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Música de recesión

Gremio pide que los despedidos de Musimundo sean reubicados en otras sucursales

Después del cierre del local de Rosario, la firma sumó más de 100 cesanteados en todo el país en apenas dos días. La capital santafesina fue la más afectada con 40 trabajadores en la calle


Después de que esta semana la cadena de electrodomésticos y ex disquería Musimundo cerrara la sucursal de Fisherton dejando a 20 trabajadores y trabajadoras en la calle, el viernes la Asociación de Empleados de Comercio hizo una movilización frente al local ubicado en la peatonal Córdoba para pedir que los cesanteados sean reubicados en otros locales.

La empresa tiene otras siete sucursales en la ciudad y una planta de 120 personas contratadas. En paralelo, ayer se confirmó el despido de otros 40 empleados de la misma empresa en la ciudad de Santa Fe.

La pérdida de puestos de trabajo se da en un contexto de crisis de la compañía a nivel nacional. Hasta mediados de 2018 ya habían cerrado 10 comercios en todo el país y en los últimos días bajaron la persiana de locales en San Juan, Resistencia y Bariloche, sumando más de 100 despidos en dos días. Desde la firma argumentaron que los motivos fueron la gran caída en las ventas y el aumento del alquiler, los impuestos y servicios.

La protesta de trabajadores nucleados en la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario fue este viernes a la mañana frente al local de Córdoba al 1200. Pidieron la reincorporación de los 20 despedidos del local de Eva Perón al 7900.

“Rechazamos estos despidos y exigimos que los compañeros sean reubicados en cualquiera de las otras siete sucursales que Musimundo tiene en Rosario”, reclamaron desde el gremio mercantil y agregaron: “Esta situación se suma a muchísimas otras a partir de las nefastas políticas económicas del gobierno de Cambiemos, que repercuten muy profundamente en la clase trabajadora y en otros sectores de la población”.

Más despidos en todo el país

Tras el cierre de la sucursal de Rosario, Musimundo fue por más y anunció que 40 trabajadores fueron cesanteados en la ciudad de Santa Fe. Trabajaban en la sucursal de Primera Junta y Tucumán y recibieron la información de que fueron desvinculados de la empresa después de que el local cerrara por reparaciones.

En la capital provincial hay unos 140 empleados de la firma. Edgardo Coria, secretario general del Centro Unión Empleados de Comercio de Santa Fe, sostuvo en Radio EME que el lunes habrá una audiencia en el Ministerio de Trabajo en la que pedirán explicaciones a los representantes de la compañía.

Pero los despidos no estuvieron limitados a la provincia de Santa Fe. En el cierre de esta semana Musimundo anunció que bajaba la persiana de una sucursal ubicada en un shopping de San Juan. En el local trabajaban 15 personas en distintas áreas y aún no se sabe qué ocurrirá con ellos. Anteriormente, la firma de electrodomésticos ya se había ido de la provincia por motivos similares.

En el Chaco el conflicto empezó el año pasado cuando Musimundo echó a 60 trabajadores. Este jueves otros 33 empleados recibieron los telegramas de despidos. Trabajaban en el depósito de Resistencia que fue cerrado y se desmanteló todo el equipo de trabajo. La medida también incluye a choferes, administrativos, supervisores, operarios y controladores.

La crisis en el sector llegó también al sur. Este viernes empleados de una sucursal en Bariloche abrieron las puertas de Onelli al 700 con normalidad. A los pocos minutos llegó un gerente general de la empresa de Buenos Aires y anunció el cierre. “Dijo que bajaban la persiana porque la empresa se va de Bariloche. No les dijeron nada de la liquidación final pero desde el sindicato exigimos el 100% de la indemnización“, expresó Alberto Arabarco, secretario gremial de Sindicato de Comercio de Bariloche.

El dirigente recalcó que 9 empleados y un gerente se quedaron sin trabajo, entre ellos una mujer embarazada de 7 meses. “Estas empresas no hacen ningún reacomodamiento para seguir trabajando. Sabemos que ya hay camiones que vienen a llevarse toda la mercadería. Directamente cierran sus puertas. Lo único que dejan es la financiera porque también son prestamistas de dinero”, agregó.

En caída

Musimundo nació en la década del 70 como una disquería. En los 90 avanzó en vender otros productos electrónicos y computadoras después de ser comprada por el Grupo Exxel. Llegó a tener más de 200 sucursales en Argentina. En 2003 pasó a manos del grupo Pegasus.4, que no pudo revertir el concurso de acreedores llamado dos años antes.

En 2011 la firma santafesina Electrónica Megatone SA y la empresa chaqueña Carsa SA, licenciatarias de la marca Megatone adquirieron la marca y los locales de Musimundo por unos 15 millones de dólares. No eran novatos. Tenían más de 100 comercios de productos del hogar y electrodomésticos en Argentina. Fue lo que construyeron en parte desde la década del 30 cuando un artesano aficionado por la electrónica llamado Alfonso Valli fabricaba y vendía radios.

Sus hijos, Miguel y Enrique crearon Megatone y redefinieron el comercio como de ensamble, reparación de televisores y venta de electrodomésticos en la década del 60. Diez años más tarde lograron abrir un local en la peatonal San Martín de la capital santafesina.

En la década del 80 los hermanos Valli iniciaron la expansión de una red nacional unificando compras con otras empresas por fuera de Buenos Aires. Durante veinte su modelo funcionó dando nuevos puestos de trabajo en Argentina alcanzando unas 250 sucursales. Parte de su búsqueda comercial era disponer de “la logística necesaria para llegar a cualquier rincón del país con un servicio técnico orientado a cubrir todas las necesidades y solucionar cualquier inconveniente después de la compra de cualquier producto”, como se presentaban en su página web.

En 2018 Carsa SA, una de las socias de Megatone en la compra de Musimundo, llamó a concurso de acreedores en Chaco y declaró tener una deuda de 900 millones de pesos. En un comunicado la empresa sostuvo que había agotado todas las alternativas para evitarlo, pero que “esta decisión (la del concurso) contribuirá a garantizar la continuidad de la operatoria comercial de la compañía y las fuentes de trabajo de nuestros más de dos mil colaboradores”.

A mitad del año pasado la cadena ya tenía cerrados diez locales en Argentina. “La compañía ha tomado la decisión de discontinuar algunos de sus puntos de comercialización, cuyas ventas no aportaban a los niveles de rentabilidad que la situación demanda”, escribieron en un comunicado desde la firma chaqueña. Los cierres alcanzaron a las localidades de Tandil, Mercedes, Saladillo, Pehuajó, Bragado, Chivilcoy, Trenque Lauquen, Famaillá y Banda del Río Salí.

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