En los últimos años el parque náutico de Rosario creció a una media del 10 por ciento anual. El ritmo, inédito para el “Pago de los Arroyos”, sólo pareció encontrar coto en el año que transcurrió y el que recién comienza: es que ya está al tope la capacidad de guarda. Por ello, para este año se prevé la construcción de tres nuevas guarderías, para que la tendencia continúe. “Hoy por hoy lo que más crece es el parque náutico, con una demanda de mano de obra muy fuerte”, afirmó, Jorge Pinilla, presidente de la Cámara Náutica de Rosario. Y, a modo de prueba, reveló que Rosario cuenta hoy con el segundo parque náutico más grande del país, detrás –nada menos– que del histórico Delta bonaerense.
Con buena parte de la población de distintos poderes adquisivos volcándose hacia el Paraná, el crecimiento de la flota de kayaks, canoas, botes, motos, lanchas y hasta los selectos veleros y yates ha generado una demanda creciente de nuevos espacios de guarda. A la fecha, las 12 guarderías con las que cuenta la ciudad albergan 2.890 embarcaciones, y hay otras 1.800 en los diferentes clubes. Pero, además, la cifra se duplica si se tienen en cuenta las guarderías que se encuentran en localidades vecinas.
En 2012, por caso, 700 embarcaciones se sumaron a las miles que ya circulan por el río y la lista de espera por un lugar para alquilar llega a 70 lanchas por guardería. Ante esa situación, durante este año están proyectadas las obras para habilitar tres nuevos locales en las zonas de Ludueña, Florida y Centro.
Para Pinilla uno de los factores que influyen en el crecimiento del sector es el cambio en la accesibilidad: “Antes tener una lancha era un lujo, hoy los precios son mucho más accesibles a la clase media”, aseguró.
Igual, cuesta: al día de hoy los precios de alquiler por cunas para lanchas oscilan entre los 700 y 1.800 pesos; el stacionamiento al aire libre entre 500 y 1.100, y para motos de agua (que generalmente se guardan en cuna) el monto es de 600 a 700 pesos. Es importante destacar que a la fecha no hay en Rosario guarderías en cuna –estacionamiento en altura– disponibles. Y por ello los proyectos en marcha apuntan a esta modalidad.
Control flotante
En relación a la regulación e inspección en el sector, Pinilla resaltó que no fueron ajenos a la sostenida expansión del parque náutico. “Existen muchos controles en relación a las condiciones de las guarderías y a nivel impositivo y Prefectura controla bastante el tema de los carné. Pero no da abasto porque el sector ha crecido mucho y hay mucha gente que circula sin la autorización correspondiente”, admitió.
Al respecto, el presidente de la Cámara Náutica de Rosario se refirió al caso de Marcelo Abram, el periodista y nadador que el pasado 14 de noviembre murió a causa de las heridas sufridas al ser atropellado por una lancha frente a la Rambla Catalunya: el conductor, que además no era el titular de la embarcación, manejaba sin licencia. “Para que esto no ocurra –dice Pinilla– es necesario preparar mejor a Prefectura porque no dan abasto. Pero eso depende de Nación”.
En esa línea, Pinilla gregó que desde la Cámara creen que uno de los fuertes en seguridad náutica es la concientización sobre la navegación y el uso del río.
Mano de obra
Sin dudas, una de las mayores demandas que el crecimiento del Parque Náutico implica es de mano de obra calificada. Según Pinilla, la solicitud de trabajo en carpintería y mecánica fluvial crece día a día por lo que “desde la Cámara se están dando las gestiones para traer un terciario de la Universidad de Quilmes para formar chicos en la materia”.
Asimismo, sostiene que hay muchas expectativas a futuro: “Rosario está en el medio de la movida náutica, de las localidades vecinas se demanda mucho trabajo tanto para mantenimiento, guarda o reparación”.
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