Ovacionado, como ya es habitual, por miles de personas reunidas en la calle, el papa Francisco ingresó a la Catedral de San Pedro y San Pablo, en Filadelfia, donde celebra una misa con obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, en el inicio de la última etapa de su visita a EEUU.
Por la tarde, mantendrá un encuentro para la libertad religiosa con la comunidad hispana y otros inmigrantes en el Independence Mall y luego participará de la fiesta de las familias y vigilia de oración en el B. Franklin Parkway.
Este domingo tendrá lugar el encuentro con los obispos invitados al Encuentro Mundial de las Familias y visitará a los presos del Instituto Correccional Curran-Fromhold.
A la tarde, ofrecerá la misa de clausura del VIII Encuentro Mundial de las Familias en el B. Franklin Parkway, antes de la ceremonia de despedida. Por la noche partirá en avión hacia Roma.
Ayer, el Papa culmino su segundo día de visita a los Estados Unidos con un discurso en la Asamblea de las Naciones Unidas en donde hizo un vibrante llamado para cuidar el medio ambiente y terminar con la exclusión a la vez que citó un verso del Martín Fierro, pára luego efectuar una multitudinaria misa en el Madison Square Garden de Nueva York, donde instó a las grandes urbes a “escuchar a los excluidos”.
En el marco de su intensa agenda Francisco rindió un homenaje a las víctimas del atentado del 11-S en las Torres Gemelas, y visitó una escuela en el barrio de Harlem de Nueva York, al tiempo que recorrió a bordo del papamóvil el Central Park.
En su primera actividad, Francisco mantuvo un encuentro con el personal que trabaja en la ONU y luego se dirigió a una sala colmada de la Asamblea General donde abordó temas que fueron desde el medio ambiente, a la educación de las niñas, la pobreza y la “usura” financiera, con un especial énfasis en la necesidad de lograr la equidad de las personas y seguir avanzando en el desarrollo sostenible de los pueblos.
Comentarios