Diego Rosatti remarcó que tuvo una final complicada ante el venezolano José Camacho, para retener la medalla conseguida en Buenos Aires 2006.
“Con Camacho nos enfrentamos 6 veces, y hasta ahora veníamos con 3 triunfos cada uno. Uno de mis triunfos era, precisamente, en los Suramericanos de Buenos Aires”, contó el judoca.
“Sabía que la final era muy complicada y me dio un apoyo extra para estar más tranquilo. Creo que el único combate más o menos accesible que tuve fue ante De Windt, pero no mucho”, finalizó el argentino muy contento por lo logrado.
Por su parte, Lorena Briceño tras la premiación indicó: “Mi categoría es muy pareja y este oro me sirve para demostrarme a mí misma que el esfuerzo realizado valió la pena”.
Briceño reconoció el buen nivel que hay en su categoría, aunque remarcó la gran confianza que tenía para hacer un buen papel en los Juegos Odesur 2010.
“La rival más difícil fue la primera, por su nivel y por el hecho de ser local. Aunque ninguna fue fácil, venía con mucha confianza y tal vez por eso se fue simplificando el camino”, indicó la judoca en declaraciones a Télam.
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