborado, que en contados casos cumple con una dieta saludable, o bien se saltan una comida. Así, estos espacios no sólo contribuyen a que sus vidas, sobre todo las de aquellos que provienen de algún pueblo o ciudad cercana teniendo que afrontar los gastos mínimos que representa vivir fuera de casa, sean más estructuradas sino que también funcionan perfectamente como centros de intercambio de experiencias y lugares de esparcimiento.

La UNR cuenta con tres comedores universitarios (ver aparte) que ofrecen diariamente menú de desayuno, almuerzo, merienda y cena a más de mil estudiantes, quienes con un certificado de alumno regular pueden tramitar, en Beruti 2190, su credencial para acceder a este beneficio. No obstante, el proyecto para este año se vuelve más ambicioso y la idea es poder contar para mitad de año con la ampliación de uno de ellos y con otro totalmente nuevo, para inicios de 2015, destinado a futuros profesionales de las áreas de salud.

Al cruzar la puerta principal, obstruida parcialmente por una mesa que comensales que parecían muy disímiles entre sí estaban compartiendo, El Ciudadano fue recibido por el secretario de Bienestar Estudiantil, Gervasio Solari, quien ofició de guía en una recorrida por uno de estos espacios de encuentro. “Nuestra idea siempre fue apostar con este proyecto. Por supuesto que tuvimos que hacer cosas en el camino porque hubo un momento en el que la demanda comenzó a colapsar la cocina y el personal no daba abasto. El menú debe salir rápido pero tiene que ser de buena calidad y eso requiere de una logística que día a día se va ajustando”, analizó.

“Es muy bueno poder contar hoy cómo está funcionando todo esto. Meses antes de inaugurar éramos pocos los que veíamos al comedor universitario como algo que nos iba a dar más alegrías que dolores de cabeza. Pero desde ese día fue creciendo la demanda así como la aceptación de los estudiantes”, agregó el directivo.

La génesis

El primer comedor universitario de las últimas cuatro décadas se abrió en la primavera de 2009 en la Cooperativa de Trabajadores Solidarios en Lucha, más conocida como La Toma (Tucumán 1349), lugar que cobija en su interior a un sinnúmero de organizaciones sociales. Allí, alrededor de cien estudiantes, en su mayoría de la Facultad de Humanidades y Arte, pueden gozar de un desayuno y almuerzo que se produce enteramente en el comedor ubicado frente a la Siberia. Si bien Solari destacó que “esta mecánica de trabajo funciona muy bien”, reconoció también la existencia de algunas dificultades a la hora de servir la cena, que por el momento no está incluida en el cronograma. “Estamos muy limitados por la cocina –admitió– y a la Universidad tampoco le conviene que los productos los elabore La Toma, por un tema de costos”.

Profundización del modelo

El comedor de la Siberia, Los Amigos, se gestó en abril de 2012. Su estratégica ubicación facilita el acceso al servicio de comidas a más de 500 alumnos de la mayoría de las carreras de la UNR que funcionan en el enorme predio situado en el barrio República de la Sexta. “Gente sentada tenemos alrededor de 370 entre los diferentes turnos, pero son muchos los estudiantes que compran la vianda, se toman el colectivo y comen en su casa”, contó Solari, quien adelantó que en el segundo cuatrimestre se habilitará una oficina lindera que permitirá contar con 50 lugares más y una cocina más amplia para la preparación de platillos más elaborados.

Veterinaria, una pata clave

A fines del pasado mes de marzo, la UNR habilitó el tercer establecimiento con este mismo fin en la casa de estudios ubicada en la localidad de Casilda. “Tuvo gran aceptación de los estudiantes porque, como (la facultad) se encuentra en las afueras de la ciudad, prácticamente no hay bares o restaurantes en esa zona”, analizó el secretario de Bienestar Estudiantil, quien detalló que “en losprimeros días se registraron alrededor de 300 comensales”, número que hoy se eleva hasta 450, y sigue hacia arriba.

Más platos

Gervasio Solari se mostró optimista respecto de poder contar en los primeros meses de 2015 con un nuevo comedor “en unos viejos galpones” que la UNR posee cerca de Riccheri y Santa Fe. La obra beneficiará a los miles de estudiantes que cursan Medicina, Odontología y Farmacia y Bioquímica. “Estamos en un 20 por ciento de las obras. La idea es que entre el doble de comensales que en el de la Siberia, es decir, alrededor de 240 por turno”, explicó el secretario de Bienestar Estudiantil. Y detalló que los fondos para la construcción “son especialmente otorgados por Nación”.

Comentarios