Espectáculos

Las doce primaveras de Matilda

Juan Godoy e Ignacio Espumado festejan con un concierto sus doce años de formación.  Matilda se presenta este viernes en McNamara, con el aporte de  Pol Nada como invitados.


Foto de Leonardo Vincenti
“Matilda fue nuestra universidad, cambió nuestra manera de pensar”, reconocen los músicos. Foto de Leonardo Vincenti

 

Por Javier Hernández

Matilda, el dúo electropop rosarino que integran Juan Manuel Godoy e Ignacio Espumado, está de fiesta y, fiel a su estilo, lo celebrará con todo su arrebato, esta noche, a partir de las 21, en McNamara (Tucumán 1016). De la velada también será parte el músico Pol Nada, quien aprovechará la ocasión para seguir mostrando su último disco, Te vamos a salvar (ver aparte).
Matilda nació en 2001, año paradigmático para la vida argentina. De forma autogestiva comenzaron a tejer redes, primero en grupos de amigos, luego en círculos más decisivos –como la participación en el colectivo Planeta X– que les abrió nuevas puertas. Llegaban Tres corazones rotos y un ordenador (2002) y asomaban escenarios, casas y reductos donde poder expresarse.
Pronto salían a la ruta y ciudades como Buenos Aires, Tucumán, San Luis, Santa Fe, Paraná, La Plata y Córdoba, dejaban de ser meras urbes y comenzaban a formar parte de su existencia.
Pasaban las primaveras y los discos: Formas de inventar nuestro destino, en 2005, y Para ser movimiento en 2008.
Las canciones se relacionaban con aspectos inherentes a sus propias vidas hablando de las relaciones humanas y el amor pero también de experiencias psicodélicas, de crítica social. Su último disco, Las acciones cotidianas (2012), confirma ese camino iniciado hace doce años (ver aparte).
“Siempre tuvimos en claro que queríamos que la música ocupara un lugar de placer en nuestras vidas, que fuera un espacio donde sentirnos bien y donde expresar todas las cosas que pensábamos”, contó Juan Manuel Godoy en diálogo con El Ciudadano.
“Matilda fue nuestra universidad. Esta actividad cambió nuestra manera de pensar”, continuó el músico quien, a modo de balance, enumeró: “Aprendimos muchas cosas que de alguna forma nos constituyeron como personas: compartir experiencias con otros músicos, participar en Planeta X, aprender a grabar nuestros discos pero también a distribuirlos”.
La criatura creció y con ella sus inventores. “En este tiempo pasaron muchas cosas en nuestras vidas: conocimos a nuestras mujeres, tuve una hija, armé la página Rosarioindie (www.rosarioindie.com.ar), me dediqué a pasar música y organizar fiestas; Nacho trabaja haciendo sonido para películas, grabando a otras bandas. Y todo empezó con este proyecto”, opinó Godoy. Porque hay motivos de sobra para festejar, Godoy contó que, esta noche, van a repasar su último disco pero también “cosas que hace mucho que no tocamos”.

Canciones en la gatera

Matilda no se queda quieto y el dúo ya empezó a delinear algunos temas nuevos que verán la luz en 2014. “Tenemos algunas canciones y bases con las cuales empezar a trabajar en lo que, imaginamos, será un nuevo EP de la banda”. Con todas las posibilidades que brinda la edición virtual, para Godoy la meta está en editar músicas a través de internet y no quedarse atado al disco físico. “Estamos pensando en no hacer un disco tan largo y, por el contrario, presentar un EP con menos canciones. Tenemos dos temas que estamos trabajando y algunas canciones que están en la gatera”, concluyó el músico, quien remató con que ya cerraron fechas para girar por San Luis y Córdoba en 2014.

Las acciones cotidianas

Para Godoy un problema del presente es que la gente no se plantea sus propias acciones. Las acciones cotidianas es un disco que pone en valor el “quehacer diario”. De gran contenido poético, las letras de las canciones son una carta a la libertad y el amor como acto político donde las alegorías bucean en temáticas existenciales que dejan en claro que todos somos “Cuerpo y energía”.

“Te vamos a salvar”

Postales sonoras de tres minutos. Así se vive Te vamos a salvar, el segundo disco del proyecto musical Pol Nada que encabeza Pablo Jacobo. A nivel conceptual, el disco presenta una estructura que, en una apuesta casi filosófica, roza con preguntas de la psicología (Jacobo es, además de músico, psiquiatra), y se interpela sobre la dialéctica entre lo real y la realidad.

 

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