Ciudad

Karen y Alexis no renuncian al amor menos convencional

Por Luciana Sosa.- Viven en Victoria, ambos cambiaron su identidad de género y hoy se muestran felices: pronto van a ser papás.


amordentro

Mientras hablan se toman de la mano, se miran, sonríen. Llevan juntos nueves meses y desde hace cinco esperan a su hija, a quien llamarán Génesis. Ambos son trans y el varón de la pareja, que nació mujer, es el que lleva en su vientre al bebé. Alexis (26) es el primer hombre trans embarazado y, junto a Karen (28), relataron su historia de amor a El Ciudadano. “Génesis va a crecer con toda la verdad, va a ver cómo luchamos por nuestra felicidad y se va a sentir orgullosa de nosotros”, dijeron.

Ella tiene un cuerpo escultural, cabello rubio y le gusta verse bien. Se cruza de piernas, y toma la mano de su novio mientras habla. Nació varón, pero a los 14 años decidió que se llamaría Karen. A su lado, Alexis nació mujer, pero desde hace años es un hombre. Lleva seis en tratamiento de hormonas y en medio de una faltante de las mismas (la padecen todos los chicos trans de la ciudad entre junio y julio, aún se desconoce el motivo) conoció a Karen y decidieron tener un hijo. Es por eso que ahora, con más de cinco meses de embarazo, no muestra su panza pero lleva a su bebé consigo.

En mayo del año pasado, Karen y Alexis se conocieron en el colectivo en el que viajaban por un nuevo aniversario de la ley de identidad de género. Desde entonces apenas hubo algún que otro cruce de miradas y unas pocas palabras. Ella venía desde su Victoria natal a Rosario cada martes a la reunión de la comunidad trans del Movimiento Evita y se cruzaba con Alexis o bien llevaba a algún amigo para que Alexis lo asesore en el tratamiento hormonal. En mayo se volvieron a ver por la Marcha del Orgullo Gay. Ella fue al boliche en el que trabajaba Alexis, hubo algún que otro beso, pero ni una noticia más hasta el 15 de diciembre, momento en que, durante la Marcha, con el corazón a mil revoluciones, decidieron declararse su amor.

“Me tocó el bichito del amor –dijo Alexis–, necesitaba verla, le preguntaba a todos si Karen venía a la marcha, me decían que sí, pero las primeras 6 cuadras no la veía, me comencé a preocupar”, dijo Alexis.

Por su parte, Karen confesó que “estaba como loca, no podía dejar de pensar en él”.

En medio del flechazo, Alexis advirtió que llevaba meses sin poder hacer su tratamiento hormonal. “Lamentablemente es una realidad de los trans de Rosario, cada año, en junio o julio, cesa la entrega, aún no sabemos por qué”, explicó. Fue ante ese impasse y viendo que la relación iba viento en popa que hablaron de la posibilidad de tener un hijo de manera convencional y así comenzó la búsqueda del embarazo.

“Aprovechábamos esta oportunidad o seguíamos con los planes de adoptar pero ya sabemos el tiempo que tarda un trámite de adopción, los requisitos, entre ellos la cuestión económica iba a ser un obstáculo, entonces como podíamos tenerlo de manera natural, avanzamos”, resumió Karen.

Comenzar de cero

Desde la unión en pareja, ambos viven en Victoria, donde conocen a Karen por haber sido la primera trans en tener su nuevo DNI. Pero también la conocen por su trabajo de alternadora. “Hasta hace dos meses ejercí la prostitución para poder mantenerme, y más allá de que la cosas estén difíciles, sigo con la esperanza de poder tener un trabajo noble, para poder aportar a mi hogar”, dijo.

“Nuestra problemática es que queremos trabajar, poder pagar nuestra vivienda, criar a nuestra hija de la mejor manera, pero nos dan la espalda. Por eso, cuando podemos, hacemos rosquitas o alfajores y sándwiches para vender, pero eso también requiere un dinero que no tenemos”, explicó.

Por otro lado, Alexis se mostró más preocupado por la situación dado que una tarde salió a vender rosquitas y tras recorrer toda la ciudad volvió a casa sin una venta. “Es difícil saber que no tenés un peso para comer y que tu esposa salga a trabajar en la calle, fueron las peores noches”, recordó.

Desde el vientre de papá

Ante la consulta sobre cómo se le explicará a la nena que nació del vientre de su padre, Karen dijo: “Tengo un cuaderno donde guardo todas las notas que me han hecho por discriminación en los diferentes boliches y restaurantes de Victoria. Cada vez que nos sentábamos en un lugar, venía el mozo y nos decía que por orden del dueño, nos teníamos que retirar. Fue así que decidí también iniciar acciones legales con cada local. Pero no le vamos a ocultar nada, ni nuestro género ni nuestra sexualidad”, aclaró.

La mujer también detalló que Génesis conocerá cada detalle de la relación de sus padres y “que yo soy la mamá pero el que la portó en su vientre es Alex, y por medio de los recortes que guardo va a saber cómo la peleamos, cómo nos han discriminado, que ella se sienta orgullosa de nosotros, ni hablar de lo que ella significa para nuestra vida, como todo hijo en la vida de sus padres”.

Aún de la mano, ellos se miran, se ríen y “cuando las cosas van mal, lloramos juntos. Tenemos nuestras discusiones como en cualquier pareja, pero son sólo de minutos. Uno se pelea con la persona que ama y nunca recuperás ese rato que no le hablaste o la miraste mal”, coincidieron.

“Lo principal es aceptarse uno mismo”

A la hora de definir su identidad, ambos coinciden en la importancia de “aceptarse uno mismo”. Para Karen, quien a los 14 años decidió que se iba a llamar así, fue difícil “hacer en el colegio gimnasia de varones, yo no quería jugar al fútbol, quería practicar vóley. Tampoco quería el guardapolvo liso sino llevar el de pollera tableada con cinturón. En vez de tener el pelo corto, lo quería largo y hacerme una trenza. Tenemos que aceptarnos a nosotros mismos para luego hacer nuestra propia vida, se trata de nuestra felicidad. Es la única manera de juntar fuerzas y salir adelante en esta situación”, aconsejó.

En tanto, Alexis remarcó la falta de respeto desde afuera: “No sólo nos discriminan y lastiman con sus insultos, sino también lastiman a nuestra familia, a los padres de esa persona trans, y de eso no se habla”.

En la misma línea, Karen advirtió la “liviandad” con la que se brindan clases de educación sexual en los colegios. “Dicen que son temas muy profundos para chicos de 12 años, cuando en realidad deben saber de qué se trata porque tal vez a esa edad estén atravesando una situación parecida a la nuestra y necesitan informarse”, agregó.

¿Operarse o no?

Karen y Alexis aún mantienen los genitales con los que nacieron. En medio de la “aceptación propia”, Karen aseguró no sentirse “ni más ni menos mujer por portar lo que porto. A los 13 o 14 me hubiera gustado operarme, pero ya estoy grande, es algo más de mí, no le doy importancia”, señaló.

En cambio, Alexis pensaba quitarse las mamas y operarse los genitales pero “ante la espera de Génesis, esperaré seis meses después que nazca así me saco leche para alimentarla, pero estoy decidido a operarme. Me molestan los pechos y en mi sexualidad me siento incompleto”. De todas maneras aseguraron que cada caso es diferente y que “no por ser trans hay que operarse”.

Comentarios

10