La Coalición Cívica-ARI repudió ayer las amenazas que recibió Elisa Carrió por parte de un supuesto grupo de narcotraficantes que dejó el jueves, en el acto de cierre de campaña de la precandidata presidencial por Cambiemos, un estuche con tres balas calibre 38, un mensaje intimidatorio contra las familias de los postulantes del espacio y la advertencia de que “en esta guerra no hay lugar para gordas ni villeros”.
El secretario general de la CC-ARI, Pablo Javkin, emitió un comunicado en el que “repudia enérgicamente las amenazas recibidas en las últimas horas” por Carrió, su compañero de fórmula Héctor “Toty” Flores y la primera candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, Marcela Campagnoli.
Con referencias directas a esos tres precandidatos, el mensaje mafioso remarcaba: “Ya estamos radicados en Argentina (…). Por eso luego que acordemos los territorios entre nosotros, iremos contra sus familias. ¿Qué pueden hacer? Nada. Fue y será inevitable, no es nada personal”.
“Manifestamos nuestro apoyo y solidaridad con todos ellos; la decisión de seguir avanzando contra el poder criminal y sus cómplices nos va a encontrar unidos en ese camino; no retrocederemos en la defensa de la justicia y la lucha incansable contra las mafias vinculadas al narcotráfico y la corrupción”, sostiene el comunicado firmado por Javkin.
En el acto de cierre realizado el jueves en el Palais Rouge del barrio porteño de Palermo, la nota amenazante fue hallada por el equipo de prensa de Carrió dentro de un estuche del que sobresalía una tarjeta que decía “Carrió”.
También en ese estuche fueron encontradas las balas plateadas calibre 38, envueltas en un papel con las iniciales de los tres candidatos de Cambiemos pintadas en blanco.
Ante el hallazgo, los voceros de Elisa Carrió dieron intervención a un agente de la Policía Metropolitana que forma parte de la custodia de la precandidata y que labró un acta de secuestro y tomó declaración a dos periodistas que oficiaron de testigos.
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