Economía

No alcanza

Hay al menos 7 millones de argentinos trabajando en la informalidad o precarizados

Cuatro de cada diez asalariados no cuentan con los aportes jubilatorios correspondientes. El cuentapropismo explica gran parte de los ocupados que trabajan sin patrón. Una radiografía del bajo desempleo, pero con ingresos insuficientes para satisfacer las demandas básicas en los hogares


La economía argentina sigue sosteniendo un alto nivel de informalidad y precarización en su mercado laboral. Casi 4 de cada 10 asalariados no tienen los descuentos jubilatorios que les corresponden por ley. A eso hay que sumarle un alto nivel de cuentapropismo entre los no asalariados. De manera que entre informales y precarizados hay al menos 7 millones de argentinos y argentinas. Cabe tener en cuenta que esa es la población que se encuentra bajo el radar de organismos oficiales.

Las cifras se desprenden de los últimos datos publicados por el Indec, correspondientes al mercado de trabajo del primer trimestre de este año. Si bien en la comparación con el mismo período del año pasado creció el trabajo asalariado, también hubo un aumento de trabajadores y trabajadoras sin descuento jubilatorio. Es una radiografía del escenario que atraviesa el mercado laboral en los últimos años, con bajos niveles de desempleo, pero con puestos informales o precarios, insuficientes para satisfacer las demandas básicas en los hogares.

Hacia el interior del mercado laboral se destacan algunas actividades que impulsaron la informalidad entre un año y otro, así como también aquellas que colaboraron a una registración de empleados. Dentro de la primera categoría figuran Servicio Doméstico, Agricultura y Transporte. Entre los que mejoraron las condiciones laborales aparecen Pesca, Explotación de Minas y Hotelería.

Números

El último relevamiento de Indec sobre Mercado de Trabajo relevó a 29,3 millones de habitantes en los grandes conglomerados urbanos. De allí se desprenden 13,2 millones de ocupados. En su mayoría, más precisamente el 74,3% (equivalente a 9,8 millones) son personas asalariadas. El 63,3% (6,2 millones) de ese universo tiene descuento jubilatorio, mientras que el 36,7% (3,6 millones) no lo posee. Este último dato expone el nivel de informalidad, incluso entre personas que perciben un salario todos los meses.

Los indicadores terminan de explicarse en la comparación con el mismo período del año pasado. Es que entre el primer trimestre de 2022 y el de 2023, el trabajo con descuento jubilatorio bajó del 64% al 63,3%, mientras que los que no tienen descuento subieron del 36% al 36,7%. Entre los primeros, el nivel de empleo estatal y privado se mantuvo casi inalterable.

Por su parte, los no asalariados representan un 25,7% (3,4 millones) de los ocupados. Sobre ese total, la gran mayoría (85,4%) son trabajadores cuentapropistas, que no cuentan con ningún tipo de descuento jubilatorio ni beneficio previsional o convenio colectivo. Si bien todavía se trata de un número elevado, tuvo una leve caída entre el inicio de 2022 y 2023.

Desde el Indec analizaron la evolución del universo de ocupados (sin tener en cuenta los desocupados) y expusieron la evolución de asalariados y de cuentapropistas, dejando en evidencia cuanto representa cada categoría en la población de trabajadores y trabajadoras.

Motores de la informalidad

Entre los rubros que más aumentaron sus niveles de informalidad, encabezan los sectores doméstico (70,4%), de agricultura (66,4%) y de transporte y comunicaciones (31.4%).

El rubro denominado “otras actividades de servicios comunitarios” tuvo un 42,7% de nivel de informalidad en el cuarto trimestre del 2021, mientras que en 2022 aumentó al 50,1% (7,39% más). En este sector están incluidos rubros de eliminación de desperdicios, servicios culturales, deportivos y de esparcimiento, servicios de organizaciones empresariales, entre otros.

Asimismo, los “servicios sociales y de salud” también empeoraron sus cifras, pues 2021 el nivel era 24,2% y en el 2022 los empleados no formales alcanzaron el 31,1%.

Por otra parte, hubo actividades que tuvieron números satisfactorios y bajaron sus niveles de informalidad laboral. Entre ellos figuran: el sector de la pesca, que pasó de 12,5% de trabajadores no registrados a 6,7%; “Explotación de minas y canteras”, de 15,4% cayó a 12,1%, y “Hoteles y restaurantes”, que de 50,4% en 2021, pasó a 46,6% en 2022.

Familias formales e informales

La contadora y analista Melisa Murialdo dio a conocer en un informe datos del Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (Ineco–Uade), en el que se visibilizó que una familia tipo con dos trabajadores en el sector privado informal recibe casi la mitad de los ingresos que otra con trabajos formales registrados.

Esa investigación tuvo como fin calcular cuántos días de trabajo necesita un grupo familiar para adquirir una Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT). En esa línea, en el caso del sector informal, se requieren 31 días al mes para la CBT; en tanto, en el sector formal, sólo se necesitan 16 días.

El reporte estima que, con los ingresos de los hogares para marzo de 2023, el 28,3% de la población total no cubre la CBA, es decir, la línea de indigencia, y el 69,9% no cubre la CBT (la línea de pobreza).

Por último, el informe de Ineco-Uade deslizó: “Teniendo en cuenta que un argentino que trabajó en relación de dependencia en el sector privado formal tuvo un salario neto promedio de $211.797, y en el informal el promedio de ingresos fue de $110.210, la brecha alcanza el 92%”. Además, una familia tipo en el sector formal percibió un ingreso promedio de $372.273, entretanto, en el sector informal fue $188.459”.

Comentarios