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Abuso

Imputado por brutal agresión a su vecina

La Justicia le dictó prisión preventiva por el plazo de la ley.


Un hombre de 26 años quedó imputado como responsable de un brutal abuso sexual cometido a principios de enero que tuvo como víctima a una joven que regresaba de madrugada a su casa de zona oeste cuando fue atacada. El acusado, a punta de cuchillo, la amenazó e irrumpió en la vivienda cuando la mujer abría la puerta, y una vez adentro la violó dos veces, la dejó desvanecida y huyó del lugar, aunque su identidad fue suministrada inmediatamente: se trataba de un vecino, que se mantuvo prófugo hasta este martes, cuando se presentó espontáneamente junto a sus abogados. Este miércoles fue imputado por la fiscal Carla Cerliani de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma, y robo. El juez Héctor Núñez Cartelle hizo lugar al pedido y dictó la prisión preventiva a Vizcacha, como se lo conoce en el barrio. Ahora será sometido a una extracción de sangre para cotejar su ADN, ya que se logró aislar y extraer material genético de prendas de la víctima.

Cerca de las 5.30 del pasado domingo 8 de enero Andrea, de 29 años regresaba a su casa tras ir a bailar. En la vivienda dormían su hijo de 15 y su sobrino de 16. Ella abrió la puerta de rejas que da a un patio delantero y, cuando introdujo la llave en la puerta principal de la casa, fue atacada por un vecino, quien le puso un cuchillo en el cuello, según sostuvo la imputación.

El agresor entró a la casa con su víctima por la fuerza, y el ruido despertó a los adolescentes, que se encontraron con él y lo reconocieron. Andrea era amedrentada por Vizcacha, quien no la soltaba y, bajo amenazas de muerte con el cuchillo, obligó a los adolescentes a quedarse quietos, describió la fiscal Cerliani.

Dominando la situación, el intruso les quitó los teléfonos celulares a los dos adolescentes y llevó a Andrea hasta su almacén que funciona en la misma propiedad. Allí la obligó a mantener sexo oral bajo amenazas de muerte, le cortó la ropa con el cuchillo y dejó su torso al desnudo. Luego la obligó a cambiar de posición, pero como los adolescentes gritaban, amenazó también con matar a los dos chicos si ella se resistía, relató la propia víctima.

Vizcacha fue entonces a la cocina de la vivienda y amarró a los adolescentes con pedazos de trapo, y llevó a uno ellos al baño, donde intento apuñalarlo en el cuello. Forcejearon y el agresor comenzó a ahorcarlo hasta que su primo comenzó a gritar, continuó su relato la fiscal en la audiencia.

Entonces el agresor regresó donde estaba la mujer, le sacó el resto de la ropa, cortó con el cuchillo su ropa interior y la ultrajó mientras le apoyaba el arma blanca en la garganta. Luego comenzó ahorcarla mientras le decía: “Yo te voy a matar”, hasta que la víctima se desvaneció. Vizcacha se retiró por un pasillo luego de saltar un portón, pero en el camino perdió una de las ojotas que llevaba como calzado, que fue secuestrada junto a un cuchillo que había en el lugar, marcó Cerliani.

Para entonces el hijo de Andrea había logrado liberarse y, al ver a su madre ensangrentada, salió corriendo hacia la calle y pidió auxilio a los gritos. Alertado, un vecino observó correr al sospechoso, y luego vio a la chica desvanecida. Llamó a la madre de Andrea, quien vive a escasos metros, y a su padrastro, que la vio tendida en el piso bañada en sangre. “Gordo, le di todo y me violó. Fue vizcacha”, llegó a decirle Andrea.

El hombre tapó y su hijastra y rápidamente acudieron otros parientes que la trasladaron al Heca, donde quedó internada. Actualmente la joven se encuentra acompañada por un equipo interdisciplinario y aún no ha podido volver a su casa.

Vizcacha permaneció 20 días prófugo. La Policía de Investigaciones llevó adelante reiterados allanamientos siguiéndole los pasos, pero no logró dar con él.

Según trascendió, Vizcacha trabaja en la construcción y desde el 10 de enero estaba de baja en la empresa donde prestaba servicios. La evidencia colectada –incluso su mujer declaró que esa madrugada no estaba en su casa y que por vecinos se enteró que había robado a una vecina a quien le cortó el cuello– sumado al relato de un pariente que dijo haber recibido un llamado cerca de las 7 de aquel domingo en el que le contaron que Vizcacha “se había mandado una cagada”, fue determinante. “Las tres víctimas lo identificaron, al igual que un vecino que lo vio correr”, resumió.

El imputado prefirió no declarar, y se limitó a decir que era inocente. Su defensa, a cargo de Rubén Navas y Gonzalo Rucci, sostuvo la inocencia, centrándose en su arraigo y su perfil trabajador. Sí refirieron que “tiene un problema con las drogas”, y en ese marco alegaron que, según el testimonio de la pareja de Vizcacha, se droga los fines de semana, “y cuando lo hace no puede mantener relaciones sexuales”.

La certeza la determinará el cotejo de ADN, que suele demorar unos tres meses. En tanto, la fiscal Cerliani solicitó la prisión preventiva sin plazo, La defensa no se opuso aunque solicitó un plazo no mayor a 60 días y requirió la realización de estudi0s para determinar la adicción del acusado.

Pese a los esfuerzos de los abogados, el juez hizo lugar al pedido fiscal al entender que la evidencia en contra de Vizcacha era abundante. En cuanto a su lugar de detención dio el visto bueno al pedido de los defensores y ordenó se lo traslade a un pabellón en el que conviva con personas con causas penales por delitos similares.

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