Ángel Santos, el kayakista de 54 años que había sido atropellado por una lancha en 2013, falleció este domingo en el hospital Centenario, donde estaba internado desde hace unos días cuando sufrió una descompensación por una insuficiencia pulmonar crónica. En el nosocomio, aguardaba la posibilidad de un trasplante. Además, nunca había podido recuperarse del todo de las lesiones generadas por el accidente. Mientras tanto, su abogado estaba cerca de llegar a un acuerdo económico con los imputados por el hecho.
“Después de un verdadero calvario a partir de las tremendas heridas que sufrió Ángel al ser atropellado por una lancha, el domingo murió en el hospital Centenario, su físico no pudo superar la cantidad ni la importancia de sus lesiones”, afirmó José Luis Vázquez, el abogado de la víctima, en declaraciones a LT3.
El letrado contó además a la emisora radial que Santos fue internado en reiteradas ocasiones en el Hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria. Con ayuda de amigos y el gran esfuerzo y sacrificio de su familia, el hombre, que vivía en la isla, debió alquilar una vivienda en Rosario para poder realizar sus tratamientos. “Sufrió una progresiva descompensación física y una importante depresión psicológica”, indicó Vázquez.
Mientras se estaba por llegar a un acuerdo reparatorio con los imputados en la causa judicial, que se lleva adelante en la localidad entrerriana de Victoria, Santos era internado de urgencia y debió suspenderse. El hombre tenía un turno para ser evaluado en la Fundación Favaloro en los próximos días, donde recibiría un trasplante de pulmón. Sin embargo, murió este domingo por una complicación en su cuadro.
Respecto al acuerdo reparatorio, el abogado explicó que los imputados son dos personas que se presentaron en la Fiscalía, el propietario de una lancha cuyas marcas tenían correspondencia con las del kayak chocado y otra persona que venía tripulándola. Ambos habrían afirmado ante la Justicia que volvían de una celebración donde habían bebido y colisionaron algo que no sabían qué era. Estas declaraciones desplazaron a los primeros sospechosos, dos parejas oriundas de Rosario, cuya lancha también tenía marcas coincidentes con el bote destruido.
“Estábamos llegando a un acuerdo reparatorio, Santos fue internado de urgencia y se debió suspender. Para continuar, hay que ver la relación de causalidad entre las lesiones del accidente y la muerte”, concluyó Vázquez.
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