La Justicia dictó prisión domiciliaria por 10 y 5 días a la propietaria de un salón de fiestas y a su socio luego de que violaran varias veces las clausuras impuestas por el municipio. El establecimiento, ubicado en Pasco 1537, no estaba habilitado y aún luego del decomiso de mesas y equipos de sonidos volvió a funcionar hasta que la Justicia emitió el fallo, sin precedentes en la ciudad.
“La actividad comercial requiere responsabilidades y cumplimientos y quienes no estén dispuestos a ello son sancionados. Es nuestro deber como Estado velar por la seguridad de todos”, señaló el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, al comentar la noticia.
Fiesta en casa
Según informaron desde la repartición municipal, el viernes pasado el Juzgado de Faltas Nº 2, a cargo de Adrián Pafundi, condenó a diez días de prisión efectiva para una de las dueñas, a cumplir en el domicilio, y cinco días de prisión en suspenso para su socio del salón de fiestas Jubilee.
Ninguno de los dos podrá abandonar el lugar donde vive por ningún motivo, prohibición que monitoreará la Justicia a pedido de la Fiscalía.
El salón de fiestas que manejaban los condenados fue clausurado por primera vez en diciembre de 2013 pero nunca dejó de funcionar. En más de una decena de inspecciones realizadas a lo largo de todo 2014, el municipio constató la violación de la clausura, falta grave que denunció en la Justicia.
“Realizamos varias inspecciones en el lugar, e incluso una vez decomisamos equipos de música y mesas para que no siguieran funcionando”, indicó Seghezzo. “La primera vez fuimos por denuncias de vecinos y descubrimos que no tenía habilitación, por lo que se procedió a colocar la faja de clausura”, agregó el secretario. Sin embargo, continuaron las irregularidades. “Debimos ir más de una decena de veces porque ese lugar seguía funcionando, violando la sanción que había tomado la Secretaría de Control. En cada procedimiento, se realizó la denuncia penal que terminó en este fallo”, precisó Seghezzo.
Inédito
Tras el fallo judicial, Seghezzo evaluó: “Es importante que la Justicia dé este tipo de gestos y demuestre que quien se maneja fuera de la norma será sancionado con dureza. Una persona que tiene la impunidad de violar una clausura no puede salir sin consecuencias de este tipo de conflictos”.
A la vez, el funcionario insistió: “Quien tiene un comercio, cualquiera sea el rubro, debe manejarse dentro de la norma y respetar lo que la misma le impone. Estas personas claramente no lo hicieron y ahora deberán pagar las consecuencias. Nuestro deber como Estado es velar por la seguridad de todos”.
Según se aseguró, el fallo es inédito en la ciudad “ya que, en primer lugar, no es común que un empresario tome este tipo de actitudes”.
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