Edición Impresa

Energía y fortaleza interior

Por Verónica Zanotti.


vid-y-plen-dentroLa fortaleza interior es esa energía que nos permite permanecer equilibrados y persistir ante las diversas circunstancias que podamos vivir a lo largo de nuestras vidas, nos permite mantenernos en pie sin perder nuestro equilibrio mental-emocional. Es esa fuerza que nace de nuestro interior otorgando la capacidad de decidir por ti mismo aquello que quieres lograr. Es el motor que permite alcanzar nuestros objetivos en nuestras vidas, de tal modo, nos permite ver los obstáculos como un aprendizaje a realizar para crecer a través de ellos y así evitar que se transformen en una traba en el logro de nuestros propósitos.

Esta energía se manifiesta en la forma en que actuamos, en la actitud que adoptamos ante aquello que nos sucede, permitiéndonos decidir con claridad cada paso tomado; cada decisión es iluminada por esta energía que nos permite crecer, elevarnos por encima de las circunstancias siendo dueños de nuestros propios actos, posibilitándonos ser protagonistas y partícipes principales en nuestras vidas. De esta manera, podemos ser audaces, atrevernos a iniciar nuevos proyectos, a tener una nueva perspectiva de lo que ocurre en nuestras vidas, sin sentirnos víctimas de las circunstancias. La fortaleza interior nos permite relacionarnos con el optimismo, con la libertad y el desapego dejando de lado influencias externas que puedan aparecer a través de la opinión de otros acerca de lo que sería adecuado en nuestras vidas. Es ese poder que se manifiesta en nuestras vidas que nos da la posibilidad de sobreponernos ante las dificultades que podamos atravesar.

Una persona con fortaleza interior es aquella persona que sabe adecuarse a los cambios, aceptarlos como un modo de crecer y evolucionar, que nos permite ser flexibles como el bambú que se dobla pero no se rompe, que puede fluir con el Universo y no resistirse a él, para de esta forma sortear los obstáculos exitosamente.

Lo primordial ante todo es creer en nuestras propias capacidades, en nuestros dones que cada uno posee como cualidades que nos hacen ser únicos. Es necesario aprender a valorar los pequeños actos que se suman uno a uno en nuestras vidas llevándonos hacia adelante ya que son estas pequeñas acciones sumadas las que nos permiten avanzar, juntas construyen un nuevo peldaño en nuestro sendero de evolución personal. Es por ello que si permanecemos atentos a cada experiencia viviéndola plenamente, estando presentes en el Aquí y Ahora, siendo valientes y libres en cada decisión tomada, en especial en momentos claves en nuestras vidas, podemos percatarnos de nuestros logros y darnos cuenta de la existencia de esta fortaleza interior como motor de cambio y evolución en cada una de nuestras vidas.

Aprende a percibirte como una persona con la confianza y seguridad en ti misma, aprende a manifestarlo en cada una de las acciones realizadas, ello construirá tu fortaleza interior, ese poder que proviene desde adentro nuestro, que nos relaciona con la energía de la Madre Tierra, energía que nace en nuestro Hara inferior (centro de poder) y en los primeros chakras.

La fortaleza se fundamenta en la combinación de la dosis adecuada de confianza y seguridad en nosotros mismos. Es esa fuerza que nos permite seguir adelante aún en medio de un contexto de incertidumbres, nos permite que jamás nos demos por vencidos, podemos avanzar conectándonos con la guía de nuestra verdadera Esencia. Es esa energía que proviene de nuestro interior siendo nuestra fuerza motora que nos revitaliza y evita caer en las trampas de nuestra mente que busca llevarnos a situaciones pasadas no resueltas exitosamente.

Es por todo ello, que cuando nuestra fortaleza interior se arraiga en cada uno de nosotros mismos podemos hacer frente a circunstancias dolorosas, como la pérdida de un ser querido, un cambio en nuestra situación laboral o afectiva, una enfermedad, sin sentirnos víctimas de los acontecimientos. Asimismo, esta energía nos otorga la entereza de atravesar una crisis con valor, otorgándonos la capacidad de aprender de esta situación y renacer de ella misma tal como lo hace un ave fénix; en este sentido, no importa tanto lo que nos sucede (ya sea que se trate de una enfermedad, una crisis afectiva o laboral, un duelo) sino que importa la actitud que adoptamos frente a estos acontecimientos para poder superarlos. Es decidir que nada pueda afectarnos a tal punto de pensar que no somos los suficientemente valiosos o capaces de aprender de lo vivido.

Es necesario en todo momento mantener nuestro equilibrio mental-emocional evitando menoscabarnos, permaneciendo abiertos a la enseñanza que nos deja cada situación vivida. La fortaleza interior nos permite persistir aún en medio del caos exterior, siendo partícipes activos de los acontecimientos y no un mero espectador que se siente avasallado por las circunstancias. Lo que marca la diferencia es permanecer centrados en el Presente, en este instante que vivimos, el cual es la clave para permanecer en armonía sin que nuestra mente se desborde ante recuerdos dolorosos del pasado o angustias ante un futuro incierto que aún no llega. Recuerda creer en ti mismo, en tu capacidad de salir airosamente hacia adelante en toda situación vivida.

La fortaleza nos otorga la facultad de vincularnos con la creatividad para poder observar desde diversos ángulos una circunstancia para luego evaluar cual es la mejor respuesta a adoptar. Debemos dejar de lado toda negatividad que pueda surgir, permanecer optimistas, con la suficiente entereza y el valor que nos otorga la seguridad y la confianza en nuestros dones. Mantener la fe ante todo, quitando todos los “NO puedo” o “Esto es muy difícil y complicado”, atrévete a superar tus propias limitaciones, recuerda que muchas veces son miedos heredados, patrones de pensamientos ajenos que se incorporan en tu vida desde tu crianza los que te hacen dudar de ti, decídete a avanzar y salir fortalecido de toda circunstancia que atravieses.

En ocasiones será necesario aminorar la marcha para poder evaluar los pasos a seguir dejando de lado pensamientos y emociones negativas relacionadas a los temores o inseguridades que deterioran tu energía vital y tu poder interior. Al aminorar la marcha permitimos que surja la creatividad para, en caso de ser necesario, torcer el rumbo de nuestro viaje ajustando las velas para llegar a buen puerto.

La fortaleza interior nos permite transformarnos en un guerrero, perseverando en nuestros propósitos, desarrollando inclusive nuevas capacidades para adaptarnos al nuevo contexto a medida que sean necesarias. Desde el Reiki aprendemos a fluir con el Universo, a adaptarnos a los cambios sin ejercer resistencias puesto que ellos nos permiten evolucionar. Aprendemos que la fortaleza es un poder que reside en nuestro interior, una energía que podemos activarla para revitalizarnos y hacer frente a los conflictos manteniendo la confianza y seguridad en nosotros mismos.

Comentarios

10