La presidenta Cristina Fernández anunció ayer el envío al Congreso de un proyecto de ley para eximir de impuestos al biodiésel mientras se mantengan las restricciones de la Unión Europea (UE) al ingreso de ese combustible de producción nacional.
La iniciativa se definió mientras la Argentina mantiene una denuncia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra España por el impedimento a la compra de biodiésel argentino, medida que el gobierno ibérico había adoptado como “represalia” por la estatización de YPF y la salida de Repsol.
“Estamos ante una verdadera guerra comercial y nuestra obligación es proteger a quienes están con dificultades”, resaltó la jefa del Estado al justificar la medida en un acto en la Casa Rosada, donde precisó que el proyecto ingresará por Diputados.
La mandataria aclaró que la eximición del 22 por ciento de la alícuota del biodiésel destinado a la generación eléctrica y de la alícuota del 19 por ciento del impuesto a los combustibles líquidos, retrotrayendo la situación al mes de noviembre de 2011, será “en forma temporal y condicionado al tiempo mientras se mantenga esta restricción de la Unión Europea”.
“Nos hemos convertido en el primer exportador mundial de biodiésel”, resaltó la mandataria y consideró que “las maniobras de dumping de Europa” responden a que “somos muy competitivos”.
Al respecto, se quejó de la oposición argentina, al señalar que no escucha “que critiquen a la Unión Europea porque le cierran la entrada de biodiésel a la Argentina; al contrario, por ahí critican a la Argentina cuando protege el trabajo y los productores argentinos”.
Cristina hizo el anticipo en la reinauguración de la planta de biodiésel de Renova, que había tenido lugar en noviembre de 2013, del megacomplejo sojero que se levantó en Timbúes (ver aparte).
Esta modificación tributaria específica, explicó Cristina, busca responder a “la situación que atraviesan las 33 plantas de biodiésel que emplean a más de 1.600 trabajadores, y que se construyeron casi en su totalidad desde 2003, bajo la ley de Promoción de Energías no Renovables”.
Para atenuar el perjuicio que la industria de biodiésel viene registrando por las restricciones que en un principio aplicó España y luego extendió la Unión Europea, la presidenta destacó que el gobierno entabló un panel ante la Organización Mundial de Comercio, por “estas maniobras francamente en contra de toda normativa comercial internacional”.
La producción local de biodiésel cumple desde sus inicios con todos los requisitos fijados por la Unión Europea, y desde 2009 la Argentina es el principal país proveedor de biodiésel al mercado europeo. En 2011, las exportaciones a ese mercado totalizaron 1.847 millones de dólares, representando el 13 por ciento de las exportaciones argentinas totales al mercado comunitario.
De manera que las restricciones impuestas por la UE repercuten directa y negativamente en la balanza comercial argentina, y afectan a productores de toda la cadena.
“Un país mucho mejor”
Por otro lado, la presidenta Cristina Fernández afirmó ayer que no tiene “ninguna duda” de que el próximo jefe del Estado va a “recibir un país totalmente diferente” y “mucho mejor” que el que debió administrar la gestión kirchnerista desde el año 2003.
“Lo que quiero dejarle al próximo presidente es un país mucho mejor que el que nos tocó a nosotros”, aseguró en un acto en Casa de Gobierno en el que presentó el programa Pampa Azul de investigación oceanográfica.
En otro orden, señaló además que en los medios “hay comentaristas que piden renovación de la clase política y ellos hace 80 años que están en la televisión”. “¿Se han escuchado autocríticas de algún sector empresarial por los bancos cuando todos quedaron con «el que te dije» mirando al norte?, se preguntó la presidenta y remarcó que “se olvidaron del que se vayan todos” y de que “alguien (por el ex presidente Néstor Kirchner) vino del sur a rescatarlos”.
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