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Conocer para conservar

En tiempos de pandemia, el Acuario del Río Paraná te lleva la ciencia a tu casa

Para seguir en contacto con la ciudadanía, el Centro Científico, Tecnológico y Educativo publica contenidos  didácticos en sus redes para aprender e interactuar sobre la biodiversidad de nuestro Delta mientras preparan nuevas propuestas para cuando se reabran las puertas a los visitantes.     


El Centro Científico, Tecnológico y Educativo “Acuario del Río Paraná” continúa con su trabajo para acercar a la ciudadanía la biodiversidad de nuestro Delta con diferentes propuestas para disfrutar y aprender a través de contenido multimedia. Eva Rueda,  subsecretaria de Proyectos Científicos y Tecnológicos de la provincia, dirige las políticas integrales del Centro y junto a la responsable del Centro, Victoria Mántaras explicaron cómo se gestaron estas iniciativas que siguen la línea de esta nueva gestión basada en democratizar el acceso al Acuario y brindar la mayor cantidad de aportes en educación, ciencia y formación.

 

En mayo, las nuevas medidas para la prevención de la propagación del Covid 19 hizo que el Acuario cerrara sus puertas al público pero las y los profesionales no dejaron de cumplir con su labor y lanzaron el “Acuario en Casa” que consiste en contenido multimedia didáctico, presentando en las cuentas oficiales de Facebook, Instagram y el canal de YouTube del Centro, donde podrán encontrar iniciativas como: “personajes del Paraná”, videos dedicados a microaprendizajes y los contenidos “snack” con preguntas sencillas para interactuar sobre toda la biodiversidad del Delta del Paraná.

La subsecretaria Eva Rueda es licenciada en Genética, doctora en Ciencias Biológicas y docente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y como una de las pocas científicas en el país que se dedica a la genética de peces de agua dulce remarcó que para la producción de esos contenidos hubo mucho trabajo del equipo de coordinación educativa y comunicación para motivar la autogestión de estas preguntas que lleven a conocer el ambiente donde vivimos.

Victoria es licenciada en Relaciones Internacionales y es maestranda en gestión de proyectos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), contó que los personajes del Paraná son fichas científicas de peces que también tienen curiosidades. “En los microaprendizajes podés encontrar qué ambiente del río es y cuál es la especie emblema. Lo último que implementamos fueron los contenidos snack que se presentan en historias en Instagram con diferentes datos de color”, describió la responsable del Acuario y sumó que una de las publicaciones estará dedicada a la importancia del nombre científico de los peces, ya que, al haber tantas formas de llamar a un pez como culturas, la única forma de llegar a un acuerdo es por el nombre científico.

Eva aportó que uno de los últimos lanzamientos fue por qué el agua del Paraná es marrón. “En tres placas podés resolver una pregunta y de a poco te vas adentrando en que el Paraná es parte de sistema. Que no dependemos de lo que vemos acá enfrente, que se nutre del Bermejo y otros y que en realidad la bajante que tenemos tiene que ver no solo con cuestiones históricas sino también con otras variables, como por ejemplo, los incendios y la deforestación que suceden en el Amazonas”, describió la subsecretaria.

Las funcionarias resaltaron que a partir del contenido en redes crecieron las interacciones con la ciudadanía que ya venían en aumento con la implementación de la entrada libre, gratuita y por orden de llegada. Esto hizo que el Acuario de a poco se convirtiera en un punto de referencia. “Recibimos muchas llamadas con dudas por el mantenimiento de peceras domésticas, emprendimientos de piscicultura y con ciertos referentes del colectivo de pescadores mantenemos un diálogo constante, vienen a visitar con sus familias seguido, nos consultan si sumamos nuevas especies y nos cuentan sus anécdotas”, describieron.

Eva agregó que el equipo de coordinación educativa sumó a este gran trabajo, el diseño de manuales con contenido pedagógico asesorados por el Ministerio de Educación para que puedan tener las docentes. Esta propuesta está enfocada en los cuartos y quintos grados, ya que empiezan a ver el mapa político y geográfico de Santa Fe, aportó Victoria.

 

Educación e inclusión 

El Acuario del Río Paraná depende del Ministerio de la Producción, Ciencia y Tecnología. Es una mega obra que abarca unas dos hectáreas y cuenta con una sala de acuarios con juegos interactivos, un parque autóctono, un laboratorio de Acuicultura y otro mixto de Biotecnología Acuática, por su doble dependencia de la provincia y de la Facultad de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Trabaja en tres grandes áreas: Educativa, Investigación y Social que nunca dejaron de llevar adelante sus proyectos.

El área educativa y de divulgación es la más visible porque tiene relación directa con la ciudadanía y los contenidos multimedia son una de las iniciativas para llevar la ciencia al territorio que comenzó con la decisión de que la entrada sea libre, gratuita y por orden de llegada.

Eva y Victoria repararon en que hubo mucho trabajo previo para innovar en la democratización del acceso para que sea más inclusivo y autónomo ya sea en la sala de acuarios como en el parque autóctono. “Esta propuesta permitió la opción de poder hacer la visita en media hora, de forma más autónoma para poder detenerse en tiempo de deseen en las peceras de mayor interés. En todos los sectores hay guías que responden cualquier duda”, contó Eva para agregar que para una mayor independencia se instaló cartelería con códigos QR que llevan a fichas técnicas con la información del ambiente que representa cada pecera o sobre la ecorregiones del parque autóctono. “Rosario atrae turismo internacional por lo que se están diseñando audio guías en diferentes idiomas”, sumó la subsecretaria.

