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Historia

El Mundial de Rugby 1995 marcó un antes y un después: Nelson Mandela y los Springboks protagonistas

El primer título Mundial de Sudáfrica marcó el final de la era amateur en la ovalada, además del plan de Nelson Mandela de unificar al país, pero tomó notoriedad con el libro “Factor Humano” y la película “Invictus”. La foto de Madiba entregando la copa a Francois Pienaar es la imagen de ese torneo


Sudáfrica campeón. Nelson Mandela entrega la copa a Francois Pienaar y la amistad entre ambos se hizo más fuerte con el tiempo.

En el Mundo ovalado y en Sudáfrica el Mundial 1995 tuvo mucha magia. Ese certamen es recordado como el torneo que marcó un antes y un después en las Copas del Mundo de rugby, por varios motivos. Y la foto en la que Nelson Mandela le entrega la copa a Francois Pienaar, pasó a la historia y es sin dudas la “imagen” de esa competencia, que luego tomó notoriedad mundial con el libro del periodista John Carlin “Factor Humano”, que derivó en la exitosa película “Invictus”.

Sudáfrica no participó de las dos primeras Copas del Mundo debido al Apartheid, pero en 1992 ese sistema tuvo su final y los Springboks pudieron volver a competir internacionalmente. Rápidamente los dirigentes sudafricanos se postularon y lograron ganarse el derecho a recibir la Copa del Mundo en 1995, siendo la primera vez que los Boks participaban de esta competencia.

En 1995 se dieron cita en el Mundial todas las grandes naciones de rugby, en 1987: Nueva Zelanda fue anfitrión y campeón, en 1991: Inglaterra organizó el torneo, pero la Webb Ellis se la llevó Australia. El orgullo sudafricano estaba herido y querían demostrar que eran los mejores del planeta ovalado.

Tras bambalinas se dieron diversos factores, Nelson Mandela buscaba unir el país después de muchos años de segregación racial, se avecinaba un Mundial de Rugby, un deporte que en Sudáfrica era exclusivamente para la raza blanca. Madiba contó con el apoyo total de Francois Pienaar, capitán de los Springboks, un gran jugador que se transformó en un líder extraordinario.

Tiempo de descuento. Joel Stransky desenfunda y patea el drop, Andrew Mertehns intenta tapar el kick, pero el destino estaba escrito: Springboks campeones.

Mandela sólo apareció en el partido inaugural y en la final, con eso fue suficiente. En charla con El Hincha, el periodista Frankie Deges, que cubrió Rugby World Cup 1995 para el Buenos Aires Herald, cuenta en primera persona, cómo vivió esa final en Sudáfrica: “Esa final de RWC 1995 quedó grabada en el consciente colectivo del rugby por varias razones. La más fuerte fue la presencia de Nelson Mandela vestido con la camiseta número 6 entregando la Webb Ellis Cup a François Pienaar. Lo que se generaría en Sudáfrica y el famoso ‘Factor Humano’ no había sido tan notorio en los 45 días previos. El festejo en las calles cuando salimos del Ellis Park mostraba esa nación Arco Iris despertándose. La final en sí, si bien no fue técnicamente buena, fue atrapante y su definición no apta para cardíacos. Otro recuerdo imborrable de aquel día fue el Jumbo que cruzó dos veces, de lado a lado, a metros del techo de un estadio repleto”.

La final tuvo lo que una definición tiene que tener para ser recordada por siempre. Quizás no fue vistosa, pero la paridad entre ambos seleccionados fue total. Sudáfrica se medía con los All Blacks, que contaban entre sus filas con el imparable Jonah Lomu. No se anotaron tries en la final de 1995, Andrew Mehrtens marcó los 12 puntos para Nueva Zelanda y Joel Stransky fue el autor de todos los puntos sudafricanos, y quizás del drop más importante de la historia de los Springboks, porque en tiempo suplementario, el apertura de los Boks acertó un kick un movimiento (drop) y desató el festejo en el mítico Ellis Park, al estampar el 15 a 12 para los dueños de casa.

Pero también ese Mundial marcó muchos aspectos importantes para el futuro. Fue el último Mundial en que los jugadores eran amateurs, tras el certamen se inició la era profesional en el rugby a nivel mundial. Un día antes de empezar la Copa del Mundo, las tres naciones del Hemisferio Sur crean Sanzar, la entidad que regirá y organizaría un torneo para franquicias –en 1996 se llamó Súper 12 y hoy se llama Súper Rugby-, además de una competencia para seleccionados –primero fue Tres Naciones y desde 2012 Rugby Championship, con la inclusión de Argentina-, el primer presupuesto fue de 510 millones de dólares.

Los Mundiales más cercanos como Francia 2007 o Inglaterra 2015, han marcados quiebres, no sólo por el espectáculo, el juego y la mejora de las condiciones para todos. Sin embargo el Mundial de 1995 tuvo todo el romanticismo para ser considerado el final de una era y el comienzo de otra, ni hablar de tener todos los condimentos para seducir a Hollywood y tener una película taquillera.

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