Eduardo Duhalde-Carlos Reutemann contra Felipe Solá-Alberto Rodríguez Saá. El Peronismo Federal ya masajea las fórmulas presidenciales que presentará la primera semana de septiembre en Entre Ríos para la interna abierta, simultánea y obligatoria. El plan consiste en comenzar 2011 con las fórmulas ya lanzadas para que los candidatos recorran el país y sumen nuevas figuras: Luis Juez en Córdoba es un objetivo directo y ya se abrió un canal de diálogo ante las fisuras del Acuerdo Cívico y Social.
Duhalde anunció el encuentro de Paraná, patrocinado por el entrerriano Jorge Busti, donde el Peronismo Federal buscará emitir una imagen de unidad con todos sus precandidatos a presidente en el mismo escenario. Al procesado Mauricio Macri sólo le reservan un lugar secundario como asociado externo en la Capital Federal, pero nada que haga pensar en una sumisión del peronismo rebelde al PRO. La foto de unidad, de todos modos, no está garantizada: desde el búnker de Francisco de Narváez dudan en sumarse al evento de Duhalde y, con encuestas en la mano, advierten que el lomense es el tercer político con peor imagen negativa, detrás de Néstor y Cristina de Kirchner.
Opción
“A Macri, procesado como está, su propia gente lo va a empujar a sumarse al Peronismo Federal como aliado de la Capital Federal. Su mejor opción va a ser buscar la reelección como jefe de Gobierno porteño”, es el diagnóstico intervenido por el peronismo disidente. Mientras De Narváez intenta vaciar el acto previsto para el 3 de septiembre en Paraná, otros referentes como el gobernador chubutense Mario Das Neves también dudan en subordinarse con tanta anticipación al liderazgo de Duhalde. El patagónico, al igual que el diputado empresario de Unión-PRO, contraofertaron un mitin simultáneo de equipos técnicos en todas las provincias liderado por cada referente en su propio distrito, pero primó la idea de un acto masivo con folclore peronista y exhortación al federalismo en Paraná.
El Peronismo Federal adhirió a la teoría de los tres tercios del electorado: uno para el kirchnerismo, otro para el panradicalismo y el último para el PJ rebelde. Ante ese escenario Duhalde y los suyos ya están resignados al balotaje y siguen el leading case de la interna radical en la provincia de Buenos Aires. “(Ricardo) Alfonsín forzó una interna con apenas 80 mil votos, revivió a la UCR como fuerza opositora y quedó posicionado como candidato presidencial. Nosotros con Felipe, Lole, Busti, Das Neves y los Rodríguez Saá podemos armar una interna abierta a nivel nacional y demostrar que nuestro caudal electoral está por encima de Kirchner y de los radicales”, es el discurso motivacional que enarbola Duhalde y que, a la vez, tranquiliza los reclamos de Solá de definir las candidaturas en una interna abierta.
Desde el gobierno aprovecharon la cena de los cabecillas del Peronismo Federal el martes a la noche, con Macri incluido, en el departamento del CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, para embestir contra Duhalde. El diputado del Frente para la Victoria Carlos Kunkel dijo que sería “válido y legítimo” si Magnetto “sale de las sombras” y decide ser candidato para las elecciones de 2011, y pidió “no actuar como titiritero detrás de las bambalinas”.
A las críticas se sumó prácticamente todo el arco del kirchnerismo, desde el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, hasta el titular de la bancada de Diputados, Agustín Rossi, y el director de la Ansés, Diego Bossio.
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