Un informe que dio a conocer ayer la consultora Ecolatina, fundada por el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, asegura que el consumo será el motor de la recuperación económica y podría llegar a superar los niveles récord de 2008, aunque los problemas de oferta pueden acotar el repunte y exacerbar aún más la inflación.
El dossier destaca que por la suba de precios los consumidores tienden más a gastar que a ahorrar. La intensa recuperación del consumo registrada desde comienzos de año confirmó el cambio de tendencia marcado en el último trimestre de 2009, cuando aún rebotaban los efectos de la crisis financiera mundial.
La mejora de los ingresos de los hogares por la estabilización del mercado laboral y la fuerte inyección de recursos públicos a fin de año, la menor incertidumbre respecto de la situación macroeconómica y el financiamiento en cuotas impulsó el consumo local.
En un contexto de expectativas inflacionarias y un dólar sin cambios bruscos, hay mayores incentivos para gastar que para ahorrar, señala Ecolatina, y agrega que aumenta la demanda de bienes durables porque operan como refugio de valor.
Sin embargo, el auge muestra un comportamiento dispar ya que las cantidades vendidas crecen respecto a 2009 en casi todos los rubros, excepto supermercados. Más aún, las compras de autos y electrodomésticos superan incluso los valores de 2008.
En el primer trimestre de 2010 aumentó un 16 por ciento el patentamiento de autos, mientras que en marzo se marcó un récord absoluto. Las promociones de los bancos que ofrecen 50 cuotas fijas sin interés explican en parte el boom en electrodomésticos. En cuanto a los televisores, el financiamiento “subsidiado” sumará el atractivo del mundial de fútbol, que incentivará la compra incluso de algunos que no pensaban consumir este tipo de bienes.
Las ventas en shopping también muestran una recuperación significativa del 15 por ciento, y ya superan los niveles de 2008. Pero la recuperación del consumo no llega aún a los supermercados: es el único rubro que no crece respecto del año pasado. “La fenomenal inflación acumulada en los alimentos en el primer trimestre del año es del 13,4 por ciento y eso contribuye en gran medida a este estancamiento”, precisa el informe.
En tanto, señala que “los mayores riesgos vendrán por el lado de la oferta: si la inversión no reacciona los problemas de abastecimiento persistirán y el margen para el crecimiento real del consumo se acota”. El canje de deuda lanzado la semana pasada por el gobierno busca, entre otros objetivos, bajar la tasa de interés para motorizar el crédito y la inversión y, así, incrementar la oferta de productos para evitar un incremento de precios por la suba del consumo popular.
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