“Lo que queremos hacer cuando el Acuario vuelva a abrir es seguir democratizando el acceso. Traer grupos que no venían: personas con discapacidad, Centro de Jubilados, Geriátricos, alumnos y alumnas de escuelas especiales y también chicos y chicas de sectores populares que antes no tenían la posibilidad de visitarnos, como fue la experiencia “Barrios al Acuario” que se trabajó en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social”, resaltaron.

En el acuario se desarrollan muchos proyectos que están volcados al eje divulgación y extensión. Uno de ellos está enfocado en la inclusión y por ello las especies más emblemáticas de cada pecera se seguirán imprimiendo en 3D para que haya una experiencia táctil para personas ciegas o con baja visibilidad. También están desarrollando iniciativas para realizar ensayos sobre alimentación, cría y reproducción de peces.

Lo que más gusta

Las dos funcionarias se animaron a responder sobre lo que les gusta de su trabajo. Como subsecretaria, Eva tiene a su cargo la gestión múltiples políticas que van desde la supervisión de los contenidos multimedia hasta todo lo que tiene que ver con todo lo administrativo del Centro. Por eso al responder sobre lo que le gusta de su trabajo dijo que: “Ver que las cosas se pueden hacer bien”.

En esa línea, Eva reconoció la labor del equipo de profesionales. “El grupo tiene la camiseta puesta del acuario, trabajan por el espacio que ayudaron a construir. Al ser una gestión más abierta y permeable a otras propuestas, ellos lo valoran y por ejemplo todo lo que está gestionando Victoria para abrir las puertas y sacar el Acuario a la calle, ellos se enganchan”.

Victoria fue en la misma línea que la subsecretaria y contó que lo que más le gusta de su trabajo es tener la posibilidad de poner en valor el enorme aporte que las y los trabajadores están logrando. “Son profesionales, hombres y mujeres, que durante todos estos años fueron estudiando el comportamiento de las especies para determinar cuáles podían convivir en una misma pecera.  Hay un enorme aporte a la ciencia en sistematizar esa información, para terminar de comprender si los peces podrían permanecer juntos en un mismo ambiente”, resaltó. “Al ser uno de los pocos acuarios de agua dulce que hay en Sudamérica, la contribución realizada por los trabajadores se traslada a las otras áreas como el área técnica, con el mantenimiento de las peceras. Experiencia que también se fue sistematizando y protocolizando”, siguió.

El Centro tiene un parque autóctono y Victoria no dejó pasar el trabajo que le llevó al equipo poder representar el ecosistema de Santa Fe. “También implica un conocimiento previo para una puesta en valor de la flora autóctona. Se dejó crecer el pastizal como sería sin la intervención del hombre para disfrutar de corredores biológicos”.

Por otro lado, las profesionales se refirieron a lo que más les gusta del Acuario Río Paraná. Victoria eligió las diferentes propuestas que ofrece. “En la planta baja tenés el laboratorio Mixto de Biotecnología Acuática y el laboratorio de Acuicultura. En ellas se realizan investigaciones vinculadas a genética y reproducción de peces. Eso te conecta bien con la ciencia y la tecnología”, dijo.

La responsable del Acuario siguió con la planta alta donde está la sala de acuarios y aclaró que ese espacio es lo que la ciudadanía viene a conocer. “El Acuario parte de una premisa que es conocer para conservar porque nunca vamos a poder cuidar, lo que no conocemos. Entonces la gente viene a conocer las especies y la gran mayoría se sorprende con la diversidad que tiene el Paraná. Para muchos es entrar en un mundo completamente nuevo, por más que creemos conocerlo”, contó la funcionaria.

Eva tiene un gran recorrido académico, pero esto no hace que deje de emocionarse por la reacción de las personas cuando entran por primera vez al Acuario. Para ella, lo que más le gusta: “Es cuando viene la gente. La emoción de los chicos. Apenas entran empiezan a preguntar dónde están los pescados. Sus caras cuando tratan de imitar a los peces. Ellos no se dan cuenta pero empiezan a abrir los ojos o hacen gestos con la boca tratando de ver cómo hacen. Y si alguna vez se cruzaran con uno de los buzos, que son los acuaristas, creo que se volverían locos”, graficó Eva.

“Me encanta el Acuario porque creo que como institución se puede educar desde muchos lugares. En la diferencia, en mantenerse ordenado en una fila, respetar al otro que necesita entrar antes que vos, entender que los chicos corren, respetar los protocolos para cuidar a las especies. Eso es lo que tienen los espacios culturales, es una oportunidad de educación, no sólo del contenido científico que a mí me encanta: hay mucho de lo conductual que después se va replicando. Lo ves cuando vienen por segunda vez, se va naturalizando un cambio en la conducta. Si esto se replicara en todas las instituciones, tendríamos un cambio, basado en el respeto y la empatía”, reflexionó Eva.

 

El siguiente es el enlace del canal de Youtube sobre los microaprendizajes

https://www.youtube.com/channel/UClMQQzSa_s8vdO8R3plOMRA

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