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Narcos paraestatales

Condenan a jefe policial que encarceló a Los Monos por integrar la banda que se quedó con su mercado

El subcomisario Luis Quevertoque, subjefe de la Brigada de la División Judiciales que puso preso en 2013 al clan Cantero por asociación ilícita, integraba la banda de Esteban Alvarado, el socio de Luis Medina, asesinado el mismo año, según el abreviado a 3 años de cárcel que firmó este martes


El subcomisario Luis Quevertoque fue conocido públicamente como el investigador que lideró en el terreno la Brigada Operativa de la División Judiciales. La fuerza que utilizó en mayor medida el juez de instrucción Juan Carlos Vienna para investigar a integrantes de la banda de Los Monos, quienes tras varios años fueron a juicio que terminó con fuertes condenas, especialmente a sus cabecillas, entre ellos Ariel “Guille” Cantero y Ramón “Monchi” Machuca. Ahora, este martes, quedó firme la hipótesis de que en realidad, además de cobrar un sueldo en el Estado, trabajaba para la organización narco que pretendía, y en alguna medida lo logró, quedarse con el negocio del clan Cantero. Es que en noviembre de 2019 fue detenido e imputado en el marco de la pesquisa por asociación ilícita contra Esteban Lindor Alvarado, con quien incluso tenía la propiedad conjunta de un caballo de carrera: Cascarudo. Y el juez Mariano Aliau acaba de aceptar un acuerdo abreviado entre la Fiscalía y la defensa por el cual condenó a Quevertoque a 3 años de prisión por integrar la banda a la que favoreció encarcelando a su competencia.

Algo de este expediente que vincula a Quevertoque con el condenado como ladrón de autos y procesado como narco Alvarado ya había adelantado el comisario Gustavo “Gula Gula” Pereyra, quien fue acusado por la entente Judiciales-Vienna como miembro de Los Monos y finalmente fue absuelto en el debate oral que terminó en abril de 2018.

Final a toda orquesta en el juicio a Los Monos: comisario Gula Pereyra prendió el ventilador

Gula Gula era el jefe de la Brigada Operativa de la entonces Secretaría de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad y en una declaración en ese juicio oral contó que tenía información que remitía vía mail a sus entonces superiores políticos, Ana Viglione y Andrés Ferrato, sobre pesquisas vinculadas con el narcotráfico y a la Brigada Operativa de la División Judiciales de la que fue jefe operativo Quevertoque desde marzo 2013 hasta abril de 2014.

Ese día, no se calló nada: brindó datos con lujo de detalles y dejó en claro que sus jefes, quienes en realidad estaban enfrentados con el jefe de la División Judiciales Cristian Romero, lo desconocieron. “Estuve preso por hacer lo que tenía que hacer”, dijo y agregó que desde Judiciales “estaban haciendo una recaudación y lo querían poner a Esteban Lindor Alvarado y a Luis Medina para que manejaran toda la zona. Porque (el jefe de la Brigada Operativa de Judiciales, el subcomisario Luis) Quevertoque era socio de Alvarado, eran vecinos y fueron cuñados”, aseguró sobre la hermana de Esteban, Yanina, condenada por narcotráfico.

Explicó Pereyra, entre otras cosas, que este uniformado estuvo involucrado en varias oportunidades en hechos de robo de piratería del asfalto y sumó que era amigo de Luis Alberto “Gato” Gastaminza, un ex policía que acumuló varias acusaciones penales donde los sindicaron por hechos que fueron desde falsificación de moneda hasta un homicidio, pero luego sólo fue condenado por tenencia de armas.

Policía acusó a superior de filtrar dato de allanamiento

Quevertoque, de 44 años, fue detenido e imputado a finales de noviembre del año pasado como miembro de una asociación ilícita dirigida por Alvarado, también por los delitos de encubrimiento agravado, omisión de promover la persecución y represión de delincuentes e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Ese 21 de noviembre cuando se hicieron los allanamientos también fueron detenidos otros tres policías: Javier Makhat, Cristian “Chamuyo” Di Franco y Gustavo Spoleti, quienes junto con Quevertoque ya habían sido relacionados en causas anteriores con el principal implicado. Entre las sospechas que surgieron a lo largo de estos últimos años no sólo se resaltó la relación de Quevertoque con Alvarado sino también la entrega de terrenos, autos y el poder de decidir quiénes manejarían el territorio para la venta de estupefacientes.

La acusación

Para los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, Quevertoque proveyó apoyo logístico en el traslado de mercaderías provenientes de hechos delictivos. En esa sindicación, los investigadores señalaron que el personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en una intervención al Nextel del subcomisario, descubrió que les brindaba la logística sobre los controles policiales vehiculares para que los integrantes de la banda pudieran pasar sus cargamentos.

También sirvió de nexo entre policías de su división y Alvarado, como también mantuvo reuniones con otros miembros de la organización encargados de la logística, quienes visitaban al jefe en sus lugares de encierro; entre ellos se encontraban el también considerado organizador de la banda Jorge Benegas.

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La relación entre Benegas y Quevertoque quedó plasmada cuando le cambiaron la identidad a uno de los integrantes de la banda de Alvarado, quien llegó al hospital de Emergencias (Heca) gravemente herido en agosto de 2014: se trataba de Jorge Laferrara, un ex convicto por narcotráfico enfrentado con la banda de Los Monos y padre de un sindicado tiratiros de Alvarado. Como no había terminado de purgar una condena, Laferrara se registró con el nombre de un familiar y en ese trámite, además de Quevertoque también intercedió a pedido de Benegas el abogado de Alvarado, Claudio Tavella, hoy también detenido en la misma causa.

Además, en el expediente se le achacó al subjefe de la Brigada Operativa de la División Judiciales que tuvo a su nombre, y compartió con otros miembros de la asociación, la propiedad de caballos de carrera los cuales al día de la fecha siguen corriendo en diversas competencias ecuestres. En este punto, los investigadores hicieron referencia al caballo llamado Cascarudo del que era propietario Benegas.

En una de las intervenciones telefónicas, Benegas le avisó a Alvarado que Cascarudo tenía una carrera en el Hipódromo de Palermo. También de la documentación determinaron que pertenecía a la caballeriza LQ, las iniciales del acusado, la cual tenía participaciones en diferentes carreras, explica la acusación.

También lo acusaron que la omisión en la investigación de los delitos cometidos por los miembros de la asociación ilícita y llevó a cabo acciones policiales de recolección de información para dirigirla contra personas adversas, garantizando de esta forma la continuidad del negocio criminal de esta organización.

Relevan la cúpula de Judiciales

Este martes, en una audiencia donde se presentó un acuerdo entre la Fiscalía y la defensa representada por Sara Marco, Quevertoque admitió su responsabilidad como integrante de la banda, consintió el acuerdo presentado y fue condenado por el juez Mariano Aliau a la pena de 3 años de prisión efectiva por ser integrante de asociación ilícita; con encubrimiento agravado y la omisión de promover la persecución y represión de delincuentes; y el incumplimiento de los deberes de funcionario público.

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