Rosario impulsa una ley para reinstaurar el descanso dominical en los comercios de toda la provincia. La excepción serán los pequeños almacenes y locales atendidos por sus dueños de los barrios. La iniciativa cuenta con el aval de la Asociación Empresaria de Rosario (AER) y el Sindicato de Empleados de Comercio local y será presentada antes de fin de año en la Cámara de Diputados de la provincia. La semana pasada los promotores de la iniciativa convinieron en emular una ley que se aprobó en La Pampa pero no se reglamentó. El cónclave reunió a los referentes más importantes de las cámaras y organizaciones locales afectadas por el reclamo del descanso del día domingo y contó con la presencia del cuerpo completo del consejo directivo de la organización anfitriona.
El 13 de junio la Legislatura provincial de La Pampa aprobó un proyecto de ley para declarar de carácter obligatorio el descanso dominical. Según esa ley aprobada pero no implementada, los comercios locales podrán abrir los domingos si son atendidos por familiares. Pero los establecimientos comerciales que desarrollen actividades centradas en productos alimenticios y comercial general y posean locales comerciales cuya superficie total sea superior a 40 metros cuadrados, deben desarrollar sus actividades de atención al público de lunes a sábados entre las 7.30 y las 22.30 y los días feriados que establezca la legislación nacional entre las 7:30 y las 14. Además, los días 24 y 31 de diciembre el horario de cierre será a las 18 y 14.
Desde el sindicato de Empleados de Comercio de Rosario, su secretario general, Luis Batistelli explicó que el pedido para el descanso dominical no es caprichoso ni persigue objetivos políticos más que “hacerle bien a la sociedad en su conjunto”. “Una cajera trabaja un domingo y eso le da un poco más de dinero y la compensan con un franco en durante los días de semana cuando su hijo va a la escuela o trabaja”, graficó el gremialista.
En representación de los autoservicios y almacenes de la ciudad, Juan Milito –titular del Centro Unión Almaceneros– sostuvo que se concretarse la iniciativa se llegaría a una democratización de la economía local. La medida beneficiaría, siempre según sus patrocinantes, a balancear las ventas entre comercios chicos y grandes. Los más pequeños, no sometidos a la iniciativa, podrán abrir si están a cargo de un familiar. Con el cierre del gran comercio, el consumidor dominical deberá, o prever sus necesidades los días anteriores al fin de la semana, o consumir en los pequeños locales. El almacén o autoservicio regentado por sus propios dueños será una válvula para descomprimir las hipotéticas necesidades de consumo de domingo. “Esto no significa que los hipermercados de los shoppings de gran superficie pierdan sus ventas. Ese 20 por ciento de facturación semanal que representan los domingos se dará los días anteriores”, propuso Milito, quien insistió en que el contexto para la salida de esta ley es ideal al incluir los gremios del rubro y las asociaciones de empresas.
En diálogo con El Ciudadano, el legislador José María Tessa, quien participó de la reunión con el gremio y los representantes de las patronales, explicó que existe un consenso general en todos los actores para que sea aprobada en la comisión de trabajo de diputados. “Favorece al trabajador y a los pequeños comercios que pueden tener más volumen de venta. Pero también ayuda a los consumidores para que no gasten en cosas que no necesitan y muchas veces al estar en un shopping terminan endeudándose por productos que no necesitan”, apuntó Tessa.
El principal actor, que hasta llevó la iniciativa al papa Francisco meses atrás, fue el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), Osvaldo Cornide. “Se busca preservar la unidad de la familia porque si el padre o la madre no está el domingo se rompe la reunión familiar y la contención hacia los chicos, sobre todo en momentos donde hay droga y delincuencia”, finalizó.
Tradición desvirtuada
Desde principio del siglo pasado hasta la década del 90 el país tuvo, siempre en materia general y sin incluir otros flagelos de la flexibilización laboral, el descanso dominical. El primer legislador socialista, Alfredo Palacios impulsó que se convierta en ley, –4.661– en Capital Federal antes de la década del 10. A posteriori, la actual ley de contrato de trabajo, prohíbe la ocupación del trabajador desde el mediodía del sábado hasta las cero del lunes. A su vez norma prevé un compensatorio y un pago del ciento por ciento (artículo 201) en caso de que el trabajador deba prestar servicios. En 1991 el decreto 2284, de desregulación económica, eliminó algunas restricciones a horarios y días de trabajo.
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