En los primeros minutos de este miércoles una larga fila de colectivos (más de 100) partió rumbo al Congreso para seguir el debate sobre el proyecto de legalización del aborto, que promete ocupar toda la jornada. En su amplia mayoría, corresponden a agrupaciones que apoyan y vienen apuntalando el proyecto de ley que cuenta con media sanción en la Cámara de Diputados y que ahora juega su destino de ley en el Senado.
Con la certeza de una masiva concurrencia de personas tanto a favor como en contra del texto en los alrededores del edificio del Congreso, el gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires dispusieron un amplio operativo de seguridad sobre la Avenida de Mayo, que desemboca en el Parlamento. Hay un vallado de separación física entre los manifestantes con posiciones enfrentadas.
El debate de la Cámara alta acapara la atención mediática en la Argentina pero también fuera de sus fronteras, con posicionamientos que en gran medida acuerdan con la iniciativa y piden a los legisladores apoyarla.
Hasta cerca del mediodía, los números no daban para que el texto aprobado en la Cámara baja se convierta en ley: 38 votos en contra y 31 a favor. La diferencia se amplió este mismo miércoles con la definición pública del senador por Tucumán José Alperovich, que dio argumentos débiles para fundamentar su postura: recorrió su provincia y recogió opiniones contrarias a la visibilización de una práctica extendida y en la clandestinidad que propone el proyecto para minimizar las muertes de mujeres.
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